“No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos”. (Graffiti del Mayo Francés)

Una vez más, transcurre en estos días el Foro Nacional de Educación para el Cambio Social. Militantes de la Juventud del PTS asistimos y participamos desde el primer encuentro que se hizo en La Plata, intercambiando con muchos compañeros con los que compartimos luchas y que participan de este evento. También porque es una instancia (más) para llevar adelante la discusión sobre nuestras tareas e ideas, acentuando los acuerdos y sincerando las diferencias que existan entre compañeros y organizaciones.

Este año el Foro se desarrolla en medio de cambios lentos pero profundos a escala global y nacional, que es crucial entenderlos para planear nuestra militancia. A 44 años del Mayo Francés, aquel magnífico levantamiento revolucionario que marcaría toda una época, los trabajadores y la juventud alrededor del mundo están mostrando nuevamente su potencial revolucionario.

En mayo de este año, el movimiento juvenil “Yo soy 132” en México, con importantes movilizaciones y asamblea, desnudó el grotesco juego de los medios de comunicación que “prefabrican” triunfos de los partidos capitalistas, contra los intereses obreros y populares; los jóvenes de “Ocuppy” en EEUU denuncian la voracidad de los capitalistas y banqueros que engordan sus cuentas mientras los trabajadores se empobrecen; en Québec, Canadá, vienen llevando adelante una histórica huelga estudiantil por más de 100 días, con movilizaciones de 250.000 personas. ¡Y no están solos! Hoy, una enorme huelga de los combativos mineros del Estado Español se ha sumado a la movilización de los indignados, que enfrentan los ajustes del gobierno del PP;, y a las huelgas en Italia, Grecia, etc. En el mundo árabe han echado a gobiernos como en Egipto y Túnez, enfrentando a gobiernos asesinos y a la intromisión imperialista.

Pero sin duda el proceso de los hermanos chilenos se destaca por su profundidad y sus métodos radicalizados y su organización democrática. Los estudiantes de Chile, luego de los combativos pingüinos, cuestionaron el neoliberal sistema educativo, poniendo al mismo tiempo el grito en el cielo contra todo el andamiaje institucional heredado del pinochetismo. En esta lucha, sobresalen los métodos combativos, los combates callejeros y el método asambleario y de base, que cuestionaron no solamente a la derecha, sino también a la complicidad de la concertación, e incluso a los métodos burocráticos y la política “enfriadora” del PC, que llegó a negociar a espaldas de los estudiantes. Lamentablemente la conducción de la FUBA y la FUR agasajaron a la dirigente del PC, Camila Vallejos mientras miles de estudiantes, entre ellos compañeros del PTR hermano del PTS, cuestionaron su política conciliadora y su burocratismo.

Por eso es más que trascendental discutir: hace falta que la juventud y el movimiento estudiantil se sacudan la pasividad, y desperecer para ser esos aliados de los trabajadores que ya demostraron ser en los 60s y 70s. Hay que gritar que no queremos más este capitalismo que solo ofrece hambre, explotación y opresiones.

DEJANDO ATR˜áS “ÉPOCAS DE DERROTA”: DISCUTAMOS CÓMO PREPARAR EL TRIUNFO

Luego de la caída del muro de Berlín, vimos una enorme reacción contra las ideas de la izquierda, contra la idea de “revolución”; los teólogos sociales decretaron la inexistencia de la clase obrera. La importante derrota que significó la burocratización y restauración del capitalismo en el gran Estado obrero ruso, que logró conquistas sociales y culturales inéditas, donde las mujeres, las minorías, los trabajadores, los grupos nacionales ejercieron derechos que en ningún otro país conocieron, y donde el Estado funcionó en consejos democráticos de trabajadores y campesinos, permitió a los ideólogos de la resignación a bombardear las ideas que dan sustento a nuestra militancia anticapitalista. ¡Esos sí que fueron años “de perro” para militar! Los marxistas luchamos contra verdaderos “molinos de viento ideológicos”, defendiendo que nuestras ideas no habían muerto sino que conservaban plena vigencia, a pesar del capitalismo en apariencia irrefutable.

Hoy, la propia crisis de un capitalismo que no logra superar sus miserias; los primeros pasos que dan importantes luchas obreras, y el nulo sustento de estas ideas neoliberales, nos permiten no solo luchar por “pequeños cambios posibles”, o cualquier tipo de “cambio social”, sino superar todo derrotismo y levantar con fuerza las banderas del socialismo, de una transformación revolucionaria.

En las jornadas revolucionarias del 2001, los trabajadores y la juventud echamos a patadas a un presidente y demostramos que sí se podía hacer política en las calles, las asambleas, las fábricas ocupadas, los movimientos de desocupados. La idea de un cambio revolucionario no murió en el 76, ni debe ser reemplazada por un maquillaje del capitalismo argentino, junto a los mismos empresarios golpistas, y el mismo Estado represor y partidos entreguistas, como quiere el kirchnerismo. Sigue vigente la perspectiva de un anticapitalismo revolucionario, y en cada lucha de trabajadores y estudiantes, se fortalece y refresca.

Pero no somos ingenuos: el 2001 demostró que hace falta mucha más energía que la espontaneidad, que por enorme que sea, no alcanza para triunfar. Hablar del 2001 sin sacar lecciones de lo que dio y lo que no dio, nos pone un gran límite. Sin una sólida organización revolucionaria no es posible enfrentar al PJ, la burocracia sindical, y al Estado que sistemáticamente organiza la represión y la muerte de militantes; sin un programa transicional, no se puede superar al sindicalismo, a la “gestión” de cambios menores; y sin una política de independencia de clase, inevitablemente se cae en apoyar a una u otra posición centroizquierdista, ya sea del gobierno nacional, o a las variantes abrazadas a la oposición sojera. ¿La juventud que queremos está “condenada” a ésto, o puede volver a ser el poderoso aliado de los trabajadores, como lo fue en el Barrio Clínicas de Córdoba hace 43 años, enfrentando empresarios, burocracia y gobiernos? Los militantes de la Juventud del PTS nos jugamos a esta perspectiva de unir obreros y estudiantes, para enfrentar y derrotar a los capitalistas y sus Estados, y resolver las demandas obreras y populares. Esta lucha queremos darla con los compañeros que hoy militan en la izquierda independiente.

¿EL ESTADO EN DISPUTA O LUCHAR POR EL PODER OBRERO Y POPULAR?

¿Por qué después de las jornadas del 2001, de las asambleas populares, de los enormes movimientos de desocupados, de las fábricas bajo control obrero, se terminó en un gobierno como el de los Kirchner? De la política en la lucha y en las calles, a un gobierno que ya hizo un hábito el ataque a los docentes, a los petroleros, a los desocupados; donde hay más de 5 mil procesados por luchar y más de 18 muertos en protestas sociales. Estos hechos son una muestra de que el kirchnerismo, que siempre fue un defensor de los capitalistas, hoy, aun antes de que la crisis pegue con intensidad, está girando cada vez más a derecha, pasando de un hipócrita discurso de no represión, a acusar de “extorsionadores” y reprimir a los que se organizan para enfrentar a las patronales, la burocracia sindical y a las fuerzas represivas.

En el 2003, ante el profundo cuestionamiento al régimen político durante las jornadas del 2001, y cuando los asesinatos de Maxi y Darío demostraron que la represión directa sólo alentaría la lucha de los explotados, Kirchner se vio obligado a “desactivar la bomba”: hacer concesiones (apoyado en la bonanza económica) que permitieran desviar el proceso y recomponer el poder estatal. Así evitó la profundización de la rebelión, gracias a la burocracia de la CGT que frenó la emergencia de los asalariados.

Sobre ésto tenemos discusiones con compañeros de La COMPA (FPDS y La Mella principalmente). Varios compañeros de estas organizaciones defendieron una postura “autonomista” luego del 2001, sosteniendo una construcción “paralela y alternativa” al Estado, concentrando en el trabajo barrial a una importante y valiosa militancia. En aquel entonces desde del PTS luchamos por la unidad concreta entre ocupados y desocupados, siendo Zanon el emblema de esta política unitaria, sabiendo que solo si se unía a los trabajadores ocupados el movimiento piquetero lograría “trabajo genuino”. Pero también defendimos que no se puede decretar la inexistencia de un Estado que a cada rato confirma su función, enriqueciendo a los ricos, empobreciendo a los pobres, reprimiendo como el 19 y 20 de diciembre, el 26 de junio, como en Zanon, etc.
Sin embargo, luego de esta “negación” del Estado, los mismos compañeros han pasado a considerar al Estado como un campo en disputa entre “la clase dominante y los oprimidos”. Esto ha llevado a apoyar a gobiernos como el de Evo y Chávez, y a apoyar medidas K, como la política oficial hacia los juicios a genocidas o la nacionalización trucha de YPF.

NO SON “GOBIERNOS POPULARES” SI ATACAN AL PUEBLO TRABAJADOR

Los gobiernos supuestamente latinoamericanistas, sin embargo, no solamente han defendido la ganancia de empresarios poco interesados en “la Patria Grande”, como Repsol, sino que no han dudado en reprimir a trabajadores y jóvenes, como ha hecho Evo en numerosas ocasiones, siendo la mas reciente la de los trabajadores de la salud. El mismo Evo no dudó en aplicar un “gasolinazo” a la altura de los gobiernos neoliberales, reprimiendo a la enorme movilización que lucho hasta derrotar este ataque a las condiciones de vida. El propio Chávez no dudó en entregar, a pedido del fascista gobierno colombiano, a militantes de las FARC, que no pudieron hacer uso del mínimo derecho humanitario de asilo, y que fueron tirados a un Estado especialista en asesinar y desaparecer militantes y sindicalistas.

Los compañeros de la COMPA, que convocan a este Encuentro, reconocen que los problemas fundamentales del pueblo no pueden resolverse en los marcos del capitalismo, pero sostienen a estos gobiernos que defienden la propiedad privada de empresas muy ajenas a “Nuestra América”. ¿Qué tiene que ver el “capitalismo andino” del MAS, con las tesis de Mariátegui, que pensaban la resolución de las demandas de los trabajadores, unidos a los pueblos originarios y los campesinos, oponiéndose al conjunto de la burguesía?

Lejos de concebir un socialismo separado de las causas nacionales de Nuestra América, sabemos que son los nacionalismos burgueses los que han renunciado a resolver estas demandas. Como dijo Trotsky: “Nuestro proletariado debe entrar firmemente en la escena histórica para tomar en sus manos el destino de Latinoamérica y asegurar su futuro. El proletariado unificado atraerá a decenas de millones de campesinos indo-americanos, eliminará las fronteras hostiles que nos dividen y nucleará a las veinticuatro repúblicas y posesiones coloniales bajo las banderas de los Estados unidos obreros y campesinos de Latinoamérica". Julio Mella tampoco dejaba ambigüedades en este aspecto: “en su lucha contra el imperialismo –el ladrón extranjero- las burguesías -los ladrones nacionales- se unen al proletariado, buena carne de cañón. Pero acaban por comprender que es mejor hacer alianza con el imperialismo que al fin y al cabo persigue un interés semejante. De progresistas se convierten en reaccionarios. Las concesiones que hacían al proletariado para tenerlo a su lado, las traicionan cuando éste, en su avance, se convierte en un peligro tanto para el ladrón extranjero como para el nacional.” ¡Qué enorme actualidad tienen estas frases!

FORTALECER UNA POLÍTICA NI K, NI CENTROIZQUIERDA Y OPOSICIÓN SOJERA

Frente al gobierno de los K, nuestra ubicación no puede ser la de que “faltan cosas”, sin denunciar que TODAS las medidas, aun las supuestas concesiones, tienen como fin relegitimar al Estado y acentuar la ganancia empresaria. Así, los juicios a los milicos (de los que obviamente participamos activamente), fueron de la mano de legitimar y financiar a las Policías, y usar a la Gendarmería del Proyecto X; la expropiación de acciones de YPF vino “en combo” con meter a Exxon y Repsol.
Los militantes de izquierda no podemos actuar como fiscales, pidiendo que vayan “más allá” medidas cuya naturaleza es contraria a nuestros intereses. Solamente hay una manera de ubicarse frente a la disputa entre el gobierno y la oposición burguesa: rechazamos y combatimos a Clarín y los sojeros, pero no para estar de la mano de los empresarios de la UIA mimados por Cristina; combatimos en cada fábrica a Moyano, pero también a la cofradía de impresentables menemistas y fachos auspiciados por el gobierno; nos oponemos a los Duhalde y cía, pero no olvidamos que este gobierno es el que recicló a todos esos funcionarios que asesinaron a Maxi y Darío, y que por eso nunca se condenó a los responsables de la Masacre. Del Puente Pueyrredón. No sirve la lógica de apoyar los “avances” de los “menos peores”: solo sirve apostar a una construcción de verdadera independencia de clase, la de los trabajadores y la juventud pro obrera.

Para fortalecer esta lucha, esta ubicación política, impulsamos junto al PO e IS el Frente de Izquierda, que creemos que sirvió para llegar a cientos de miles de compañeros con una política de izquierda, socialista y de clase, sacando 700 mil votos, y logrando diputados en Córdoba y otro en Neuquén, que encabezan los compañeros de Zanon Alejandro López y Raúl Godoy, éste último dirigente del PTS. Esta es una herramienta para expresar sistemáticamente una política ni kirchnerista, ni de centroizquierda como Proyecto Sur. Incluso, creemos que hubiera sido muy importe que referentes del FIT, muchos de ellos reconocidos docentes e intelectuales de izquierda, fueran parte de las deliberaciones de este Foro, pero no fuimos convocados, como nosotros sí lo hacemos en las Jornadas de Marxismo con compañeros de todas las tendencias de la izquierda, incluyendo compañeros del FPDS.

LOS TRABAJADORES SE PONEN DE PIE: ¡AHÍ EST˜áN NUESTROS ALIADOS!

Uno a uno se ponen de pie sectores de trabajadores que no solamente luchan por demandas justas, sino que recuperan las tradiciones del clasismo, se organizan democráticamente, y se oponen concreta y contundentemente a los empresarios mimados desde el Estado y a la burocracia de traidores que los defiende como centinelas. Las diferentes alas de la CGT viven como empresarios: el K Rodolfo Daer cobra 77 mil pesos; Cavalieri, 102 mil pesos; Venegas, el amigo de Moyano, gana 90 mil pesos, mientras los trabajadores dejan la vida en las fábricas por sueldos de miseria.

Los dos sectores en que se dividió la conducción de la CTA, no son alternativa a esto. Tanto Yasky como Pablo Micheli llevaron al colapso de la CTA por defender métodos burocráticos, y por querer, uno, llevar a la central a la falda de Cristina, y los segundos, a la de Binner, cuyo partido viene de descontar días de huelga a los docentes, y cuyo “pollo”, Bonfatti, sostiene a la Policía asesina, que encubre a los asesinos de los compañeros del FPDS.

Frente a todas estas burocracias hay, sin embargo, otra cosa. Los últimos días, los obreros y obreras de Kraft, Pepsico, Bonafide y Fel Fort impulsaron la lista Bordó contra Daer, encabezada por el Poke Hermosilla del PTS. La lista recorrió decenas de fábricas y fue apoyada por el 40% en la elección. Un gran triunfo político. Este, sin embargo, no es un caso aislado, ya que existen sindicatos, comisiones internas u oposiciones clasistas en Zanon, jaboneros, gráficos (enfrentando al decadente -”ex combativo” Ongaro), metalúrgicos, metalmecánicos, subte, ferroviarios, y en docentes y estatales (donde frente a la verde michelista, hubo una lista nacional unitaria compuesta por el PTS, el FPDS, el PO, IS, y otros). Contra toda la cháchara kirchnerista, apoyada por dirigentes como Pianelli, la izquierda está lejos de ser marginal entre los trabajadores.

Hablar del Cordobazo no es un saludo a la bandera en cada efemérides: si cada organización estudiantil organizara decenas o cientos de estudiantes para luchar por otra universidad, por otra educación, pero también para aliarse a los trabajadores, a estos sectores clasistas, se podría recuperar una fuerte alianza cuya potencia la probó el propio Onganía...

FRENTE A LA EDUCACION KIRCHNERISTA: UNA EDUCACIÓN AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO.

Para eso, sin embargo, hay que construir centros de estudiantes democráticos en terciarios y secundarios, y en la universidad, deshacerse con desprecio de toda la herencia de la Franja Morada. En pocos días se hará en Córdoba, justo en la “casa” del enorme Cordobazo, un congreso de la Federación Universitaria Argentina. La FUA y todas las federaciones, bajo el lamentable reinado radical, se convirtió en una mera empresa, una cáscara vacía donde militantes que viven de la transa con decanos, curran con departamentos de idiomas, avalan la injerencia de empresas como La Alumbrera, y defienden un régimen oligárquico para una universidad hostil a los trabajadores.

Bajo el kirchnerismo, esta situación no ha hecho más que agravarse, ya que mantuvo la menemista Ley de Educación Superior, que los estudiantes rechazamos en durísimas luchas, y redobló la acreditación de carreras ante la CONEAU, como se vio recientemente en Psicología de la UNR. El kirchnerismo cooptó a decanos y rectores, que “recordaron” que ya no eran irigoyenistas, sino que ahora eran seguidores de Rosas y Perón. La orientación de las carreras giró más aun hacia los beneficios de empresarios. Convenios con Techint, Monsanto, La Alumbrera, son una constante. Recientemente, incluso, las camarillas dieron un salto, jubilando a decenas de profesores, muchos de ellos intelectuales renombrados como Eduardo Grüner, integrante de la Asamblea de Intelectuales, docentes y artistas en apoyo al Frente de Izquierda. ¡Hay que enfrentar juntos, unitariamente, estos ataques!

En los colegios, los kirchneristas se enarbolan defensores de la educación pública, sosteniendo que el único enemigo es Macri. “Olvidan” al parecer que la Presidenta y su Ministro, Alberto Sileoni, atacan a los docentes imponiéndoles un salario por debajo de la canasta familiar, jubilándolos compulsivamente y reprimiéndolos cuando se organizan, como ocurrió recientemente con los docentes de Santa Cruz. Al mismo tiempo los K, intentan convertir las facultades en unidades básicas, y radicales y K se unen para defender esta universidad al servicio de los capitalistas, atacando a la izquierda combativa.

EN LA UNIVERSIDAD: LUCHEMOS CONTRA LA LES Y LA CONEAU, Y RECOJAMOS LAS BANDERAS DE LA REFORMA UNIVERSITARIA DEL 18´, PARA REFUNDARLA AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES

Si frente a la universidad dominada por el oscurantismo clerical hizo falta un gran movimiento como la Reforma Universitaria de 1918, frente al dominio kirchnerista y radical, frente a una universidad cada vez más subordinada a los grandes empresarios, hace falta un proceso que continúe y profundice esa tradición, para democratizar y refundar las universidades, y orientarlas al servicio de los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre. Eso es recoger las banderas del Cordobazo.

La Juventud del PTS, muchas veces con compañeros de otras corrientes, tratamos de aportar concretamente a esta tarea, y fuimos impulsores de la elección directa del 2002, donde se eligió a Christian Castillo del PTS como director de Sociología de la UBA, contra las camarillas; impulsamos la unidad obrero estudiantil, llegando a tener tres dirigentes universitarios procesados por encabezar el apoyo a la lucha de los obreros de Kraft; luchamos para que el movimiento estudiantil se ponga a la cabeza de enfrentar la represión, inaugurando el aula Kosteki y Santillán en Sociales; conseguimos que el Centro de Filo de la UBA tenga su propia revista ideológica; somos impulsores en todo el país de asambleas e Interfacultades (como en el 99, 2003, 2005 y 2010 en la UBA); luchamos por democratizar los espacios de gestión, logrando que todos los becarios sean sorteados en Humanidades de Bahía Blanca. También difundimos con seriedad las ideas del marxismo, en revistas, cátedras, edición de libros, talleres, porque la explicación y la estrategia del marxismo mantiene plena vigencia para pensar en superar al capitalismo.

NECESITAMOS ROMPER CON LA NEFASTA TRADICION MORADA, REFUNDANDO NUESTRAS ORGANIZACIONES DE ABAJO HACIA ARRIBA

La enorme tarea de construir un movimiento estudiantil como el del Cordobazo, y de luchar por una educación y una universidad al servicio del pueblo trabajador, implica construir organizaciones democráticas, militantes, vivas. En esto hay que abrir un balance franco: por asumir una política conservadora de las organizaciones estudiantiles “heredadas” de la Franja, distintas fuerzas dirigen federaciones “recuperadas” que mantuvieron los mismos métodos y estatutos de los radicales.
El reciente fracaso de los congresos de la FUR y la FUBA no se puede explicar por el vaciamiento de los K y La Morada, actitudes esperables de los que defienden a gobiernos capitalistas y asesinos Las cosas son al revés: el problema radica en que las organizaciones recuperadas no se han propuesto organizar ni siquiera a cientos de estudiantes, sino que mantuvieron los aspectos “de servicio” de los centros (apuntes), muchas veces metiendo militantes rentados. Nada explica que el congreso de la FUBA no reúna a cientos de compañeros (aparte de los militantes de nuestras corrientes) que obliguen a la Franja y los K a dar quórum. Notesé que no hablamos de que a FUBA organice a los 350 mil estudiantes de la UBA. Pero siendo las corrientes de izquierda votadas por miles de estudiantes, no hay explicación, excepto un burocratismo conservador, para no organizar al 10 o 20% de esos compañeros. La experiencia del centro de Psico de la UNR recientemente confirma esto: la conducción fue apoyada masivamente por más de mil estudiantes. Los compañeros del FPDS y del PCR apoyaron (e integran) la gestión de una decana que se preparaba para avalar la CONEAU. Y en lugar de romper con la decana y organizar la lucha, aceptaron un plebiscito donde ganó el apoyo a la CONEAU y aun son parte de una gestión pro LES. Ese no es el camino.
Luego del fracaso de estos congresos, incluso, se han dado más pasos en este camino: los compañeros de La Mella “ungieron” un nuevo presidente que no eligió nadie, y los del PO declaran públicamente que los K y la “base” morada no son enemigos, llamándolos a dar quórum a la federación.

No hay muchas alternativas, sino dos: o administrar desde la izquierda organizaciones vacías y burocráticas creadas por la Franja, para defender cambios moleculares, avances o migajas que nos “concedan”, o bien luchar por organizaciones democráticas, con asambleas y delegados, para luchar por las demandas educativas, por una educación al servicio de los trabajadores y el pueblo pobre, para unirse con los trabajadores recuperando las banderas del Cordobazo, con la perspectiva del único “cambio social” por el que vale la pena militar y vivir: no uno que emparche a este sistema decadente, sino uno que enfrente y derrote a los capitalistas y su Estado, una verdadera revolución socialista. Esta es una tarea grande y requiere de grandes fuerzas. Les proponemos discutir cómo lograrla.