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Nacional

El ex menemista Daer quiso aprovechar la muerte de Kirchner en Kraft

Reportaje a Lorena de la Comisión Interna de la fábrica

PTS

4 de noviembre 2010

¿Cómo repercutió la muerte de Néstor Kirchner en Kraft?

Si bien se mostró mucho respeto, lo que pasó dentro de Kraft fue que la burocracia quiso imponer en los tres turnos un paro en homenaje a Néstor Kirchner y de algún modo éste fue rechazado mayoritariamente. Estamos hablando de la burocracia de Daer que se había separado de la CGT y estaba obviamente con la oposición.

Para que el paro fuera efectivo tuvieron que poner candados en las máquinas, lo que refleja que no tenían consenso para realizar esa acción. Esto cayó mal incluso en los compañeros que son kirchneristas, porque al ser un paro impuesto no tenían lugar para discutir la posición que planteó la interna, que es la independencia de los trabajadores del gobierno y de los partidos patronales.

Muchos compañeros se expresaron en contra de realizar el paro. Además todos saben que la burocracia es la patota que tiene Kraft para levantar los paros, que esa es su tradición. Por supuesto, la burocracia contó con el aval de Kraft que se mantuvo al margen. Pero cuando los trabajadores votamos democráticamente realizar alguna medida, enseguida la patronal te manda a los supervisores, amedrenta, y sobre todo usa a la Verde para carnerearlo.
 
¿Qué discusiones hubo en los tres turnos?

En el turno tarde, lo novedoso fue que el PCR haya salido a apoyar el paro acusando a la interna de intentar “carnerearlo”. Si bien el PCR es parte del bloque sojero, en Kraft tiene una política muy pegada a la burocracia de la Verde y por eso su actitud no sorprende tanto.
La Comisión Interna hizo asambleas informativas en tres turnos. Venimos insistiendo y luchando por un método democrático, porque sean los trabajadores quienes decidan en asamblea qué medidas tomar.

Una discusión concreta que fue la que hicieron muchos trabajadores. Ellos decían: “todo bien, es lamentable que se haya muerto, fue presidente, pero no es nuestro compañero”.

Desde un punto de vista, la medida que tomó la burocracia sirvió para podamos profundizar en todos los turnos, con los delegados que fueron elegidos, que hay que trabajar las asambleas para que la participación sea masiva y que lo que se vote en la asamblea hay que hacerlo cumplir.

¿Querés agregar algo más?

A mi particularmente me sorprendió el rechazo masivo hacia la burocracia, aunque bien sabemos que en Kraft ya está instalado. Hubo un sentimiento en muchos sectores de decir “Mariano Ferreyra es compañero nuestro pero Kirchner no” y este comentario lo hizo gente que más allá que apoye a la interna es poco participativa y no suele discutir de política. Incluso con compañeros que se dicen kirchneristas no defendían al gobierno hasta el final. Esto tiene que ver con la experiencia que vivimos durante el conflicto de Kraft, porque a la luz de los hechos a nosotros el kirchnerismo nos demostró lo que es.

Está bueno que se haya instalado la discusión de que la burocracia no puede hacer un paro con esos métodos. Eso va a hacer más profunda la conciencia de que si no conquistamos una organización democrática hasta el final hacia el interior de Kraft no lo vamos a poder trasladar hacia otros sectores de trabajadores. Creo que las discusiones que todo el tiempo viene realizando la Comisión Interna con los compañeros, de algún modo están generando cierto compromiso. La idea de que si queremos que nuestra voz sea escuchada tenemos que tomar las decisiones en manos las decisiones, cada vez en más fuerte entre los trabajadores de Kraft. 

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