El 23 y 24 de abril se realizaron elecciones para delegados en cuatro sectores de la empresa de neumáticos Fate. Las mismas se realizaron para cubrir el lugar dejado por los delegados que renunciaron hace algunos meses. En los cuatro sectores ganó la Lista Marrón, en dos de ellos con una diferencia muy importante. Es un gran triunfo, que muestra la decisión de los trabajadores de Fate de no retroceder. Una clara muestra de recuperación de fuerzas por parte de los compañeros.

Pero lo más importante es que después del conflicto del año pasado, donde sufrimos una dura derrota con el despido de 70 compañeros de los más luchadores (la gran mayoria integrantes de la Agrupacion 8 de mayo y militantes de la Marrón), los compañeros demostraron que van a seguir peleando por mantener una seccional y un Cuerpo de Delegados que represente sus intereses. 

La patronal de Fate, con sus “reuniones” por sectores con los trabajadores, con los juicios por desafuero a la mayoria de los delegados y a la seccional San Fernando, con las causas a varios delegados, con la persecusion permanenete a los delegados de la Lista Marrón por parte de jefes y capataces, buscó todo este tiempo quebrar la confianza y la unidad entre los trabajadores y los delegados. Intentó meter en la base la idea de que los nuevos delegados no lograban conseguir las demandas de los compañeros, que sólo servían para hacer “quilombo”, y que en cambio ellos tenían que votar a delegados que se “llevaran bien” con la patronal. Pero su campaña fracasó, ya que los trabajadores de Fate ratificamos un camino independiente de la patronal y la burocracia sindical.

Por otro lado, los dirigentes nacionales del sindicato, con una tibia campaña, se limitaron a atacar a los delegados nuevos, por ser varios de ellos militantes de “partidos políticos”. Pero lo que en realidad le preocupa a Pedro Wasiejko no es que haya delegados de “partidos políticos”, como dice sin ser muy claro. Lo que le molesta es que haya delegados que no acuerden con su política de entrega a las patronales del neumático, como hicieron en el confilcto. No le molesta en general “la política”, sino que los delegados no apoyen “su política” como dirigente de la CTA, yendo detrás del gobierno u otras opciones patronales. Le molesta que los nuevos delegados no apoyen su política de pedirle al gobierno que tome medidas que garantice los negocios de las empresas del neumático, mientras se porta como buen alumno al negarse a convocar a un plan de lucha de toda la CTA para pelear por nuestras necesidades.

Este importante triunfo electoral tiene que servir para fortalecer la organizacion dentro de la fábrica, desarrollando a su vez una seccional militante, comprometida con la pelea por la organizacion de todos los trabajadores. Hay que organizarse y batallar para que la CTA sea una central que luche de verdad por nuestrros intereses. Para que esta crisis la paguen los Madanes y todos los patrones.