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Tucumán

El gobierno y la CCC contra los trabajadores

2 de septiembre 2004


Recientemente el gobierno "transversal" de Alperovich firmó junto a la burocracia sindical (ATE, ATEP, ATSA, etc.) y –escandalosamente- con la Corriente Clasista y Combativa un documento que garantiza la "paz social", que incluye la prohibición de llevar una lucha hasta el 30 de abril próximo, que junto con el acuerdo alcanzado dentro del PJ lo fortalece frente a la lucha de los trabajadores por sus demandas. El acuerdo firmado con los gremios es una traición a la lucha por el salario básico de $350 para los estatales y por trabajo genuino para desocupados. Según el PCR, esto es una victoria porque los municipales obtuvieron una recategorización. Claro que a fin de mes los municipales verán que sus sueldos no cambiaron ya que se les retiró una suma no remunerativa equivalente al blanqueo y los docentes verán este "triunfo" como una derrota, ya que a fin de mes la gran mayoría sufrirá una reducción en su salario de bolsillo.
ATSA arregló con el gobierno a principios del conflicto a cambio de nada, mientras que estando en la Unión de Gremios Estatales, ATE y ATEP negociaron con el gobierno e intentaron boicotear la marcha de la bronca del 9 de julio. Algunos gremios no firmaron con el gobierno y se mantienen en estado de alerta, tampoco firmó el Polo Obrero.
Desgraciadamente el PO tuvo durante todo el conflicto una política de embellecimiento de las burocracias que firmaron la paz social. Así como el año pasado pintó de combativo a Quinteros (ATSA), la burocracia oficial de Alperovich, al principio del conflicto llegaron a plantear que junto a Arroyo (ATE) y Zelarayan (ATEP), reconocidos Mirandistas, realizó "Asambleas Populares".
La correcta política de conformar la UGE y unir las filas de ocupados y desocupados resultó estéril porque en ningún momento se planteó una lucha política independiente de la burocracia, dejando sin alternativa política a los trabajadores. También el PO erra en plantear que el congreso realizado junto a la UDT fue un verdadero congreso de delegados. Convocado de una semana para la otra, cuando la lucha se encontraba en franco retroceso, sin discusión en las bases de los trabajadores y realizado en día y horario laboral, sólo logró que asistan los desocupados y aquellos trabajadores ligados a la burocracia de UDT, encubriendo nuevamente por izquierda a estos sindicalistas. Hoy, cuando por el acuerdo entre el gobierno y las burocracias le dieron una derrota a los trabajadores, es preciso redoblar los esfuerzos para organizar a un sector militante de los trabajadores que vean que nada ha cambiado, para poder impulsar luego una VERDADERO congreso de delegados de base.

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