La diputada nacional Myriam Bregman (PTS-Frente de Izquierda) participa del multitudinario encuentro de Mujeres y Disidencias en la provincia de San Luis, junto a una importante delegación de la agrupación Pan y Rosas.

Desde allí destacó que "este Encuentro tiene un enorme desafío en momentos donde las principales víctimas del ajuste somos las mujeres: recuperar la fuerza de la marea verde, del movimiento que conquistó el aborto legal e instaló en todo el país la consigna de Ni Una Menos, de Educación Sexual Integral y de Separación de la Iglesia del Estado”. Y agregó: "La deuda fue y sigue siendo con nosotras, porque mientras se privilegia el pago al FMI, la mayoría de los hogares más pobres están a cargo de una mujer sola, a veces sobreviviendo con los magros subsidios que da el Estado, o con alguna changa o empleo precario. La pelea por trabajo con derechos para todas, pero también por un aumento salarial que supere a la inflación para las mujeres trabajadoras, muchas de ellas concentradas en gremios cómo salud, docentes, estatales y alimentación, es de primer orden”.

Junto a participantes que armaron carteles improvisados y una bandera que dice "Si tocan a las mapuche, nos tocan a todes", Bregman también se refirió a la reciente represión a la comunidad mapuche en Villa Mascardi, donde fueron detenidas mujeres, niñas e incluso una mujer embarazada y denunció que "es un salto en la respuesta criminalizadora del gobierno y en la avanzada reaccionaria de los sectores más conservadores, a los que escuchamos diariamente pedir ‘bala o carcel’ para los obreros del neumático que luchan por salario, ‘castigo’ para la juventud secundaria que toma los colegios en defensa de la educación, y criminalización para las mujeres que paran la olla o toman tierras en reclamo de vivienda". "Es despreciable cómo tratan a estas mujeres, por eso nuestro repudio tiene que ser contundente, nadie se puede quedar callado ante este aberrante atropello a los derechos humanos. Es represión y ocurre mientras transcurre este Encuentro. Lo interpretamos como un mensaje para las miles que volvimos a reunirnos después de dos años de pandemia y con el desafío de retomar nuestra lucha en las calles”.

Bregman participó junto a una importante delegación de la agrupación Pan y Rosas, junto a maestras, enfermeras, telefónicas, estatales, obreras gráficas, ceramistas, textiles, de la industria alimenticia, vitivinícolas, trabajadoras del citrus, estudiantes secundarias, terciarias y universitarias, así como las mujeres que pelean por tierra y vivienda en Guernica, Rafael Castillo, la Villa 31 y la toma de Magaldi, mujeres de los pueblos qom y mapuche, compañeras y compañeres trans.