Cuando en los ‘90 se privatizó el puerto de Buenos Aires, no sólo se redujeron los puestos de trabajo (de 10.000 a 2.000 trabajadores en la actualidad), sino que además cada terminal quedó en manos de una multinacional distinta, tanto de operadores logísticos como de los pulpos navieros.

Los ’90 también dejaron como saldo la división en las filas portuarias. Si antes había un solo sindicato (el SUPA), hoy existen varios sindicatos por oficios -apuntadores, guincheros y grúas móviles, marina mercante, capataces.

Con la devaluación y la bonanza de las exportaciones, el sector portuario se fue reactivando y se crearon nuevos puestos de trabajo, pero la mayoría precarios y tercerizados. Gracias a los sindicatos cómplices y su abogado-asesor, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, empresas tercerizadas como CORTARTESE, DEHER, LINERS, DOMPRA, entre otras, desembarcan en el puerto y se generalizan los trabajos fuera de convenio, bajos salarios y diferencias abismales en cuanto a derechos laborales si se lo compara con los de los trabajadores efectivos y de planta. Donde más se siente la tercerización es en estibadores y apuntadores. Allí el 97% de los trabajadores están tercerizados.

Algo empieza a cambiar

El ejemplo de lucha de los tercerizados del Roca alienta a dar una pelea de conjunto por el pase a terminal. Esto empezó a mostrarse en el paro de 48 horas de los estibadores tercerizados de T5, donde el SUPA tuvo que aparecer (acordándose de la tercerización que hay en el puerto hace más de 10 años). Pero los estibadores en asamblea no están dispuestos a aceptar sólo el pase a planta de un puñado y eso se expresó en la asamblea posterior a la firma de la conciliación obligatoria.

También en el Puerto de Campana los portuarios se movilizan y empiezan a pelear contra la precarización. En asamblea echaron al Secretario General del SUPA, que ni siquiera conseguía los mínimos elementos de seguridad para el trabajo (ni hablar de jornales garantizados o el pase a planta).

Es el momento de luchar todos juntos, más allá de las divisiones que imponen por arriba los sindicatos.

Exijamos: pase a planta de los tercerizados, los contratados, a las terminales portuarias y de los fuera de convenio, los trabajadores de plazoletas fiscales encuadrados en comercio. Apoyémonos en el ejemplo de los trabajadores del Roca y levantemos como bandera el castigo a los responsables políticos y sindicales del asesinato de Mariano Ferreyra.

Corresponsal