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Comunicados de prensa

IDEAS, DEBATES Y EXPERIENCIAS HISTÓRICAS

Culminó el seminario "Las mujeres y el socialismo"

Presentamos aquí una versión corregida y ampliada de esas reuniones para los/as lectores/as interesados/as y, también, para que este seminario pueda ser reproducido y debatido en otras casas socialistas del país.

Andrea D'Atri

10 de junio 2007

Aunque hoy, toda persona u organización que se reivindica socialista incluye, entre sus demandas, la igualdad de derechos para la mujer y, al mismo tiempo, considera sustancial la lucha por la emancipación de las mujeres de toda opresión en el combate contra el sistema de dominación de clase, esto no ha sido así desde un principio. La inclusión del derecho al voto en el programa de los partidos socialistas y un análisis materialista histórico de la opresión de las mujeres fueron elaborándose al calor de los tiempos y de la lucha de clases.

Desde las primeras concepciones de los socialistas utópicos que pergeñaron sociedades ideales donde se desenvolvían la cooperación igualitaria y el amor libre, hasta las denuncias realizadas por León Trotsky sobre la “filosofía de cura” que el régimen burocrático de Stalin había impuesto, con “puño de gendarme”, en la vida de las mujeres en los estados obreros que pretendían representar el “socialismo real”, muchas fueron las reflexiones, los debates y las experiencias.

Aquí pretendemos dar cuenta, en una apretada síntesis, de esta historia de “la cuestión de la mujer”, plena de combates ideológicos y políticos, esfuerzos de pensamiento y organización, que numerosas mujeres y hombres socialistas construyeron en su lucha por una sociedad totalmente liberada de las cadenas que aún hoy oprimen a millones de seres humanos a lo ancho del planeta.

Contra la visión que pretende mostrar al socialismo como una corriente monolítica, nos encontraremos con distintas alas que, lejos de coexistir armónicamente, desarrollaron un denodado combate por las ideas revolucionarias contra los prejuicios pequeñoburgueses, por el marxismo contra el revisionismo que instiló en sus filas el veneno reformista. Y nos encontraremos con que, mientras los dirigentes que burlonamente denostaban las ideas sobre la emancipación femenina y la necesidad de la organización revolucionaria de las mujeres trabajadoras fueron los primeros en propiciar la concepción de una reforma evolutiva y gradual del capitalismo, junto al ala revolucionaria permanecieron quienes, por el contrario, sostuvieron la necesidad de luchar por sus derechos e inscribir en las banderas del socialismo el combate por su liberación de toda opresión.

Desde el sentido clamor por “la proletaria del proletario” de Flora Tristán, a mediados del siglo XIX, hasta el fervoroso llamado a dar “paso a la mujer trabajadora”, de León Trotsky, el socialismo se nos presenta como una corriente totalmente vigente para la lucha de las mujeres contra un sistema que se sigue basando, aún hoy, en la explotación de la fuerza de trabajo de millones de seres humanos, divididos entre sí, también, por los prejuicios que instila la ideología patriarcal, ajena a los verdaderos intereses de los oprimidos en su lucha por la emancipación de la humanidad.

Invitamos a leer el documento completo que se adjunta en la columna de la derecha en formato pdf.

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