Como informamos en el número anterior, el 27 de noviembre, en la Coca Cola de Pompeya murió aplastado por una máquina el joven trabajador Damián Leiva, de 21 años y tan sólo 4 días de trabajo en la planta. Desde entonces, la patronal se mantiene en total silencio.
El 30 de noviembre, la empresa suspendió la reunión que realiza con los trabajadores una hora antes de la finalización de la jornada y mandó a todos los compañeros a sus casas. Estos trabajadores eran quienes habían presenciado directamente la injusta muerte de Damián.
El hecho se comentó mucho en la fábrica y los trabajadores lo interpretaron como una borrada de la patronal para no tener que afrontar las preguntas que se le iban a hacer con motivo de la muerte de Leiva. Los trabajadores, sin embargo, se dieron cuenta de la maniobra y enseguida hicieron correr la voz, uno a uno, denunciando a la patronal de cobarde e irresponsable.
Esto no es nada. El sábado 2/12 llegó a la línea de producción donde ocurrió el “accidente” una noticia que paralizó todo. Venía a la planta el padre de Damián para ver cómo y dónde perdió la vida su hijo. La patronal, al enterarse, ordenó que los trabajadores “desaparezcan” de la línea para que no tengan contacto alguno con el padre de Leiva.
La patronal engañó a la familia de la víctima, tratando de hacer pasar que en esa línea la producción estaba parada desde el día del “accidente”. Una vez que se retiró el padre de Damián, arrancaron los motores y volvieron a producir. Esto a los trabajadores los indignó y enseguida salieron a denunciarlo por toda la planta, generando en el conjunto de los compañeros un profundo rechazo a la forma con la que Coca Cola viene manejando este grave problema.
Esta es una de las empresas que tiene mejor imagen frente a los ojos de los consumidores.
Pero detrás de las multimillonarias inversiones mediáticas que realiza Coca Cola está su verdadero rostro, el que todos los trabajadores ven día a día en la fábrica, la imagen de una empresa que valora más la venta de una botella que la muerte de un obrero.
Por eso es más necesario que nunca que se cumpla el petitorio discutido en la asamblea del 27 (que publicamos en LVO anterior) y lograr el pase a planta permanente de todos los jóvenes contratados.

Corresponsal