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SUBTE

ELECCIONES EN LA CTA

Derrotamos la maniobra pro-K en el Subte

El 23 de septiembre, el día de la elección de la CTA en el Subte, quedará como un hito de nuestra historia de lucha. Esta vez no enfrentamos ni a la patronal ni a la UTA: lo que rechazamos la mayoría de los trabajadores fue el intento de copamiento de nuestra organización por parte del gobierno a través de la oficialista lista 10 liderada por Yasky, a quien, desgraciadamente, un sector de dirigentes del Cuerpo de Delegados, encabezado por Beto Pianelli y Néstor Segovia, se integró y llamó a apoyar.

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30 de septiembre 2010

Derrotamos la maniobra pro-K en el Subte

El 23 de septiembre, el día de la elección de la CTA en el Subte, quedará como un hito de nuestra historia de lucha. Esta vez no enfrentamos ni a la patronal ni a la UTA: lo que rechazamos la mayoría de los trabajadores fue el intento de copamiento de nuestra organización por parte del gobierno a través de la oficialista lista 10 liderada por Yasky, a quien, desgraciadamente, un sector de dirigentes del Cuerpo de Delegados, encabezado por Beto Pianelli y Néstor Segovia, se integró y llamó a apoyar.

El debate sobre cómo y para qué entrar a la CTA, que debió ser un ejemplo de democracia sindical, fue convertido por estos compañeros en un intento de alineamiento, sin discusión alguna, con el ala K.

Por eso la respuesta fue contundente, lejos del plebiscito donde casi 2.000 trabajadores mostramos con el voto masivo la firme voluntad de constituir nuestro sindicato, en esta elección dos tercios de los compañeros, y pese al llamado de 62 delegados a votar por la lista 10, le dimos la espalda a estas elecciones en un claro repudio a su accionar.

De un padrón de 1.656 trabajadores votaron 547, la mayoría se abstuvo y casi 600 compañeros firmaron la declaración que impulsamos 23 delegados, llamando a no votar. La lista “10” sacó 538 votos y la “1” de Micheli, participó de la movida de Pianelli y Segovia al mismo tiempo que presentó su propia boleta, y sacó 14 votos.

Ni la enorme campaña que desplegó la lista 10 en cada una de las líneas ni las injurias contra nuestros compañeros, impidieron que prime la defensa de nuestras mejores tradiciones de lucha.

¿Qué pasó en el subte?

Los compañeros que encabezaron la lista 10 pensaban que la maniobra de armar por arriba una lista con Yasky, de espaldas a los trabajadores, no iba a tener oposición en uno de los sectores más combativos del movimiento obrero, y que apoyar al gobierno que nos mandó la policía y nos niega la inscripción del sindicato iba a pasar de largo. Le perdieron el pulso a la base y obviaron las reservas que tienen los trabajadores con una experiencia de años de lucha, uno de los emblemas del sindicalismo de base. Esa es la consecuencia de apoyar al gobierno de los Kirchner que utiliza un estilo “nacional y popular” para bancar a la burocracia de Moyano que dirige el PJ bonaerense, y para que las clases dominantes ganen fortunas a costa de la superexplotación de millones de trabajadores.
El argumento, sin principios, esgrimido por los compañeros, de que el “apuro” con el que se entró a la CTA valía la pena porque se conseguiría una conquista superior que era dirigir la CTA-Capital también fracasó. Como mostró la elección nacional de conjunto, nada bueno pueden esperar los trabajadores apoyando a uno u otro bando patronal de una Central que no tiene mucho que envidiar a la CGT en cuanto a trampas y fraudes.

La repudiable reacción del compañero Segovia en la conferencia de prensa del 22 de septiembre cuando acusó de “milicos” a los compañeros que llamamos a no votar, no hace más que confirmar el valor de la pelea que dimos en las últimas semanas por defender las mejores tradiciones de todos los trabajadores del subte.

En estas elecciones ganó la democracia de los trabajadores

En la extendida discusión que atravesó el subte en las últimas semanas, pudimos hablar con más de 1.000 trabajadores. Recorrimos las líneas y constatamos la confianza de los compañeros en las asambleas de base y en la experiencia de lucha que compartimos.

Muchos trabajadores expresaban su malestar con tantas decisiones inconsultas. Otros reconocían la importancia de no haber firmado el acta de paz social que nos impuso bajarnos de la lucha por la simple inscripción (donde quedamos en minoría), o recordaban nuestra pelea por unir nuestro sindicato a distintos sectores en lucha como el heroico conflicto de trabajadores de Kraft, o la negativa a firmar el tope salarial conveniente al gobierno contra el mandato del 35%. Pero también reconocían nuestra pelea codo a codo y en primera fila, junto a los compañeros con los que hoy tenemos importantes diferencias, por el nuevo sindicato del Subte.

Hoy tenemos que retomar el camino de la unidad para que la simple inscripción se transforme en el comienzo de una gran campaña por la personería gremial que el gobierno niega, para así barrer definitivamente a la UTA del subte. Por eso tendremos que retomar el camino de las asambleas y las medidas de fuerza.

Al mismo tiempo y como corresponde según la ley, ni bien se otorgue la simple inscripción se debe convocar a la elección de autoridades del AGTSyP con proporcionalidad y discutir democráticamente un programa y estatutos.

El desafío para los cerca de 50 compañeros que nos pusimos al frente de impulsar esta campaña es transformar el rechazo a la maniobra del gobierno en el inicio de una pelea para reorganizar a nuestro sindicato sobre la independencia política de la patronal, la burocracia y el gobierno y en base a una verdadera democracia sindical. Está claro que organizados tenemos la fuerza suficiente para garantizar la continuidad de los mejores valores que hacen a la tradición de nuestra lucha. Esta es la pelea que viene.

Prensa

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