Los graves incidentes que se registraron el lunes en el Astillero Río Santiago tuvieron ayer su derivación judicial, en medio de un cruce de acusaciones que no cesa. Así, mientras el gremio ATE Ensenada denunció penalmente al subgerente de la planta y lo responsabilizó por el inicio de la refriega, autoridades del organismo analizan por estas horas los videos del hecho para concurrir también a la justicia.

Pero además, los funcionarios del Astillero darían un paso más: elevarían un informe a la dirección de Personal de la Provincia para que eventualmente disponga sanciones contra los empleados que participaron de los incidentes. De encontrarlos responsables, el gobierno bonaerense podría disponer el inicio de sumarios, aplicar suspensiones y hasta exoneraciones de la administración pública.

En medio de un clima caldeado que no cesa, el secretario general de ATE Ensenada, Vicente Ignomiriello, denunció al subgerente general del Astillero, Cristian Urien, hermano del titular de la planta, Julio Urien. Concretamente, el dirigente lo acusa de haberlo golpeado en la cabeza y, con esa acción, de promover los incidentes registrados el lunes, que obligaron a suspender el acto que iba a encabezar el gobernador Solá.

"Me pegó en la nuca y fue el iniciador del conflicto", dijo ayer Ignomiriello a este diario.