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MOVIMIENTO OBRERO

Basta de dejar la vida y la salud trabajando

Para los empresarios, la vida y la salud de los trabajadores/as vale poco y nada.

Lorena Gentile

28 de febrero 2013

Basta de dejar la vida y la salud trabajando

Para los empresarios, la vida y la salud de los trabajadores/as vale poco y nada. Si lo sabremos las obreras de Kraft, que nos rebelamos en 2009 durante la epidemia de Gripe A porque no nos daban condiciones de higiene. O cuando se nos murió en la planta Marcela Ortega, una trabajadora administrativa, porque los médicos de la empresa le dieron una pastilla y la mandaron de vuelta a trabajar a pesar de sus dolores.
Y lo sentimos todos los días en nuestros cuerpos. Ocho, diez, doce horas repitiendo los mismos movimientos en las líneas, que pasan cada vez más rápido, aguantando la presión de los jefes que encima se quieren pasar de vivos.

Nosotras también somos “las de la tendinitis”. La presidenta habla todos los días de igualdad y derechos de las mujeres, pero garantiza que los empresarios se la lleven en pala a costa de nuestra salud, hasta de nuestras vidas.

El capitalismo enferma

“Tengo miedo de levantar a mi bebé y que se me caiga porque el pequeño peso vence mis brazos”, me decía una joven compañera con tendinitis en ambos brazos. Las compañeras llegan a envasar entre 75 y 80 alfajores por minuto. La patronal pone de manera demagógica un sistema de micropausas de 5 minutos “para estirar los músculos”, y luego seguir trabajando al mismo ritmo. El departamento médico tiene generalmente un “doctor” que es especialista en todo, desde ginecología hasta oftalmología. Es increíble que estas eminencias terminen como médicos laborales en las fábricas. “¿Mucho dolor en los músculos? Inyección y trabajar. ¿Tenés fiebre? Pastillita, reposo hasta que baje un poco y a trabajar”.

En Pepsico, las máquinas que en 2001 tiraban 45 paquetes de galletitas por minuto, las fueron haciendo llegar a 120 paquetes, y eran la mayoría mujeres en esas líneas para envasar. Entonces empezamos a sentir en nuestros cuerpos el desgaste que traía el aumento de los ritmos de producción.

Los precarizados tienen que trabajar horas extras de manera obligatoria, a ritmos infernales, casi sin descanso o a merced del criterio de supervisores que te “hacen sentir el rigor” de ser nuevito. Hay toda una generación que no supera los 35 años y lleva en sus cuerpos las marcas de la sed de ganancias patronales: hernias de disco, rectificaciones de columna, tendinitis, síndrome del manguito rotador, operaciones e infiltraciones de todo tipo, várices, etc.

En Kraft el turno noche trabaja 48 horas semanales, no hay día de la semana que no pisemos la fabrica. Por eso la pelea por trabajar 5 días, 8 horas sigue estando a la orden del día.

En estas páginas de La Verdad Obrera reflejamos solo una parte de las decenas de denuncias que nos han llegado desde las fábricas, los transportes, trabajadores estatales y del campo. El capitalismo enferma en todos lados, el capitalismo mata.
 
Una campaña en defensa de nuestra salud

El gobierno kirchnerkista, además de garantizar las enormes ganancias patronales, votó una ley de Riesgos de Trabajo que sigue la misma lógica que las del menemismo. Las aseguradoras son jugosos negocios empresariales en donde la mayoría de las enfermedades más comunes no son reconocidas y los servicios médicos de las empresas nos tratan como a piezas de una máquina.

Pero además sostuvo a la burocracia que es cómplice de este régimen que vivimos en las fábricas. Daer y toda la burocracia siguen siendo la garantía de mayor explotación para las patronales, y si no alcanza está el gobierno. Por eso, los compañeros y compañeras de la Agrupación Bordó siempre tomamos como bandera la defensa de la salud de los trabajadores, la lucha contra el aumento de los ritmos, contra los contratos basura y los atropellos de los líderes y supervisores. Con asambleas, paros, corte de Panamericana y movilizaciones al Ministerio de Trabajo en defensa de nuestra salud. 

Hoy los militantes del PTS, que integramos agrupaciones clasistas en distintos gremios, queremos proponerles a nuestros compañeros/as de trabajo salir a denunciar masivamente esta masacre lenta que nos mata y enferma todos los días. Basta de dejar la vida en las fábricas, basta de que los empresarios nos enfermen. Organicémonos para conquistar una jornada de 8 horas, 5 días a la semana, con un salario igual a la canasta familiar; para que haya delegados en todas las empresas que puedan controlar los ritmos de trabajo y las normas de seguridad e higiene; para que reconozcan los certificados particulares y no nos envíen a trabajar enfermos; para anular la Ley de Riesgos de Trabajo neoliberal que hoy sostiene el kirchnerismo; exijamos que las centrales sindicales se pongan al frente de esta pelea.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

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