Todos los trabajadores sabemos la injusticia del impuesto a las ganancias sobre el salario obrero. Ganancias deben pagar sólo los que tienen un capital (campo, fábricas, grandes negocios o cuentas bancarias, acciones). Un trabajador gana más de 2 mil pesos de bolsillo a fuerza de un sacrificio, realizando horas extras o cobrando premios por producción, calidad, etc. Pero cada hora extra que realiza, si bien le acerca unos “pesitos” más, el que se lleva la ganancia es el patrón, que multiplica la producción que ya le daba grandes réditos; por ejemplo si en horas normales un grupo de trabajadores fabrica un automóvil, con doble jornada de trabajo fabrica 2 autos. El obrero se lleva 200 pesos más; el patrón, los miles de pesos que gana los multiplica por 2. ¿Quién tiene la ganancia, el obrero, que se deslomó laburando, o el patrón, que sólo cuenta la plata? ¿Quién paga el impuesto? El obrero, porque el patrón es subsidiado por el gobierno de turno, perdonado, o lisa y llanamente evade. Por eso la justeza de los petroleros del sur de que si les descuentan “por ganancias”, salgan del bolsillo de las empresas petroleras.
Pero para lograr esto tuvieron que presionar al gremio para que llame a la huelga, realizar masivas asambleas y piquetes en las rutas y puertas de los establecimientos.
La directiva del SMATA lo quiere lograr yendo a ver a sus amigos, los diputados y senadores peronistas, los mismos que vienen votando obedientemente año tras año la prórroga de este impuesto al trabajador. El camino contrario al de los petroleros.
Qué difícil se le volvería al gobierno de Kirchner si antes de fin de año el SMATA junto a todos los gremios afectados como la UOM, Camioneros, etc., convocaran a huelgas y movilizaciones unitarias para evitar que miles de trabajadores, con los descuentos, pierdan el medio aguinaldo. El gobierno, que busca evitar el choque con los trabajadores de las grandes empresas, tendría que ceder rápidamente. Pero Moyano está colgado de las faldas del presidente. Si la directiva del SMATA quiere realmente terminar con esta sangría del salario obrero que convoque cuanto antes a asambleas por fábrica para decidir la modalidad de lucha, y a un congreso nacional de delegados para coordinar la lucha en todo el país.
 
Corresponsal