NEUQUEN (AN) - Una tensa calma dominó ayer los ánimos de la obreros de la cerámica Zanon, que después de sucesivas frustraciones para encontrar una salida al conflicto por la falta de pago de sueldos, tomaron las instalaciones y trataron de iniciar la producción por cuenta propia. La ocupación de la planta continúa, pero fracasaron en el intento de reanudar las actividades ante una medida judicial que dispuso el corte del servicio de gas, indispensable para hacer funcionar los hornos.
Ayer el panorama se complicó, porque los empleados recibieron la información de que podrían ser desalojados por la fuerza.
"Aún no hemos recibido ninguna comunicación escrita, pero sabemos que el juez puede impartir la orden de desalojo en cualquier momento", dijo el secretario general del gremio ceramista, Raúl Godoy. Añadió que no van abandonar las instalaciones bajo ningún argumento, que no sea el efectivo pago de los sueldos caídos y el compromiso de que no cerrarán la planta.
Ayer, mientras algunos mataban el tiempo jugando a las cartas y otros clasificaban los alimentos que les han acercado desde diversos sectores vecinales y gremiales, los dirigentes sindicales estaban abocados a programar los turnos de guardias para resistir cualquier intento de desalojo.
El conflicto que enfrenta a los 400 empleados de la firma del Parque Industrial con los propietarios se ha transformado en un callejón sin salida. La empresa no afrontó el pago de salarios de la segunda quincena de septiembre y tampoco propuso alternativas de solución.
Tampoco desde el Gobierno han recibido señales que permitan avizorar una superación del problema. "No tenemos a la vista ninguna salida posible. Todo lo hecho hasta acá ha fracasado", dijo con tono de preocupación Godoy.
Por lo pronto, según dijo, se han preparado para asegurar su permanencia en la planta porque un eventual desalojo dejaría abierta la posibilidad de un desmantelamiento de las maquinarias.
Sobre las tratativas que se desarrollaron la semana pasada con un inversor extranjero, interesado en adquirir parte del capital accionario de Zanón, el gremialista dijo que "no hay nada de nada. Lo concreto, lo cierto es que nada de lo que se ha hablado desde el Gobierno es cierto".
Y añadió que "lo único cierto desde el Gobierno es que actúa en complicidad con los empresarios y la Justicia en contra de los obreros. Si no fuera así, no hay otra manera de explicar cómo es posible que una jueza nos manda a cortar el gas y otro juez nos intimide con el desalojo".
Godoy cuestionó a los funcionarios porque "a Zanón le han subsidiado el gas durante largos años, pero ahora que lo queremos usar los obreros, lo manda a cortar. Lo que les molesta es que cuando nos dedicamos a producir por nuestra cuenta demostramos que es posible la propuesta de que en lugar de embargar la planta tome la producción, la venda y con el producido nos pague los sueldos".
Con un incierto panorama por delante, los obreros dicen que continuarán pidiendo la intervención de las autoridades para arribar a una solución del conflicto.
Sostienen que van a resistir porque reciben el permanente respaldo de "la sociedad, los universitarios y algunos partidos políticos".