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Internacionales

COMUNICADO DE LA LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO - CONTRACORRIENTE (MEXICO)

Ante las inundaciones en Tabasco y la tragedia para el pueblo trabajador

Desde hace casi una semana, el pueblo de Tabasco sufre los efectos del peor desastre natural en más de 50 años. Como consecuencia de las lluvias y de la apertura de la presa hidroeléctrica Peñitas (ubicada en la frontera Tabasco-Chiapas), los principales ríos que cruzan la entidad se desbordaron, provocando la inundación de la mayor parte de la entidad y la desaparición en los hechos y bajo las aguas, de Villahermosa, capital del estado.

5 de noviembre 2007

Desde hace casi una semana, el pueblo de Tabasco sufre los efectos del peor desastre natural en más de 50 años. Como consecuencia de las lluvias y de la apertura de la presa hidroeléctrica Peñitas (ubicada en la frontera Tabasco-Chiapas), los principales ríos que cruzan la entidad se desbordaron, provocando la inundación de la mayor parte de la entidad y la desaparición en los hechos y bajo las aguas, de Villahermosa, capital del estado. Más de un millón de tabasqueños fueron afectados y son arrojados aún más a la miseria y a la pobreza provocada por el gobierno estatal y federal. El pueblo trabajador de México ve las trágicas imágenes de sus hermanos tabasqueños que ya recorrienron el mundo, intentando utilizar los escasos recursos que tienen (producto de la negligencia y corrupción gubernamental) para contener la suba de las aguas, y muchos de ellos tratando de escapar, a nado o subiéndose a los techos. Hoy la ciudad está prácticamente incomunicada, y ya se ha reportado el primer muerto como resultado de las inundaciones. Esta situación –que ya se compara con los efectos de Katrina sobre Louisiana, EE.UU., en agosto del 2005- puede agravarse en las próximas horas, debido a que las autoridades federales incrementaron la apertura de la presa Peñitas, que arroja 2000 metros cúbicos por segundo al flujo de los ríos de Tabasco, y por los anuncios de nuevas precipitaciones. Se teme que revienten nuevas presas, y al estado de emergencia se han sumado 22 municipios de Chiapas.

“¡que se quede toda la noche!”

Le reclamó a Calderón un habitante de Villahermosa, cuando aquel “posaba para la foto” con una pala en sus manos. Con el usual cinismo y autoritarismo que lo caracteriza, el panista se dedicó a reclamar a los habitantes, increpándoles “¿faltan palas, o qué?”, para luego abandonar la tarea, aludiendo que debía acompañar al gobernador. Y es que, si hay un responsable de esto, son los gobiernos federal y los sucesivos gobiernos estatales, ya que se podían prever los efectos de una sobrecarga del sistema pluvial.

Tabasco es un estado cruzado por gran cantidad de ríos, entre los cuales se encuentra el Usumacinta, uno de los más caudalosos de México. Los principales municipios de la entidad, así como Villahermosa, están literalmente rodeados por los ríos, de los cuales los más importantes (como el Usumacinta y el Grijalva) desaguan en el océano, conformándose lo que se denomina un “tapón hídrico” (especialmente cuando hay marea alta). Por otra parte, la zona es objeto de varios planes agresivos de explotación hidroeléctrica, en el marco del Plan Puebla Panamá, que se planean sin ningún tipo de consideración por la situación de los habitantes ni de la naturaleza, ni por el hecho de que ya existen presas como Las Peñitas, que desequilibra la zona, como se ve hoy. Ante el evidente riesgo natural de inundación, es claro que se requería una política preventiva. Sin embargo, los distintos gobiernos de la entidad miraron para otro lado. Como denuncia el periódico La Jornada en su edición del 2 de noviembre, los anteriores gobiernos priistas de Madrazo y de Andrade no realizaron ninguna obra preventiva (después de las terribles inundaciones vividas en la entidad en 1999), y los 200 millones de dólares que estaban destinados a esas potenciales obras, desaparecieron en sus manos. El actual gobierno de Granier, por su parte, que hoy vierte “lagrimas de cocodrilo”, negó una y otra vez el peligro inminente y no realizó ninguna acción para evitar el desastre que alcanza a cientos de miles de trabajadores y habitantes del estado. El resultado de esto es evidente: no hay obras de contención ni refugios suficientes, mientras el sistema sanitario colapsa y los tabasqueños deben emigrar como refugiados de guerra.

Por su parte, las dependencias del gobierno federal aseguraron que nada sucedería, como es el caso de la Comisión Nacional del Agua y Protección Civil… que hace pocos días, cuando miles ya estaban bajo las aguas, aseguraban que “Villahermosa no se inundará”. Por otra parte, la negligencia criminal del gobierno federal tiene su punto culminante en la apertura de Las Peñitas, acción que aceleró el desastre y que ya se anunció que arrojará sus aguas sobre Tabasco durante los próximos 15 días.

Ahora el gobierno de Calderón intenta reposicionarse ante el pueblo trabajador, llamando a la “unidad de todos los mexicanos”, mientras aprovecha para sacar al ejército a las calles para tareas “sociales”. Es claro que las fuerzas armadas están preparadas para prevenir la “inestabilidad social” (“inestabilidad” que ya está anunciando el gobierno estatal), que puede producirse debido al desabasto de alimentos y de agua potable, y prevenir que se afecte la propiedad de los grandes capitalistas en la entidad.

La situación de indefensión de los habitantes de Tabasco no es un resultado “natural” de las inundaciones; es la consecuencia de la acción del gobierno federal y estatal, que no invirtió los recursos necesarios para evitar esta catástrofe, mientras con el Fobaproa y otros “rescates” (carretero, azucarero, etc.) subsidian a los grandes capitalistas. Esa negligencia criminal es la causa por la que, año con año, millones de mexicanos están indefensos ante los efectos de distintos desastres, como los huracanes y las inundaciones.

LLAMADO URGENTE A LOS SINDICATOS, ORGANIZACIONES SOCIALES Y DE DERECHOS HUMANOS

Es necesario que los sindicatos, organizaciones políticas, populares y sociales y organismos de derechos humanos de todo el país, realicemos una gran campaña de solidaridad en todos los lugares de trabajo y estudio, juntando víveres, cobijas, y ropa para los trabajadores y el pueblo de Tabasco afectados, así como para las comunidades chiapanecas que ya están sufriendo las inundaciones.

Es fundamental un plan de emergencia para prevenir nuevas catástrofes, y que comience por confiscar los bienes necesarios para la población de las grandes tiendas de autoservicio y empresas de alimentos, así como planificar un plan de obras publicas bajo el control de los pobladores y los trabajadores afectados, para evitar que los partidos patronales se vuelvan a robar el dinero.

Hay que repudiar la presencia del ejército en las ciudades y exigir su inmediato retiro, que la distribución de la ayuda la lleven adelante las organizaciones obreras y sociales, y no los que reprimen a la población. De igual forma, hay que impulsar una comisión investigadora independiente, conformada por representaciones de los pobladores y los trabajadores de Tabasco, para investigar el manejo gubernamental de los fondos destinados a las obras públicas y la apertura de la presa las Peñitas.

LIGA DE TRABAJADORES POR EL SOCIALISMO - CONTRACORRIENTE (MEXICO), integrante de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

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