Una demanda millonaria por la ocupación que llevan adelante los trabajadores de Cerámica Zanón fue planteada contra el Estado neuquino por la familia Zanón, que hace tres años decidió cerrar la fábrica y despedir a todo su personal. 
La presentación llegó a la Corte Suprema de Justicia tras una presentación del estudio de abogados Gabriel Halperín-Tomás Hutchinson por daños y perjuicios en una cifra que llegaría a los 300 millones de pesos. 
Con esta presentación, la familia Zanón pretende lograr un resarcimiento económico millonario por los daños y perjuicios que –según aseguraron– ocasionó la ocupación de la fábrica cuando los trabajadores fueron despedidos y cerrada la fábrica. 
El abogado de los obreros ceramistas, Mariano Pedrero, dijo a la agencia Télam que la demanda de la familia Zanón "es un mamarracho a todas luces". Y consideró que debe ser rechazada porque "no tiene sustento jurídico". 
Previamente, la Justicia neuquina en todas sus instancias había condenado a los ex propietarios de la empresa por "lock out" patronal y ordenado que los trabajadores cobraran los salarios adeudados y sus indemnizaciones por los depidos con parte del stock de cerámicos almacenado.
Por su parte, el secretario general de los ceramistas y obrero de Zanón, Raúl Godoy, ratificó ayer que continuarán luchando para que la fábrica sea expropiada. 
Hace tres años, cuando el grupo Zanón cerró la fábrica en el Parque Industrial de Neuquén y despidió a todo su personal, los trabajadores la ocuparon y al poco tiempo la pusieron en marcha y reanudaron su producción. 
Hoy, la planta ocupa a 450 obreros, produce 300 mil metros cúbicos de cerámico por mes, cada operario cobra un salario de 950 pesos mensuales y están al día con el pago de servicios e insumos.