La burocracia de la Federación Marítima Portuaria (FEMPINRA), que agrupa a la mayoría de los sindicatos portuarios, viene preparando el terreno para poner un techo a las paritarias mientras avanza en sus negocios empresariales en el puerto (participación activa en el salvataje de la naviera estatal MARUBA con créditos del gobierno de Cristina).

La Federación no dudó en usar los métodos más aberrantes para tratar de callar la voluntad de muchos trabajadores de TRP, T4 y T5 que sostienen lo votado en asamblea, y que decidieron que el aumento para las paritarias debe ser del 35%, más $2000 por única vez. El reclamo que los trabajadores hicieron está muy lejos del 22% en 3 cuotas que ofrecen estos pulpos multinacionales que se llenan de dólares y euros con el comercio exterior.
Desde el principio de las negociaciones, tanto en el Ministerio como en los “plenarios”, la burocracia mostraba sus dientes. El ala más moyanista (sindicato de guincheros) empezó con insultos y descalificaciones a quienes sostenían que se puede ir por más.

El paro de junio llamado por la burocracia, donde trabajadores de T5 y de la marina mercante marcharon con la bandera por un 35% y el pase a planta permanente de los contratados, prendió la alerta. El viernes 23 antes del “plenario” en un club de La Boca, donde se iba a discutir las propuestas de las patronales, finalmente la burocracia cumplió sus amenazas y matones y burócratas del sindicato de guincheros le dan una feroz paliza a 4 delegados de marina mercante y a un delegado de los apuntadores.

La respuesta a esta brutal agresión fue la asamblea de las tres terminales donde se decidió el paro en repudio a la patoteada. La dirección de los sindicatos de marina mercante y apuntadores tuvo que dar explicaciones mientras trataban de poner paños fríos al repudio generalizado al accionar de sus colegas de la Federación.

El paro se extendió desde las 13 horas del viernes hasta las 8:30 del sábado, causando importantes pérdidas a las navieras y haciendo que cientos de camiones quedaran varados en las inmediaciones del puerto.

La respuesta inmediata de los portuarios a la cobarde agresión de la burocracia, demuestra que los trabajadores tenemos que estar unidos por encima de los diferentes gremios a los que pertenecemos para enfrentar los ataques. Porque los patrones se unen para defender sus ganancias y atacar nuestras conquistas, mientras los dirigentes nos dividen y traicionan.

Es necesario realizar un gran campaña en repudio a estas agresiones buscando la solidaridad de los trabajadores, organizaciones de derechos humanos, comisiones internas y sindicatos para que se condene públicamente este brutal accionar. No se debe permitir una agresión más a los trabajadores y delegados portuarios.

Corresponsal