Tras la huelga en respuesta a las agresiones de la patota de la UTA del 18/02, que paralizó la emblemática línea de colectivos 60 y elresto de la empresa MONSA, la patronal contraatacó enviando 48 telegramas de despido, bajo acusaciones penales. La burocracia, en sintonía, emboscó en pleno centro porteño y golpeó duramente a dos delegados; mientras continúa apretando de forma aislada y amenazado a los choferes. El Ministerio de Trabajo, mientras tanto, intervino aplicando la conciliación obligatoria y llama a la parte obrera a mantener la paz social. Desde LVO dialogamos con Angel Perticaro, miembro del Cuerpo de Delegados de la 60.

“La patronal no reconoce el hecho”
Para el directorio de MONSA la camioneta Renault-Trafic blanca que irrumpió en Ing. Maschwitz el pasado 18 (desde donde después partirían las balas contra los trabajadores mientras realizaban una asamblea), no existió. “La patronal -comenta Angel-, no reconoce el ingreso y salida de la camioneta en un predio sobre el cual ellos son los responsables de la seguridad del lugar.” Según relatan los trabajadores presentes (vale recordar) la Trafic entró y salió frente a la cara de dos patrulleros que estaban estacionados en la puerta de la empresa, como si nada hubiese pasado. “Después llegó la policía científica y recogió las balas servidas”.

“Son delincuentes contra los trabajadores”

“Dentro de la Trafic –continúa Angel- había gente que representa al gremio en cada movilización y movida que hacen. Algunos son o fueron delegados, ahora son contratados para patotear o romper asambleas. Un grupo de delincuentes contra los intereses de los trabajadores”. En este marco mafioso, lógicamente, la patronal persigue desligarse de la patota de la UTA y de la comisaría que liberó la zona. Maniobra de patas cortas; aunque la empresa va por más. “Tras el paro -comenta-, cayeron los telegramas de despidos con la acusación de la empresa que es muy grave. Acusa a los compañeros de privación ilegítima de la libertad, daños a la propiedad privada, toma de la empresa y violación a artículos del código penal”.

“Estamos defendiendo nuestra vida y fuente de trabajo”

El paro fue contundente; una muestra de la fuerza del método de huelga y potencialidad obrera para enfrentar las patotas de la burocracia y abusos patronales. “Nosotros -continúa Angel- si sufrimos una agresión vamos a responder. No podemos tolerar bajo ningún punto de vista el uso de armas de fuego contra los trabajadores. La asamblea resolvió por unanimidad realizar el paro en repudio y solidaridad. Al rato nos enteramos que estaban reclutando a la hinchada de Chicago y All Boys, y nos empezamos a organizar como trabajadores para preparar la autodefensa. Por la tarde nos juntamos más de 500. Nosotros estamos defendiendo nuestra vida y fuente de trabajo”.

“Conciliación” y emboscada en Callao al 100

Ante tal dinámica, el Ministerio de Trabajo puso rápidamente la conciliación obligatoria en marcha. A la primer reunión, los trabajadores enviaron “a dos de los compañeros más viejos que tenemos en el Cuerpo de Delegados.” Fueron solos. Entraron y les quisieron hacer firmar las acusaciones penales que caen sobre los 48 despedidos. “Se negaron y bajaron hasta la entrada. Cuando estaban saliendo los cruzó un grupo de matones, los mismos que fueron al Bauen a pegarle a los compañeros del Subte, y los golpearon de tal forma que terminaron inconscientes en el suelo; todo a menos de cien metros del Congreso.”

¿Qué busca la empresa?

En la base crece la bronca: “los compañeros están muy indignados por lo que sucede y por las agresiones a los dos delegados. Acá se puede abrir un conflicto de mayor dimensión”. La conciliación vence el día 17/03. ¿Qué quiere la empresa? En el fondo, “sacar al Cuerpo de Delegados combativo -contesta, Angel-. Nosotros presentamos varias denuncias por incumplimiento de las leyes de contrato de trabajo; denunciando también la falta de mantenimiento de los colectivos, etc. Está claro que pretenden volver a la situación de antes, cuando se extendía la impunidad, el trabajo en negro, el pago en monedas, el aguinaldo en tres veces. Volver al miedo; a más precariedad en el trabajo.” Faltan pocos días para el 17. Los delegados y trabajadores no descartan ninguna medida, y dejan en claro que no van a permitir un solo despido.