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Universidad

El Pellegrini y la lucha por la democratización

La lucha de la UBA del año pasado desnudó la ilegitimidad del gobierno universitario, expresado en la Asamblea Universitaria y el Consejo Superior. Ambos son controlados por una minoría de los docentes de la Universidad (5%) que se mantienen en el gobierno de la misma hace años, gracias a un sistema de concursos donde son ellos mismos quienes se garantizan perpetuarse en el cargo.

14 de junio 2007

La lucha de la UBA del año pasado desnudó la ilegitimidad del gobierno universitario, expresado en la Asamblea Universitaria y el Consejo Superior. Ambos son controlados por una minoría de los docentes de la Universidad (5%) que se mantienen en el gobierno de la misma hace años, gracias a un sistema de concursos donde son ellos mismos quienes se garantizan perpetuarse en el cargo. Así es como los estudiantes, la inmensa mayoría de los docentes y los no-docentes (que no poseen la más mínima representación) son excluidos de las grandes decisiones mientras una minoría de burócratas, las famosas camarillas de radicales y kirchneristas, son los que lucran con los posgrados pagos, las pasantías y las gestiones privadas. A esto se suman los escasos recursos presupuestarios que le dedica el Estado a la educación, frente a lo cual las camarillas del gobierno de la UBA se adecuan generando recursos propios y profundizando la elitización de la Universidad. Por esto, nada se puede esperar del gobierno de las camarillas, el Consejo Superior, que se enriquece con la privatización de la Universidad, poniendo la educación al servicio del mercado.
Frente a ello, la lucha del movimiento estudiantil y el esfuerzo de los docentes que llegan incluso a trabajar ad-honorem han logrado mantener parte de la calidad académica de la UBA.

El caso de los pre-universitarios

En el Pellegrini y el Nacional la situación se agrava porque, a diferencia de las facultades de la UBA, no tenemos la más mínima representación en el gobierno de la Universidad: ni siquiera somos parte del régimen anti-democrático antes mencionado. Por lo tanto, sólo podríamos esperar las órdenes del Consejo Superior.
Desde comienzo de año la comunidad educativa de los pre-universitarios se viene movilizando a las sesiones del Consejo Superior para exigir el cumplimiento de nuestros reclamos. Estos abarcan: la reforma de los planes de estudio, los reclamos salariales de los docentes y los no-docentes, la titularización y carrera docente y el reconocimiento de los pre-universitarios como unidades académicas, es decir, que formen parte del gobierno de la UBA. Y planteamos también la necesidad de contar con un consejo directivo que exprese un co-gobierno estudiantil, docente y no-docente. Es bajo esta perspectiva que los estudiantes, los docentes nucleados en AGD y la comisión interna no-docente nos pronunciamos en contra de un rector electo por el Consejo Superior, superando ampliamente la oposición de la lista 52, influenciada por un sector de la Franja Morada que planteaba la presión hacia al Consejo Superior para lograr la re-elección del anterior rector del Pellegrini, Abraham Gak.

Frente a nuestra lucha el Consejo, ya de por sí anti-democrático, tuvo que recurrir a un decreto de la mano de Hallú para imponer a Viegas, el privatizador de Económicas, como rector del Pellegrini y a González Gass como rectora del Nacional.

Organización y Lucha

El 23 de mayo, luego de una movilización de 1.200 personas, Hallú designa a los susodichos rectores. Ese mismo día el Pellegrini y el Nacional son tomados.

Lamentable fue el rol de CTERA, que pactó protegerle la espalda a Viegas en el Pellegrini a cambio de meter a González Gass en el Nacional, y que luego se encargó de boicotear todas las medidas de lucha que el resto de la comunidad educativa fue desarrollando.
En el Nacional la toma se mantuvo sólo por dos días y no fue en rechazo a la rectora sino a “la forma en que fue designada”. Así es que triunfó la política de la conducción del CENBA de cerrar enseguida un acuerdo que nada avanzaba en la democratización y el consejo directivo.

En el Pellegrini la situación fue diferente. La designación del privatista Viegas despertó la enconada oposición de los padres, que pasaron a apoyar firmemente las medidas de los estudiantes, AGD y los no-docentes, como la toma, que ya lleva dos semanas y se mantiene. Hasta el lunes 28 y el martes 29 la toma se mantuvo sin clases con presencia de estudiantes que mantuvieron la continuidad de la medida. Entre lunes y martes pasaron la noche en el colegio 350 personas. Finalmente, la lucha del Pelle se mantuvo bajo el formato de la “toma con clases”. Es decir, recibir clases pero mantener un estado de alerta permanente para impedir la entrada de Viegas, demostrando que la comunidad educativa podía hacer funcionar la escuela sin necesidad de autoridades. Sorprendentemente, la burocrática dirección de CTERA se negó a dar clase luego de haber hecho una deplorable escena con empujones exigiendo dar clase. CTERA pretende dar clase cuando tomamos el colegio y se niega a hacerlo cuando recomponemos las clases. De todas formas, y pese al boicot de CTERA, la “toma” se mantuvo durante una semana y media e incluso movilizamos más de 800 personas entre padres, estudiantes, docentes, no-docentes y graduados el 6 de junio al Consejo Superior.

A lo largo de estos días, desde el No Pasarán entablamos discusiones con la conducción del Centro (FEL, PO+ independientes) sobre el desarrollo de la lucha. Desde el primer día, la conducción no dejó de plantear el diálogo con el Consejo Superior, cuando de lo que se trataba en ese momento era de profundizar la discusión y organización hacia la conquista de un verdadero gobierno tripartito compuesto paritariamente, que sólo puede venir de la lucha de los estudiantes, junto a los docentes y no-docentes. Por eso se negaron sistemáticamente a abrir la discusión en asambleas –considerando que “no es el espacio para abrir la discusión”–, rehusando a debatir con los compañeros las mociones propuestas y convirtiéndolas en un espacio sólo para la votación.

Por lo mismo, se negaron permanentemente a nuestra propuesta de impulsar la realización de un plebiscito para demostrar de cara a la opinión pública que los estudiantes estamos por un consejo directivo como salida a la crisis que está planteada y no por otra perspectiva.

En la lucha por la democratización, el legítimo repudio a la designación del derechista Viegas, acicateado principalmente por los padres (en gran parte partidarios de la continuidad del anterior rector Gak), fue diluyendo la lucha por el gobierno tripartito, y la conducción del CECAP se amoldó a esta situación.

Desde NP siempre buscamos situar el debate alrededor del gobierno tripartito como única forma de lograr una victoria real por la democratización. En los próximos días, ahora como parte de la agrupación que conformamos junto a más de una decena de estudiantes del Pelle, continuaremos esta lucha por la democratización, así como por poner en pie una Coordinadora de Estudiantes Secundarios, democrática y para luchar por todas las reivindicaciones que los miles de estudiantes que salieron a las calles en las últimas semanas levantan, y en el camino de construir una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo.

Prensa

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