No es de extrañar que la llamada izquierda kirchnerista argentina, como Luis D’Elía, esté encantada con el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) impulsado por Chávez. Lo lamentable es que organizaciones que se reclaman trotskistas como el MST vienen discutiendo en sus periódicos sobre la necesidad de participar y de qué manera en el PSUV. Si no fuera trágico sería una verdadera comedia, Chávez dijo: "Invito... a los empresarios nacionalistas" a construir el PSUV1.
El presidente venezolano, además de requerir cada vez más poder para el Ejecutivo con los plenos poderes que le ha otorgado la Asamblea Nacional, necesita la consolidación de un partido político, donde contener orgánica y centralizadamente, bajo una "conducción única", al diverso bloque social que lo apoya. ¿Servirá el PSUV para profundizar la "revolución" como afirman estos sectores de izquierda? No, este partido será un instrumento para lograr la más completa subordinación política y organizativa de los sectores obreros, campesinos y pobres que respaldan a Chávez al proyecto de "economía mixta" y de alianza con los empresarios nacionales. ¿De esto también se encanta el MST argentino? En una reciente entrevista reproducida en su último periódico, y asumiendo las posiciones como propias, se afirma que "tenemos que agruparnos con otras corrientes luchadoras, con el propósito de trabajar dentro del naciente partido unitario para que existan esas condiciones sin las cuales no podrá ser nunca verdadero partido revolucionario"2. ¿Alguien puede creer que con empresarios y militares nacionalistas se podrá alcanzar un partido revolucionario?
Y los compañeros no se quedan en las palabras. Así, sectores ligados al MST argentino como también a Izquierda Socialista, y que ejercen influencia en la dirección mayoritaria del PRS, llegaron a proponer y hacer votar en el último encuentro nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA), del 13 y 14 de enero, que la "...C-CURA se incorporará al proceso de construcción del Partido Socialista Unificado" . Como ya hemos afirmado en este mismo periódico, "si hasta ahora la corriente sindical (C-CURA) mantuvo una independencia organizativa, aunque cediendo políticamente al gobierno, llamando a votar a Chávez o negándose a cuestionar su política directamente, con el ingreso al PSUV estarían liquidando el único rasgo de independencia que mantenían con el gobierno" (ver La Verdad Obrera N° 223). Como vemos, la orientación política que transitan sectores como el MST e Izquierda Socialista es llevar cada vez más a los trabajadores tras las políticas e iniciativas del gobierno, manteniendo sólo una fraseología de independencia de clase, pero sin dar ninguna lucha seria por una política obrera independiente. La C-CURA nació como una agrupación que aglutinaba a una buena parte de los sectores más antiburocráticos y combativos de la clase obrera, y sin duda los sigue aglutinando hoy. Esto se expresó en la importante pelea antiburocrática dada por la mayoría de los delegados sindicales del II Congreso Nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) contra los sectores directamente ligados al gobierno. Y se ha expresado nuevamente en la importante marcha del 8 de febrero en Caracas, donde más de 6 mil trabajadores se movilizaron por la "Nacionalización sin indemnización y bajo control obrero", una política que está a años luz de lo que plantea Chávez. En este marco, es un verdadero crimen político proponer políticas que terminan tras la política oficial del gobierno con su PSUV.
Hoy, cuando el gobierno intenta poner una camisa de fuerza a un posible endurecimiento de las luchas obreras, populares y campesinas que puedan llegar a cuestionar su proyecto de desarrollo "nacionalista", cuando quiere asegurar que no surjan importantes tendencias de independencia política entre la clase trabajadora, o que sean fácilmente anuladas, a través del PSUV, es más necesaria que nunca la lucha por la independencia política y organizativa de la clase trabajadora. Para que se expresen en la vida política nacional de forma independiente es clave luchar por un partido propio de los trabajadores, un gran partido obrero independiente. En este sentido va el llamado que hacemos desde la FT-CI en estas páginas.

1 "El discurso de la unidad", Ediciones "Socialismo del Siglo XXI", p. 25.
2 Entrevista a Gonzalo Gómez, miembro de la página web Aporrea de CCURA y del ala ligada al MST dentro del PRS. Alternativa Socialista N° 447.