Los trabajadores estatales del Partido de los Trabajadores Socialistas adherimos al paro de 48 hs impulsado para este jueves 4 y viernes 5 de setiembre, por el Frente de Gremios Estatales (FGE), en reclamo de una urgente recomposición salarial y la reapertura de paritarias. La inflación ha devorado el último aumento conseguido tras una larga lucha en Marzo, que finalmente quedó en un ya insuficiente 20%, luego del acuerdo entre las direcciones sindicales y el gobierno provincial.

El prolongado conflicto desatado entre las patronales agrarias y el gobierno empresarial por ver quién se queda con la mayor parte de la renta extraordinaria que dejan las exportaciones de soja, trajo como consecuencia una crisis que pretenden descargar sobre la espalda de los trabajadores. Por un lado los precios de la canasta básica han aumentado de manera brutal y por otro el gobierno nacional recorta los fondos coparticipables para las provincias. Esto hace tambalear el pacto social provincial y el “diálogo plural” ya que los dirigentes sindicales se ven obligados por la presión de las bases a llamar a un paro en reclamo de aumento salarial.

Mientras tanto, el gobierno nacional en el Consejo del Salario junto a la dirigencia sindical pacta un salario mínimo, vital y móvil de 1240$, por detrás de los $1500 que marcan la línea de pobreza. El salario queda en el freezer. Aunque no así, los beneficios a los empresarios. Acaban de pagar al contado el total de la deuda al Club de París, 6700 millones de dólares, para renegociar la deuda externa trucha que ya asciende a 150.000 millones de dólares. Autorizan aumentos de tarifas para las empresas privatizadas de luz, agua, gas, peajes y de transporte público de pasajeros. Al mismo tiempo continúan subsidiando a los empresarios con sumas millonarias.

En nuestra provincia el ministro Lembo dice que no hay plata en la provincia para aumentar los sueldos luego del aumento del 20% y el blanqueo de adicionales en la primera mitad del año. Pero no dice que hace dos meses, el gobierno provincial autorizó más subsidios al transporte y un aumento del boleto de colectivos del 39%, pasando de 0.90$ a 1.25$, un verdadero ataque al bolsillo de los trabajadores y el pueblo. También dice que desde Nación no giran más fondos, aunque no dice que los grandes productores de tabaco recibirán este año al menos 140 millones de pesos, para sostener sus abultadas ganancias. Mientras tanto, los salarios son de pobreza, seguimos fragmentados en permanentes, jornalizados, planes sociales, y nuestros hijos mueren de hambre y de rabia.

Los trabajadores estatales que militamos en el PTS planteamos que no podemos seguir discutiendo “en el aire” aumentos de 50, 100 o 200 pesos o el adelantamiento de las monedas que la dirigencia del FGE negoció luego de la lucha de principios de año. Tenemos que discutir en asambleas de base por sector un aumento de emergencia para todos los trabajadores acorde a la inflación real y no a la que dibuja el INDEK intervenido por el gobierno. La discusión debe pasar por la necesidad de cobrar un salario igual a la canasta familiar que hoy se encuentra cercana a los 3800 pesos, y éste debe ajustarse según la inflación. Ningún trabajador debe cobrar salarios por debajo de lo que cuesta vivir en este país y en esta provincia. Por eso el paro de este jueves y viernes debe ser acompañado por la movilización masiva de los trabajadores y poder imponer todas nuestras reivindicaciones:

Por un salario igual a la canasta familiar indexado de acuerdo a la inflación real

Por aumento de los planes sociales y trabajo genuino para los trabajadores desocupados.