Los días 20, 21 y 22 de marzo se realizaron las elecciones en el gremio del neumático. Sobre 3.499 empadronados a nivel nacional votaron 2.452. La Lista Violeta (de Wasiejko, dirección del sindicato nacional) obtuvo 1.300 votos y 826 fueron para la Negra-Verde, una alianza entre la Negra de Fate (fracción de la “vieja” Marrón) y la Verde de Pirelli, que se integraron a la CTA Micheli. La lista Marrón, surgida de Fate en la lucha de 2007/08, cosechó 150 votos.

De conjunto sale fortalecido Wasiejko. En esto fue fundamental la traición de esta burocracia en la lucha de 2008, como rueda de auxilio de las patronales para que queden afuera los mejores 200 compañeros de lucha, que enfrentaron decididamente a patronales como Pirelli, Fate y Bridgestone y que pusieron en cuestión la dirección del sindicato reelecta a principios de ese año. Atrás quedó la situación donde la Marrón unificada peleaba palmo a palmo el Sindicato.

Fate

Allí triunfó la Lista Negra, de los dirigentes de la seccional que se alinearon con Micheli y terminaron con la experiencia de una seccional independiente. La Marrón que conformamos sacó un pobre resultado. Esto no cayó del cielo, sino que se fue preparando durante años. En la lucha de 2008 se empezó a definir el carácter que tendría la seccional San Fernando y la naciente Marrón. El MAS, que codirigió aquella lucha, tuvo la política de “evitar otro casino” y preservar a los delegados. Así se impidió luchar consecuentemente contra Madanes y Wasiejko para evitar que los mejores activistas quedaran afuera, debilitando las fuerzas en la fábrica. Pidiendo la conciliación obligatoria cuando todo el gremio paraba y se movilizaba en las calles, permitieron que todo se encauce en el Ministerio de Trabajo, desgastando a los despedidos (muchos arreglaron y se fueron). Una conciliación obligatoria con los despedidos afuera, sin paros ni movilizaciones. Conservar la Seccional aunque terminara vaciada, esa fue la política. Así se fortalecieron las tendencias burocráticas en San Fernando y se relegó la posibilidad de forjar una organización clasista.

Desde el PTS y la lista Marrón siempre combatimos esa orientación. Las tendencias burocráticas en la Seccional, integrada a la CTA Micheli, se consolidaron en cuatro años. A la derrota del 2008 se suman el aislamiento impuesto por la dirección del SUTNA frente a los fenómenos más avanzados de la Zona Norte, llegando a romper el Segundo Encuentro de Trabajadores de Zona Norte en 2010, impidiendo una relación con la nueva Comisión Interna clasista de Kraft. Esto favoreció al ala derecha de la Marrón y le allanó el terreno para dar saltar al Michelismo. Al revés de lo que se quiso mostrar, el primer paso fue en las elecciones de la CTA, en las que la Seccional jugó a dos puntas. El principal dirigente nunca hizo campaña por la Lista encabezada por Ayala (MAS) y dejó correr a Gallardo que hizo campaña por la lista de Micheli. Luego vinieron acuerdos con la patronal sin decisión de asamblea. Y la actuación en el último conflicto paritario, violando el mandato de asamblea y metiendo el plebiscito, terminando la lucha apoyándose en los carneros, impidiendo hablar en la asamblea y eliminando el derecho de expresión de las minorías en la Marrón. Pasos decisivos en su curso burocrático hacia la CTA.

Los pocos votos de la izquierda en Fate se explican porque solo el PTS enfrentó este derrotero. El MAS dejó correr el proceso intentando mostrar que dirigía Fate, pero su dirección era cada vez más burocrática. Solo presentaron una lista alternativa al Michelismo cuando los relegaron de todo cargo sindical y prácticamente los echaron de la “vieja” Marrón. El prestigio de un pequeño aparato pudo más que las necesidades de la vanguardia. Por eso evitaron toda lucha política. Los resultados están a la vista.

Firestone

La Naranja hizo una muy buena elección en Firestone, siendo una lista nueva surgida de la bronca de parte de la base contra la burocracia. No llamando a votar a ninguna lista opositora nacional terminó favoreciendo el voto en blanco y, por esa vía, a la Violeta. Su principal candidato, a título individual, llamó a votar por la Negra-Verde, que terminó segunda en Firestone, relegando a la Marrón.

En Pirelli peleaban dos listas burocráticas, ya que la Verde es una ruptura de ex violetas peleados con Wasiejko. A pocos días de las elecciones uno de sus candidatos “arregló” con la empresa por $300.000 y se fue de la fábrica.
La Negra, que ganó en Fate por más del 50%, expresó un voto para que no vuelva la Violeta, pero vacío de programa y método de clase. Representa al michelismo y confirma que la Seccional San Fernando y la “vieja” Marrón hace tiempo dejaron de ser una experiencia clasista, la que solo podrá constituirse dando una pelea implacable en la lucha de clases y en todos los terrenos contra los conciliadores.

Desde la Agrupación Nuestra Lucha, que pusimos en pie el año pasado en lucha política y delimitación con quienes hoy forman la Lista Negra, hicimos un frente para estas elecciones con el MAS, formando la actual Marrón. No por ello dejamos de clarificar las importantes diferencias que tenemos con los compañeros. Ahora nos preparamos para las elecciones de delegados de sector, con el objetivo de construir una organización clasista de base. Y seguimos impulsando una corriente clasista en Fate para agrupar a todos los que queremos retomar un camino de lucha e independencia frente a la burocracia y la patronal.