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MOVIMIENTO OBRERO

PARTE II: LOS "MOYANISTAS"

Alcahuetes de las petroleras, los banqueros y los terratenientes

En el número anterior reflejamos el prontuario de los dirigentes que prometen destronar a Moyano bajo el ala de Cristina. ¿Quiénes son los aliados del camionero?

Lucho Aguilar

26 de julio 2012

Alcahuetes de las petroleras, los banqueros y los terratenientes

Hugo Moyano (Camioneros) ya es conocido por todos. Se sabe del emporio que armó con sus allegados en el gremio. De su pasado en la Juventud Sindical, que actuaba en comunidad con las bandas de derecha para atacar a la izquierda socialista y peronista en Mar del Plata. Un macartismo que continúa cuando en la huelga de Kraft dispara contra “sectores de trabajadores que se politizan, comienzan a intervenir sectores de ultraizquierda y los llevan a los trabajadores a una situación como la de estos”. Por eso, mejor conocer a sus aliados. Como los “cristinistas” de la CGT-Balcarce, tienen una línea de conducta: perpetuidad en sus cargos; un pasado oscuro; sueldos y condiciones de vida que nada tienen que ver con sus representados; y el eterno afán de hacer de policía interna en el movimiento obrero.
 
Guillermo Juan Pereyra (Petroleros Privados). El ‘Caballo’ es funcionario del sindicato desde 1974, desde 1984 secretario general. Allí tiende la mano a los poderosos (“los acuerdos llegan fuera de las mesas de negociaciones, con salidas a comer algo con los que tienen poder de decisión”), pero es más duro contra los petroleros en huelga (“vamos a expulsar a estos verdaderos apóstoles de la violencia y enemigos de las filas de nuestro sindicato”). No es el único cargo de Pereyra: funcionario del MPN de Sobisch, militante de la campaña de Cristina, lobbista de las petroleras (que es casi una redundancia). Semejante trayectoria lo llevó a ser el representante sindical en el directorio de YPF. Señores y señoras, con ustedes, el burócrata mejor pago: $115.000 mensuales entre el Sindicato y la Obra Social. Encima, este 17 de julio el directorio de YPF aprobó honorarios de $30 mil para cada uno de sus integrantes. ¿No será mucho?

Gerónimo Venegas (UATRE). El ‘Momo’ es otro de los que atienden de los dos lados del mostrador: es amigo de los terratenientes pero representa a los peones rurales. Desde 1968 funcionario de UATRE, hace más de 20 años está sentado en el máximo sillón del sindicato. No lo van a sacar así nomás. Cobra $ 76.000 por mes, y sólo porque pagó cara su pelea con Cristina (a quien había impulsado como candidata en 2007). Como perdió su lugar en el RENATRE, ahora no gana los $ 30 mil que cobraba como integrante de ese organismo junto a las patronales agrarias. El año pasado había redondeado $ 1.130.000 de ingresos.
¿Sabés cuánto tardaría una cosechadora de ajo o un tarefero para ganar eso? 34 años. Siempre y cuando cobren los $2.800 del básico inicial que marca el convenio. Si son parte del 66% que trabaja en negro, como nos dijo un empacador de limones tucumano,“para juntar esa guita debería trabajar toda la vida”.

Sergio Omar Palazzo (Bancarios) es el único radical de la conducción cegetista, pero en las sombras sigue mandando su jefe Juan José Zanola. Contar la trayectoria de un hombre que mandó a la muerte a decenas de bancarios que peleaban contra el cáncer, con medicamentos falsos, parece un exceso. Pero también confirma una trayectoria. Zanola llegó a la máxima conducción como delegado normalizador de la dictadura en 1982, sin decir una palabra de los 120 bancarios desaparecidos. Autodefinido “soldado de Menem” participó de cada uno de los negociados con las obras sociales. Y como Perón decía que “el que avisa no traiciona”, cuando Cristina Kirchner se enteró que iban a denunciarlo por la mafia de medicamentos, sólo dijo “fijate bien porque Zanola es un compañero peronista que me ayudó mucho a mi y a Néstor”.
A los que no ayudó fue a los 15 mil bancarios tercerizados, ni los 15 mil que trabajan precarizados en los call-center de los bancos.

Omar Rodolfo Sans (Correos). Es el prosecretario general del FOECYT, y representa en la cúpula cegetista al impresentable Ramón Antonio Baldassini. Aquel que lleva 39 años en el gremio, que colaboró con la dictadura y hasta viajó con Videla a la asunción de Luciano B. Menéndez en Malvinas, el que dijo en el Juicio a las Juntas “no recuerdo ningún dirigente obrero que haya desaparecido”. Baldassini, al que la izquierda peronista le cantaba “CGT, el pueblo te lo pide, queremos la cabeza de Triacca y Baldassini”. Y Moyano lo pone a la cabeza…
Después la directiva del FOECYT se hizo colaboradora de Menem en la privatización del correo, parte de la gestión con Macri e impulsora de la campaña de los K. A los carteros no le fue tan bien: con el convenio de 1993 la jornada pasó de 36 a 48 horas semanales, amplió el período de prueba y permitió aumentar la productividad un 400%.
El mes pasado, Baldassini cobró $ 49.500, algo más que los $4.800 de un cartero.
 
Amadeo Nolasco Genta (Municipales).  “Nosotros somos como el obelisco; te podrá gustar o no, pero el obelisco siempre está”, dijo alguna vez Genta. Será porque desde 1983 se alterna con Patricio Datarmini en la conducción del SUTECBA y de la Ob.SBA. Con el lema “por una ciudad justa, libre, soberana, y afiliada al SUTECBA”, dirige la segunda federación con mayor cantidad de afiliados. Semejante caja le permite mantener una patota todo terreno, que actúa dentro de los edificios municipales, como padecieron los trabajadores de la Subsecretaría de Trabajo, la Dirección de Niñez, el Ministerio de Derechos Humanos, el Hospital del Quemado, y un largo etc. Pero además va donde la necesiten: como cuando fue parte, junto a barra bravas, del ataque a los inmigrantes que reclamaban viviendas en el Parque Indoamericano. Con su sueldo de $41.500 por mes, Amadeo no tiene problemas de vivienda, ni condiciones de trabajo precarias como miles de sus afiliados.

Domingo José Moreyra (Ceramistas). “Mingo” dirige hace décadas la Federación de Obreros Ceramistas. En estos años se ha encargado de hostigar a la seccional 21, encabezada por la Lista Marrón de Neuquén. Es que fueron los obreros de Zanon los que encabezaron la rebelión contra la burocracia de los hermanos Montes, para revolucionar el sindicato y convertirlo en una herramienta para la lucha de clases. Que además propone que los dirigentes vuelvan al trabajo y cobren lo mismo que sus compañeros. No encaja Moreyra en esos principios, con 30 años en el sillón y $ 73.500 de sueldo.

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