Luego de casi 10 meses de soportar la prórroga de la interna anterior, con el apoyo de los compañeros pudimos arrancarle las elecciones al sindicato. Las mismas se realizaron el 24 de septiembre.
A pesar de que en el conjunto de los compañeros que fueron a votar, afiliados y no afiliados, nuestra lista ganó ampliamente, no pudimos conquistar la interna de ATE que quedó en manos de la lista Verde. En la urna de afiliados la Verde ganó con una ínfima diferencia de 11 votos (107 a 96), mientras que en la urna de no afiliados, el triunfo de la Violeta y Roja fue aplastante (141 a 12). El trabajo que hemos iniciado los que hicimos la Violeta y Roja para reorganizar el INDEC y formar una nueva dirección no pudo superar al aparato sindical de la Verde y sus típicos métodos burocráticos.
La Violeta y Roja estuvo constituida como un frente único con compañeros independientes con los cuales veníamos planteando una perspectiva diferente desde la lucha contra el recorte del 12%, contra los diputados de CTA que levantaron la mano a favor del decreto 430 y hoy integran el ARI. También contra el decreto 896 haciendo cortes totales cuando D´Elia y De Gennaro decían que sólo se podía cortar por la mitad.
La Violeta y Roja consolidó un grupo activo numeroso, militante de un programa por la democracia sindical y que tiene la decisión de luchar para ganar, proceso fortalecido luego del 19 y 20 de diciembre.
La campaña de la Violeta y Roja fue intensa intercambiando opiniones con todos los compañeros. Haciendo una gran agitación para que voten los no afiliados, cuestión que la Verde y el sindicato estaban en contra. Al burocratismo de no llamar a asamblea y de enterarse de los paros por mail, le opusimos la asamblea como órgano soberano y el acatamiento de mandatos como principio básico. Propusimos la revocabilidad de los mandatos en asamblea mayoritaria y la formación de un cuerpo de delegados al que se subordine la Comisión Interna. Contrariamente a las prácticas de la ex interna, planteamos la subordinación a la votación de asamblea mayoritaria. Levantamos este programa porque sin su aplicación, será imposible enfrentar al gobierno y pelear por nuestras reivindicaciones. Levantamos este programa porque estamos convencidos de que la experiencia democrática de los trabajadores que luchan es la clave para que prosperen en ellos los procesos más avanzados que va gestando nuestra clase.
Todos estos hechos atemorizaron al sindicato, que hizo todo lo que estuvo a su alcance para que gane la Verde. Así borraron de los padrones a afiliados históricos de ATE que votaban por nuestra lista y afiliaron a último momento una decena de trabajadores sin permitirnos la misma posibilidad. Volcaron todo el peso del aparato al ser conscientes que sus intereses tambaleaban.
El día de la elección votó más del 84% del padrón, una altísima participación de los afiliados que reflejó dos procesos opuestos. Por un lado la votación de nuestra lista, que contó con el apoyo de casi todos los activistas y la mayoría de los compañeros que han tomado activamente la lucha por sus derechos. Y por el otro demuestra la existencia de un sector conservador, acrítico a la dirigencia, que se movilizó para apoyar a una lista desprestigiada ante la mayoría de los compañeros por el sólo hecho de ponerse la camiseta del aparato.
Para impedir que surja una interna que refleje a los activistas que han surgido en estos años, la directiva de ATE Capital y la Verde apostaron, con todos los métodos a su alcance, a que vuelva a ganar la misma secretaria general que hundió la interna anterior. Ni ellos mismos esperan nada de esta interna.
Por el contrario nos queda a los que hicimos la Violeta y Roja la responsabilidad de darle una respuesta a los 237 compañeros que votaron por nuestra lista, para construir con ellos una alternativa.
Una alternativa que tienen una base firme porque lo que se demuestra en estas elecciones, es que los trabajadores estamos hartos de que primen las decisiones de los “sacrosantos cuerpos orgánicos”, o sea los plenarios de ATE, en vez de los mandatos de los compañeros. Así como también se demostró que los laburantes estamos hartos de la “mímica de la lucha”, lo que se quiere es una lucha en serio.
Por todo esto, hay que redoblar esta apuesta, para hacer valer lo expresado en las urnas.

Las opiniones en esta nota, responden al balance de los compañeros del PTS que integran la Violeta y Roja.