La segunda jornada comenzó con un informe sobre situación nacional, a cargo de Christian Castillo, tomando las definiciones planteadas de los documentos publicados en el período previo al Congreso, y los sucesos de estas últimas semanas.

Castillo se centró en una serie de puntos: la definición de la actual coyuntura, partiendo de la ofensiva reaccionaria contra los luchadores y la izquierda y el resurgimiento de la crisis de la deuda; la necesidad de tener en cuenta estos ataques a la vanguardia, y cómo actuar ante ellos; los proyectos económicos burgueses en el mediano plazo; las distintas estrategias del peronismo y la oposición patronal hacia 2015, y las perspectivas del Frente de Izquierda; la importancia de la táctica de “frente único” y la política de Encuentro Nacional del Sindicalismo Combativo.

El informe comenzó con un repaso de las distintas coyunturas políticas: “la que estaba marcada por la derrota electoral del kirchnerismo y la crisis de la devaluación, con un gobierno debilitado; otra en que el gobierno asume el plan burgués, devalúa y hace el recambio ministerial, logra contener la corrida y una estabilización momentánea; y una tercer coyuntura, donde el paro del 10 de abril planteaba un carácter más inestable y transitorio”. El plan del gobierno logró concitar la unidad burguesa y plantea descargar el ajuste sobre el pueblo trabajador.

Las distintas coyunturas se dan en el marco de una situación nacional “transitoria”, definida en los documentos hacia el Congreso. Una de las claves de esta definición son las tendencias al fin del crecimiento económico a altas tasas. Si bien el shock devaluatorio del primer trimestre y la política de ajuste permitieron recomponer el frente burgués y evitar un salto en la crisis, se abrió una situación recesiva que se viene sintiendo en distintos sectores de la economía. La situación de Brasil, de bajo crecimiento, y las tendencias recesivas a nivel internacional, completan un escenario donde las patronales han respondido con suspensiones, despidos, y la no renovación a trabajadores contratados, y sobre el cual reactúa ahora la crisis de la deuda.

En el terreno del régimen, el gobierno viene de una derrota electoral y tiene dificultades para organizar una sucesión “ganadora”, y no cuenta con una oposición fuerte que constituya un recambio claro. La ventaja del kirchnerismo es la división de la oposición, entre Massa, Macri, el FA-UNEN, etc. El giro de los principales referentes políticos hacia la derecha es leído por muchas patronales como un aliento para ataques a la vanguardia, aunque la mayoría coincide en la necesidad de una transición ordenada hacia 2015.

En cuanto a la clase obrera, durante este primer semestre dio una contundente demostración de fuerzas con el paro del 10 de abril. Fue un gran pronunciamiento político nacional contra el ajuste, precedido por las duras luchas docentes. En estos momentos se están dando movimientos defensivos: los que enfrentan los despidos y suspensiones en sectores afectados por elementos de crisis; luchas salariales donde quieren imponerse aumentos salariales muy por debajo de la inflación. Nuestro partido viene planteando la necesidad de luchar por un programa para que la crisis la paguen los capitalistas, y exigiendo a los sindicatos y centrales obreras un paro nacional de 36 horas y un plan de lucha, denunciando las treguas de la burocracia sindical.

En ese marco se discutieron los nuevos elementos.

Ataques a la izquierda y coyuntura abierta

Castillo planteó que hoy estamos en una coyuntura abierta. Por un lado estamos ante una nueva crisis de la deuda signada por la ofensiva del capital financiero internacional y la decisión del gobierno argentino de pagarle a los buitres, crisis con final incierto (páginas 2 y 3), mientras al mismo tiempo hay que tomar en cuenta la ofensiva reaccionaria lanzada en los últimos meses por el mismo gobierno y las patronales. “Esta ofensiva tiene dos ejes”, señaló Castillo. “Por arriba, un ataque a los diputados del Frente de Izquierda en distintos lugares” con amenazas de sanciones en las legislaturas de Mendoza, Salta y Córdoba. Ligado a esto, hay un ataque a la vanguardia obrera de las patronales y la burocracia sindical. “En muchos gremios la crisis ha sido utilizada para querer golpear al activismo de izquierda: en la UOM de Córdoba, en Liliana de Rosario, en Gestamp, y ahora en dos fábricas emblemáticas del clasismo en Zona Norte, Lear y Donnelley”.

En Zona Norte del Gran Buenos Aires hay un proceso nuevo, y el PTS ha jugado un rol importante para que haya una militancia obrera y esta se coordine, lo cual ha permitido imponerle una cierta relación de fuerzas a las patronales. “Cuando los grandes medios hoy enfocan el peso de la izquierda – planteó Castillo – al mismo tiempo que nos dan “publicidad” nos marcan para que nos peguen”. Por eso es importante tomar conciencia de esta ofensiva, y medir la relación de fuerzas real, evitar las provocaciones, actuar de manera inteligente, preparando científicamente las respuesta.

Al mismo tiempo, se planteó que esta ofensiva hoy no es generalizada ni está asentada, sino que se centra en los gremios como Smata y UOM. En cambio, hay gremios donde se han visto procesos de lucha por salario, que pusieron en cuestión a las direcciones burocráticas, como Alimentación, docentes y telefónicos.

Debate, resoluciones y campañas

Tras el informe, hubo más de 40 intervenciones, de dirigentes obreros y otros militantes y aspirantes del partido. Entre ellos, compañeros de Lear y otras fábricas del SMATA, de la gráfica Donnelley, de Municipales y azucareros de Jujuy, de la oposición en la alimentación, docentes, etc. Un militante metalmecánico contó como ante los ataques patronales, los compañeros ven la necesidad de organizarse más seriamente. Compañeros de otra automotriz contaron cómo estaban actuando ante el conflicto, evitando las provocaciones, y la importancia de destacar que los están atacando patronales multinacionales, “buitres”, lo que puede ser denunciado y encontrar eco en la población en medio de la crisis de la deuda.

Al final del informe se propusieron una serie de campañas (ver resoluciones).