Denunciamos la persecución lanzada por la burocracia de la COB y el MAS contra Javier Orellana (Javo), dirigente de la LOR-CI, para despedirlo de su trabajo como docente en la Universidad Nacional de Siglo XX (UNSXX), con falaces argumentos y sin prueba alguna. Los agentes del MAS han inducido en la Federación Minera, una resolución contra el compañero Javo, electo hace poco como miembro de la Federación docente de la UNSXX, pidiendo su “alejamiento definitivo” es decir, su despido, sin ninguna causa real (aluden a vagas “incoherencias” y “falta de respeto”) y pese a tener incluso fuero sindical.

La motivación es claramente política: Javo, al igual que el trabajador minero Mario Martínez (presidente de la Comisión Política del Partido de Trabajadores -PT), 22 trabajadores mineros de Huanuni, la compañera Mauge, luchadora de la salud en Cochabamba y miembro de la Central Obrera Departamental (COD), y otros activistas y luchadores sindicales, enfrentan causas y distintos tipos de ataques por el “delito” de impulsar la formación del PT, resuelta en Congresos de la Central Obrera Boliviana (COB) y otros eventos como el Congreso de Huanuni a principios de 2013, que contó con 1.300 delegados. La cúpula de la COB y sectores de la burocracia minera al servicio del oficialismo, decidieron enterrar el proceso del PT, pisoteando esas resoluciones y violando las tradiciones del combativo movimiento obrero boliviano y los propios estatutos de la COB, y han lanzado una campaña de calumnias y persecución contra la izquierda y los trabajadores que impulsan el PT.

Es que este proceso puso sobre la mesa la necesidad de la organización políticamente independiente de la clase obrera, reflejando el proceso de ruptura de sectores de trabajadores con el gobierno de Evo Morales, proceso expresado en importantes luchas obreras como la huelga de junio pasado. El MAS, comprometido en sus pactos con los empresarios y las transnacionales a mantener los bajos salarios, la precarización y la entrega de la minería a la voracidad extractiva de las grandes empresas, lanza esta dura ofensiva contra lo que considera, con razón, un peligro para su hegemonía en el movimiento sindical, algo que necesita más que nunca en vísperas de una nueva elección, donde Evo aspira a obtener su tercera presidencia.

Denunciamos el intento de expulsión de Javo y las persecuciones y sanciones a Mario Martínez, los 22 mineros de Huanuni y otros luchadores, como un ataque injustificable a los más elementales principios de democracia sindical y derechos de organización política de los trabajadores y llamamos a las fuerzas que componen el FIT, a los sindicatos combativos y organizaciones estudiantiles, a apoyar la campaña en su defensa.