En Clave ROJA - FADU

Una nueva crisis para el gobierno del PROcesado Macri, que demuestra otra vez, que gobierna para las ganancias de amigos, constructoras e inmobiliarios en contra del pueblo trabajador, al punto de no importarle la vida. A la salida de este numero de LVO, el macrismo estará negociando en la legislatura la conformación de la Comisión Investigadora, ya que no pudo imponer su auto juicio político, para zafar de la imputación por espionaje.

El derrumbe de Villa Urquiza vuelve a dejar al descubierto que gobierna, pasando por alto los controles de obras, para que las constructoras optimicen tiempo para recuperar y multiplicar las inversiones, si de casualidad los edificios se mantienen en pie. El Barrio de Villa Urquiza se ubica segundo en el ranking del boom inmobiliario, apresurar los ritmos de obra es moneda común, cuanto menos tarda… más rápido entra al mercado de venta de departamentos. La constructora que tenía a cargo la obra y el Gobierno porteño se pasan la pelota; mientras hay vía libre a los miles de desalojos para “limpiar el terreno” a las grandes constructoras para que culminen sus negocios en espacios que han incrementado considerablemente su valor, utilizando la PFA de Aníbal Fernández o la propia PM, se esquivan inspecciones y no se cumple con un seguimiento del proceso de excavación.

Macri con su gestión intensificó lo que los gobiernos anteriores venían sosteniendo, profundizando la política de desalojos y venta de terrenos fiscales a precios de remate (como intenta hacer con el cierre y venta de los terrenos de los neuropsiquiatricos y los hospitales Ferrer y Udaondo, entre varios). Se calcula en más de 11.000 las personas en situación de calle, más de 500.000 que viven hacinadas en asentamientos o villas y los trabajadores vemos jaqueados nuestros salarios por el aumento desproporcionado de los alquileres acorde a las superganancias de constructoras e inmobiliarias. Todo con la complicidad del gobierno nacional, que en la venta de terrenos fiscales son socios del macrismo y de las mega constructoras, como en gran parte de los terrenos de Puerto Madero II que dependen del gobierno nacional mientras que la empresa IECSA, de la familia Macri, es una de las predilectas constructoras de los K.

Las condiciones en las que trabajan los obreros de la construcción volvieron a salir a la luz. A pesar de que: “La UOCRA denunció en junio que en la obra faltaba “afianzar partes inestables y apuntalar los muros medianeros” (Página12), no sólo no se tomó ninguna medida para resguardar la seguridad de los trabajadores de la obra, sino que el sindicato que debería pelear por los derechos de los trabajadores deja en manos del macrismo la decisión de continuar una obra que pone en riesgo la vida de los trabajadores y vecinos. Ni hablar de los miles de trabajadores que hoy no están sindicalizados, que no cuentan con medidas mínimas de seguridad, obra social y mucho menos ART.

Repudiamos al gobierno y las grandes empresas que hoy llevan adelante estos millonarios negocios, y que en el camino se cobran vidas. Ahora con victimas fatales, la mayoría de la oposición legislativa, denuncia sobre la falta de controles, pero viene mirando para otro lado sobre los negociados capitalistas rapaces de las megatorres, que están perjudicando a barrios enteros, como Caballito, donde las cloacas y los pluviales no dan a vasto, acaban con los pulmones de la ciudad y tantas otras cosas que vienen destruyendo barrios enteros, todo para aumentar los negocios de las constructoras e inmobiliarias y lo que es peor, en medio de una ciudad donde miles de personas viven en la calle.

A este derrumbe se suman los que no salen en los diarios, que ocurren en las villas y asentamientos, donde ante la falta de posibilidad de acceder a una vivienda, auto construyen la propia con materiales de segunda, sin planificación urbana (es decir sin cloacas, ni agua potable, ni luz, ni gas) exponiéndose a crudos inviernos y alta probabilidad de contraer enfermedades.
Mientras que un 12% de la población de la Capital (3.000.000 de habitantes) (Encuesta de condiciones de vida del INDEC) viven en emergencia habitacional, más de 127.000 viviendas deshabitadas pertenecen a los sectores altos de la población que viven del negocio de la especulación inmobiliaria.

Como estudiantes de Arquitectura de la UBA, denunciamos la complicidad que tiene la universidad con este modo de entender la vivienda, ya que forma a los futuros profesionales con las reglas del mercado, alejado del contenido social que deberíamos tener los arquitectos, siendo parte de una sociedad donde es fundamental solucionar el problema habitacional.

Guillermo Fede, Luis Lu y Maximiliano Salgado, son víctimas de la sed de ganancias de un puñado de empresarios y la complicidad gubernamental. El colmo es que el responsable de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad, Raúl Oscar Ríos, fue echado del Gobierno de la Ciudad no por su responsabilidad ante la falta de controles sino por no acompañar a Macri en el momento que fue a “poner la cara” ante la tragedia porque estaba en Boca tratando el tema Riquelme.

Por esto debemos acompañar a los familiares y vecinos para exigir la cárcel al ingeniero a cargo de la constructora, Guillermo Heyaca Varela, al responsable del área de Protección del Trabajo (DGPT) y al Ministro de Desarrollo Económico porteño y el de Desarrollo Urbano, ˜ángel Eduardo Rodríguez, Francisco Cabrera y Daniel Chaín respectivamente.

No podemos dejar en manos del gobierno, cómplice de estos negociados, el destino de los trabajadores y el pueblo. Debemos organizarnos para pelar por terminar con la construcción indiscriminada y sin plan de torres para negociados inmobiliarios, como así también imponer un plan de vivienda industrializada bajo control de los trabajadores, en base a un impuesto a las grandes fortunas, para garantizar vivienda a todos los que las necesiten.

En definitiva, otro motivo más para echar a Macri y todo su gobierno y convocar a una asamblea constituyente libre y soberana, para que sean los trabajadores y el pueblo los que discutamos e impongamos una total y completa reforma urbana y hacer de Buenos Aires una ciudad para nosotros y no para los capitalistas del negocio inmobiliario y turístico.