La resolución que dieron los gobiernos de los países imperialistas al ascenso revolucionario de las décadas del "60/"70 (desvío en los países centrales y dictaduras sangrientas en los países llamados del "tercer mundo"), los colocó en condiciones favorables para atacar a su propio proletariado. Así, avanzaron sobre las conquistas y las condiciones de vida de los trabajadores en Europa durante los "90.