logo PTS

NACIONAL

MARIANO FERREYRA PRESENTE

Entre la amnesia y el ridículo

Ya pasaron más de doscientos testigos que prestaron testimonio en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra. Y aunque todavía falten otros cientos más, sobran las pruebas que demuestran que este plan criminal fue orquestado por la patota de la UF y la policía con la complicidad de los empresarios de la UGOFE y la anuencia de la Secretaría de Transporte.

Miguel Raider

15 de noviembre 2012

Ya pasaron más de doscientos testigos que prestaron testimonio en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra. Y aunque todavía falten otros cientos más, sobran las pruebas que demuestran que este plan criminal fue orquestado por la patota de la UF y la policía con la complicidad de los empresarios de la UGOFE y la anuencia de la Secretaría de Transporte.

Pero si hay un elemento distintivo del juicio es que mientras los testigos presentados por las querellas se esfuerzan en precisar hasta los detalles, los testigos presentados por los abogados defensores de la patota y la policía abrevan entre la amnesia y el más flagrante ridículo.

Ese 20 de octubre el ferroviario Carlos Del Pappa presuntamente no sabía nada de lo que ocurría, pero “casualmente” por la banda de su radio de trabajo escuchó que se concentraban muchas personas en el cuadro de vías de Avellaneda parta evitar el corte de vías. A cargo de la sección de Transmisión de Alta Tensión en la estación de Temperley, Pappa persuadió a su compañero de trabajo, de apellido Barreiro, y juntos se dirigieron al lugar en su propio auto, abandonando el puesto de trabajo a riesgo de ser sancionados. "No íbamos a permitir que se corten las vías porque después el pasajero nos hace blanco a nosotros". Este hombre “desinteresado” es amigo de Pablo Díaz, el líder de la patota, y compañero de fechorías de “Harry” Favale, con quien compartió la provocación a los tercerizados que bloqueaban las boleterías de Constitución en el mes de septiembre (exigiendo el pase a planta permanente), así como la asistencia al acto de River en la convocatoria de la CGT para apoyar la candidatura de Cristina.

Abonando la teoría de una riña entre facciones obreras de igual condición, argumento que pretenden probar los abogados defensores de la patota, Pappa llegó al Puente Bosch pero supuestamente no vio a su lado a los barrabravas de Defensa y Justicia ni a Favale y Sanchez, dos de los tres tiradores. En cambio sí escucho disparos de parte de los tercerizados: "cuando miro en diagonal a mí, veo a un hombre con gorra negra y cabello canoso que le salía a los costados, una manga blanca de una remera y haciendo un ademán sacando como un arma o algo oscuro". Parece que Pappa tiene ojos de lince pues los tercerizados estaban nada menos que a 100 metros de distancia. Su oído tan particular no escucho los disparos efectuados a su lado por Favale y Sanchez pero sí alcanzó a distinguir ese sonido a gran distancia “en medio del griterío de gente corriendo en un gran tumulto”, como confesó en su testimonio. Hay más. Al mediodía se encontró con Pablo Díaz en un bar de la estación Avellaneda. “En ese momento en la TV cuentan que hay dos muertos y heridos en los episodios por lo que nos sorprendimos, más Pablo que yo... y volvimos a Temperley”. ¿No sabían nada de lo que había sucedido?

Si Pappa suena desopilante, Karina Benemérito abunda en lo bizarro. Según su declaración, plagada de “no recuerdo”, habría hablado por teléfono con Díaz más tarde, a las 16 hs., para comunicarle los hechos de Barracas, “enterada por los medios, mirando la TV”.

Benemérito había participado de la presentación de la revista Latin Rieles junto a Pedraza, el “Gallego” Fernández y el entonces secretario de Transporte Juan C. Schiavi. Pero para su desgracia, se vio obligada a admitir que mientras se desarrollaba el evento, tenía los teléfonos de Fernández y había hablado con Díaz en tres oportunidades “para saber por el corte de vías”. Hay un registro con infinidad de llamadas telefónicas establecidas con Díaz, González, Uño y otros patoteros, en el lapso comprendido alrededor de las 9.15 hs., momento del asesinato de Mariano. Una contradicción grotesca. Esta ex boletera (allá lejos y hace tiempo) y cómplice del plan criminal es una de las principales candidatas de la lista Verde para las próximas elecciones en la UF.

Los patoteros y los policías tienen que pudrirse en la cárcel, un punto de apoyo para terminar con todo el pedracismo sin Pedraza, que sigue rigiendo los destinos del ferrocarril gracias al aval del gobierno “progresista”.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: