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Internacionales

Brasil: votamos a los candidatos obreros

21 de septiembre 2006

Lula: el “padre de los pobres” que gobierna para las élites
La gran mayoría de los trabajadores va a votar por Lula, el ex-obrero que se presenta como defensor de los pobres y víctima de injusticias por parte de la “elite que siempre gobernó el país”. Pero Lula ¿se merece esa confianza por parte de los trabajadores?
Definitivamente ¡no! Él no se avergüenza de decir que su mayor decepción es que los ricos no lo apoyan, a pesar de haber beneficiado tanto a las grandes empresas y los bancos. (...)Esconde que su plan es aplicar una nueva reforma previsional, para atacar aún más a los jubilados y que el super-simples (ley de flexibilización laboral), recientemente aprobado es sólo el comienzo de una amplia reforma laboral para quitar derechos históricos (...)

Heloísa Helena no es alternativa
Considerada radical, expulsada del PT por votar en contra de la reforma del sistema previsional, Heloísa Helena no es tan socialista como dice. A cada paso se acerca más y más a los intereses de la burguesía. (...) Centró su propaganda en la reducción de las tasas de interés, una demanda compartida por todos los sectores burgueses, a excepción de los grandes bancos (...) Se calló ante la masacre contra el pueblo libanés y palestino. (...) Su vice no sólo se puso en contra de las demandas del pueblo negro sino que llegó a negar la existencia de la opresión racial (...)
No apoyamos una política burguesa “productivista” contra una neoliberal. (...) Rechazamos esa candidatura que se dice de izquierda y defiende una política que es, en lo esencial más allá de las “buenas intenciones”, proburguesa de principio a fin.

Una candidatura obrera prohibida
(...)La prohibición de la candidatura del Partido da Causa Operaria (PCO) es un ataque al ya restringido derecho democrático de los trabajadores de lanzar sus propios candidatos. El Tribunal Electoral usó una ley aprobada en el 2004 con el objetivo de prohibir su candidatura en 2006. ¡Un escándalo! Prohíben una candidatura obrera que cuenta con escasos recursos y nada se hace contra las candidaturas de los grandes partidos al servicio de la burguesía, que abiertamente utilizan financiamiento paralelo y la estructura del Estado para sus campañas.

Nuestro voto para las elecciones
Nuestra lucha, desde el inicio del proceso electoral, era por candidaturas que expresaran los intereses de los trabajadores y que denunciaran la democracia de los ricos. (...)Lamentablemente, en la disputa presidencial no existe ningún candidato que exprese mínimamente los intereses de los trabajadores.
Llamamos a anular su voto a presidente votando 29, el número de la candidatura prohibida del PCO. Tomamos esa posición en la elección a presidente como forma de denuncia contra un proceso electoral donde los trabajadores y el pueblo son impedidos de expresarse y no tienen a ningún candidato que defienda sus intereses (...).
Para ayudar a avanzar en la unidad combativa de la clase trabajadora, para gobernadores, senadores y diputados, defendemos a aquellos candidatos que expresen, aunque mínimamente, los intereses de clase de los trabajadores. En todo el país, a pesar de nuestras diferencias con esos partidos, llamamos a votar solamente las candidaturas obreras del Frente de Izquierda (las del PSTU y eventualmente alguna del PSOL o PCB) y, donde no hubiese candidatos obreros del Frente de Izquierda, llamamos a votar al PCO.
En San Pablo llamamos a votar a Mara del Hip Hop para diputado estadual, única candidatura con la que nos identificamos completamente por su programa revolucionario, su combate contra los despidos y su lucha en defensa del pueblo negro y su combate por posiciones clasistas.

Ni el PSTU ni el PCO luchan consecuentemente por los intereses de los trabajadores
Nuestra batalla en el proceso electoral fue para que la vanguardia de trabajadores que entabló importantes luchas a lo largo del gobierno Lula, que en su mayoría está organizada en Conlutas, se expresara políticamente en las elecciones.
Sostenemos que el Conat (Congreso Nacional de los Trabajadores), convocado por Conlutas, que contó con más de tres mil delegados, debería posicionarse a favor de un Frente Clasista, y que debería dirigirse a Heloísa Helena con propuestas claras para la conformación de éste. Ese Frente debería desenmascarar a Lula ante los trabajadores, utilizar la proyección nacional de Heloísa Helena para impulsar las luchas en curso y de esa forma preparar a los trabajadores para un segundo mandato de Lula mucho más inestable que el primero. (...)
Sin embargo, el PSTU se negó a seguir este camino, e incluso a conformar una verdadera ala clasista, adaptándose a Heloísa Helena (...)Así, Conlutas fue condenada a quedar en un segundo plano durante todo el proceso electoral a pesar de que huelgas históricas, como la de la Volks, hayan llamado la atención de todo el país (...) impidió que la vanguardia obrera organizada en Conlutas apareciera como una alternativa para los trabajadores. La contrapartida de esta política de adaptación en las elecciones es la impotencia para organizar a los trabajadores en la difícil lucha contra los despidos. En la General Motors de S˜ão José dos Campos, dirigida por el PSTU, los trabajadores fueron obligados a aceptar 450 Planes de Retiro Voluntario además de traslados y suspensiones sin que siquiera hubiese una huelga o una campaña fuerte dentro y fuera de la fábrica, siendo que la lucha por aumento salarial está probando que existía disposición de lucha por parte de los trabajadores. (...)
A su vez, el PCO prefirió mantenerse alejado de todo ese proceso. Se negó a participar del Conat e influenciar a la vanguardia allí organizada. Se negó a tener cualquier política para el PSTU, el PSOL y para el proceso de reorganización de los trabajadores y de la izquierda afirmando que el Frente de Izquierda es una continuación de la oposición burguesa (PSDB y PFL). Su política de autoproclamarse el partido revolucionario, deja el camino libre para que caudillos como Heloísa Helena amplíen su influencia sobre los trabajadores. (...)
Apoyamos las candidaturas obreras del Frente de Izquierda y del PCO, pero hacemos un llamado claro a los militantes de estas organizaciones, especialmente a los del PSTU. Llamamos a los compañeros a reflexionar profundamente sobre la línea política que la dirección del PSTU aplicó y sobre los motivos de sus constantes errores y zig-zags. (...) Esperamos que los compañeros puedan hacer un balance que saque lecciones de esta táctica profundamente equivocada, que como cualquier otra, está ligada a una estrategia política. (...)
Un partido revolucionario pondría en primer plano de su política el apoyo a las luchas en curso, y a Conlutas como forma de unificar a los sectores movilizados y combatir a la burocracia. Denunciaría que el programa de Heloísa Helena nada tiene que ver con un programa socialista, impidiendo que se fortalezca como “representante de la izquierda que no se vendió”. Y pondría en debate la necesidad de que en estas elecciones se expresara la independencia de clase, la lucha de clases, la denuncia del régimen, para dar pasos concretos en la construcción de un verdadero partido obrero de masas, un partido clasista y revolucionario.

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