(20/12/2012) A altas horas de la madrugada nada más y nada menos que en la emblemática fecha del 19 al 20 de diciembre, entre “gallos y medianoche”, el kirchnerismo terminó votando una buena parte del proyecto de Macri, una ley privatista y antiobrera, que le otorga al gobierno de la Cuidad plenos poderes durante dos años para sus negociados (prorrogables por uno más), para aumentar las tarifas a su antojo, restringiendo y regimentando los derechos de los trabajadores como la obligatoriedad de un servicio “mínimo”, entre otros puntos, de un proyecto de ley del que todavía no se conoce su redacción última.

La negociación incluyó dos modificaciones importantes –no expedirse sobre un cambio en la jornada laboral y el rechazo del subte como servicio esencial, un ataque abierto al derecho a huelga- que constituían una verdadera provocación que no hubieran aprobado ni los legisladores que votan todo con Macri (como tiene que reconocer el diario oficialista Página 12). Nadie, ni el propio macrismo, esperaba que pase todo su programa, sin una respuesta contundente e inmediata de los trabajadores.

Así, el gobierno nacional logró lo que quería, el traspaso del subte a la órbita de Macri, desentendiéndose de sus responsabilidades en todos estos años de mal servicio, sosteniendo a la patronal parásita de los Roggio. Macri, por su parte, consiguió parte del financiamiento requerido, con la vía libre para nuevos créditos (300 millones de dólares), hacerse de varios negocios hoy en manos de Metrovías y el visto bueno para aumentar patentes, peajes, sellos. Y una cuestión clave, logró hacer pasar toda una serie de artículos para cambiar las condiciones laborales que tienen el claro objetivo de debilitar la organización de los trabajadores y fortalecer a la burocracia de la UTA.

En este marco, el festejo de la mayoría de la Comisión Directiva de nuestro sindicato es un hecho de gravedad y consecuencia de su alineamiento incondicional con el gobierno K. Primero, fueron los firmes impulsores del traspaso del subte a la órbita del macrismo, a los que acusan de derechista en los medios mientras acuerdan jugosos negocios inmobiliarios y paquetes contra los sectores pobres de la Ciudad en la legislatura. Una administración, que comenzó su gestión fallida con un aumento del 127% de las tarifas contra los usuarios y multas y denuncias penales contra los delegados.

Ahora, festejan ser promotores de la negociación de un proyecto que no conocen ni tuvieron la posibilidad de discutir los miles de trabajadores del subte que lucharon por obtener cada una de las conquistas amenazadas por el macrismo, la patronal y la UTA. Este método burocrático e inconsulto es cada vez más pernicioso para nuestra organización. Por eso también, no movieron un dedo para hacer movilizaciones masivas contra el gobierno de la Ciudad, convocando, por ejemplo, a los dirigentes de la CTA K. de Yasky de la que la directiva del sindicato se considera parte.

Los trabajadores del subte no podemos seguir permitiendo que entreguen nuestras conquistas, sin dar respuesta a los padecimientos de millones de usuarios por el mal servicio. Tenemos que poner en conocimiento de todos los compañeros el proyecto votado en la Legislatura y discutirlo en asamblea para prepararnos para lo que se viene. Seguimos sosteniendo que para resolver la crisis del subte, es necesario dejar de bancar a la patronal de los Roggio (u otros empresarios amigos) y reestatizar el servicio bajo control de sus trabajadores y organizaciones de usuarios. Al mismo tiempo, más que nunca exigimos el reconocimiento pleno de nuestro sindicato.

Claudio Dellecarbonara

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