En la negociación del lunes en La Plata, los delegados aprovecharon para recordarle al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que es “el Estado nacional quien tiene que velar (como ellos dicen) por la paz social y por mantener las fuentes de trabajo, cosa que en esta lucha no vinieron haciendo desde hace tiempo”.

Al otro día, el martes por la noche en la asamblea de puerta fábrica, Javier Hermosilla (uno de los delegados despedidos y perseguido por la empresa), agregó ante sus compañeros: “le decimos al gobierno que no se olvide que somos un país soberano, que tenemos derechos y los trabajadores nuestras conquistas; derechos y fuente de trabajo que vamos a defender hasta el final”.

Tras sus palabras y votarse las resoluciones, J. Hermosilla, miembro de la agrupación “Desde Abajo” del gremio de la alimentación, que se referencia con la lucha de los obreros de Zanon, conversó con La Verdad Obrera.

¿Cómo sigue el conflicto?

Muy duro, ya que la CI y los delegados no pueden entrar. Yo hace 3 semanas que no puedo ingresar por una orden judicial y denuncia que hizo la empresa. Después de la represión le prohibió el ingreso a otros cuatro delegados, y ahora la estamos peleando desde afuera. Adentro arrancó una parte la producción, pero están trabajando como si fuera una dictadura, con policías en el perímetro de la fábrica. La empresa mandó a reventar los cofres de los compañeros despedidos y suspendidos, y está intentando amedrentar a los trabajadores, que se encuentran sin representación y quebrar la solidaridad que viene creciendo con los despedidos.

Poco se habla de los “líderes”, ¿cuál es su rol en la fábrica?

Son como encargados, aunque ni siquiera tienen ese escalafón. Suelen ser los más buchones. Elegidos por la empresa para controlar los ritmos, horarios; las idas al baño, los tiempos en el comedor; y son a la vez los que diluyen los reclamos y te aprietan en cada línea. Son la primer arma que utilizan contra los trabajadores; después están los coordinadores, los managers y gerentes, pero los líderes son la punta de lanza, los que ajustan de forma cotidiana la explotación de la patronal; por eso los delegados por sector resultan fundamentales para la defensa de los derechos de los trabajadores y un contrapeso a sus atropellos.

¿Qué cambió dentro de la planta con la votación de delegados por sector?

Mucho y considerablemente. Antes éramos solamente dos a la noche, y ahora estamos organizados por línea y sector; logrando transmitir y fortalecer los reclamos. A través del Cuerpo de Delegados los compañeros hacen asambleas y votan con mandato y coordinamos de manera directa desde los lugares de trabajo. Junto a esta forma de organización hemos logrado limitar los ritmos y encarar los problemas que surgen por la falta de trabajadores en las líneas, y pararle la mano a una empresa muy prepotente. Lo mismo resulta clave para los reclamos y aumentos salariales. Se trata de democracia obrera, donde las decisiones las tomamos en asamblea.

Su lucha está sacando a la luz un nuevo tipo de sindicalismo, ¿qué implica en este sentido la lucha de los obreros de Zanon?

Zanon es un referente, un ejemplo desde todo punto de vista. Primero por cómo recuperaron el sindicato y cambiaron los estatutos, desarrollando una organización clasista. Y segundo, que no crearon un sindicato para llenarse los bolsillos de plata sino para defender los intereses de los trabajadores, funcionando mediante asambleas, siendo representativos de verdad, sin transas y defendiendo hasta al final los derechos de la clase obrera.

¿POR QUE LA EMPRESA SE ENSAÑA CON ESTE TURNO?

El sol sale por la noche

Los despidos golpean fuertemente sobre el turno noche. Entre suspensiones y despidos superan los 80 trabajadores; (el otro afectado es el turno tarde, que suma unos 50). Los obreros comentan abiertamente que son los más atacados porque es donde se concentra la mayor resistencia.

“Esto viene desde enero” -comentan- “cuando dijeron que iban a eliminar un turno, y se referían en particular al de la noche. El problema es que nos hemos organizado mediante delegados por sector, de forma activa y democrática. Esto no les gusta mucho, porque de esta forma logramos enfrentar sus atropellos y hacer llegar los reclamos de los compañeros”.

Esta nueva forma de representación sindical retoma las mejores tradiciones de los obreros clasistas. Un cuerpo de delegados que nació desde la base, para pelear derechos básicos como el derecho a la existencia. “Delegados peligrosos”, dice la empresa. “Antiburócráticos y combativos”, contestan los trabajadores; “¡cómo no van a dejar entrar a los delegados!”.

En este marco, donde la pobreza y la desocupación asoman crudamente, la violencia patronal no ha logrado más que hacer crecer la bronca y fortalecer las convicciones al borde de las líneas. “Están apretando con todo; donde éramos 25 ahora somos 7 trabajadores menos y aumentan los ritmos”, comentan al salir. “Pero nada” -dice otro jóven obrero-, “debemos tener paciencia y, como siempre decimos, luchar de forma masiva y organizada. Vamos aprendiendo y sabemos de nuestras fuerzas”.

H.E.