Las fuerzas políticas se posicionaron dentro y fuera de una Legislatura cuyas sesiones sobre la expropiación de Zanon se transmitieron en vivo e íntegramente por las radios de la zona.
Los bloques de los dos partidos patronales tradicionales se partieron en la votación: la mayoría de los diputados de la UCR y la mitad del bloque peronista votaron en contra de la ley. En el MPN no faltaron diputados que dijeron que votaban “con la nariz tapada y por disciplina partidaria” mientras otro sector, a último momento, intentó introducir -y fracasó- una cláusula de paz social para maniatar y amordazar a los ceramistas.
Hubo también estruendosos silencios como el del UNE (el movimiento político impulsado por la conducción de la CTA regional) que no se pronunció ni a favor ni en contra y estuvo ausente en las dos jornadas de movilización a la Legislatura. Y tampoco faltaron los que, como el PO, intentaron sembrar confusión difundiendo mentiras tales como que con la ley que se votaba “los trabajadores quedan endeudados para pagar la expropiación” o que su sanción lleva a que la fábrica “opere bajo gestión judicial”.
M. P.