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Internacional

DECLARACION DE CLASE CONTRA CLASE: ANTE EL GOLPE DE ZAPATERO CONTRA LA PRIVATIZACION DE AENA Y EL NUEVO PLAN DE AJUSTE

Abajo el Estado de Alarma. Defendamos el derecho de huelga

El mismo día que el Consejo de Ministros ha aprobado el segundo paquete de recortes y privatizaciones de Zapatero, en la Comisión de Fomento del Congreso se aprobaba una “ayudita” de 80 millones de euros para las empresas concesionarias de autopistas.

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9 de diciembre 2010

Abajo el Estado de Alarma. Defendamos el derecho de huelga

El mismo día que el Consejo de Ministros ha aprobado el segundo paquete de recortes y privatizaciones de Zapatero, en la Comisión de Fomento del Congreso se aprobaba una “ayudita” de 80 millones de euros para las empresas concesionarias de autopistas; junto a la anulación del subsidio miserable de 426 euros por seis meses para los parados sin prestación, y rebajas fiscales para las empresas. ¿Queda claro quién y para quién se gobierna en el Estado español?

Sin embargo, dentro de los planes de ataques y privatizaciones, ni el Gobierno, ni la oposición, ni la patronal, ni la banca, contaban con que, tres horas después de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, los controladores aéreos abandonaban en masa las torres de control en respuesta al decreto que les aumentaba la jornada laboral ordinaria y eliminaba su régimen especial de jubilación, el aperitivo de lo que vendrá para todos los trabajadores del sector si pasa la privatización de AENA propuesta por Zapatero. El Gobierno trata de cerrar así, por medio de un “decretazo”, el conflicto abierto con estos trabajadores desde 2005 por la renovación de su convenio y las intenciones de lesionar sus condiciones laborales, y que en Agosto tuvo un momento de tensión ante la amenaza de huelga que no llegó a producirse.

El espacio aéreo ha quedado cerrado en una fecha importante para el turismo como es el puente de diciembre. Un mazazo al Gobierno y la patronal, que desgraciadamente también tiene indeseables consecuencias para cientos de miles de usuarios, es comprensible su cabreo. Sin embargo la responsabilidad de la “pérdida de las vacaciones” de muchos no es de los trabajadores en lucha por sus derechos y contra los planes de un Gobierno totalmente entregado a los capitalistas nacionales e internacionales, sino precisamente a quien con estos ataques no deja otra salida que tener que tomar medidas contundentes como ésta.

¿El Gobierno de las “37 grandes empresas” contra los “privilegios”?
La campaña anti-huelga del Gobierno y los medios de comunicación burgueses no se ha hecho esperar, criminalizando la protesta. Que los controladores son un sector de trabajadores asalariados con sueldos elevadísimos ya lo sabemos, y si es así es porque ocupan un lugar estratégico en la economía, desde el cual han podido organizarse y luchar en mejores condiciones que otros trabajadores. Que el Gobierno que discute las leyes contra los trabajadores con las grandes fortunas del país, como en la reunión de los 37 presidentes de las mayores multinacionales españolas nos venda una “lucha contra los privilegiados” es a la vez cínico y ridículo. ¿El que gobierna para Botín, Ortega o Entrecanales, entre otros, quiere aparecer como el “Robin Hood” del Siglo XXI? Aplastar a los controladores es un paso más en la guerra que Zapatero ha declarado contra todos los trabajadores y sectores populares. Si consigue imponer la violación de su convenio por decreto sentará un precedente contra otros trabajadores de empresas públicas, como el metro, transportes urbanos, sanidad... Si dejamos que pase su ofensiva militarista contra el derecho de huelga ¿no volverá a estos métodos para acabar con futuras huelgas de otros trabajadores de los servicios? No olvidemos que la militarización ya se ha aplicado en democracia para reventar huelgas del metro (Madrid 1979) o de los autobuses urbanos (Zaragoza 1985).

Tanto el Gobierno como los periodistas al servicio de la patronal claman al cielo contra el chantaje de los huelguistas, mientras explican cínicamente cómo es necesario plegarse a todas y cada una de las exigencias de los capitalistas nacionales y extranjeros, cómo es imprescindible aprobar los ajustes que ellos piden para evitar que dejen de financiar la deuda; y así justifican y defienden el chantaje de los capitalistas. Pues bien los trabajadores tenemos nuestras propias armas, y entre ellas está la posibilidad de dejar de poner en marcha los resortes de la economía, es decir la huelga. Cuando usamos esta herramienta contundentemente todos los liberales y demócratas claman la intervención del Gobierno, el Ejército... como ya vimos en la huelga del Metro de Madrid del pasado verano. Para ellos que unos usen sus armas (capitales) para defender sus intereses de clase es perfectamente legítimo y aceptable, que nosotros usemos las nuestras (la huelga) es una práctica gansteril. ¡¡Valientes sinvergüenzas!!

Un “golpe militar” del Gobierno contra el derecho de huelga
Pero esta vez la campaña anti-huelga ha llegado mucho más lejos, sentando un nefasto precedente para las futuras luchas que los trabajadores deberemos emprender si no queremos que el Gobierno del PSOE lleve adelante un retroceso draconiano de nuestras condiciones de vida y trabajo.

Horas después del abandono de las torres, a las 22:45 Zapatero en Madrid firmaba y el Rey sancionaba desde Argentina el decreto por el cual efectivos del Ejército del Aire tomaron las torres y centros de control (desde julio los Ministerios de Fomento y Defensa estaban capacitando a controladores militares para tareas civiles) y el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire asumía la dirección de las tareas de AENA. Sin embargo la escasa preparación del personal militar no logró poner de nuevo en marcha los aeropuertos. Poco después la Policía Nacional y la Guardia Civil irrumpían en la asamblea de los controladores en el Hotel Auditorium, identificando a los presentes y amenazándolos con sanciones penales si no se reincorporaban a sus puestos, al más puro estilo franquista.

Visto que aún con toda esta oleada represiva no se reventaba la huelga, un Consejo de Ministros extraordinario celebrado en la mañana del sábado ha declarado por primera vez en democracia el Estado de Alarma. Nuevamente el Rey, que está ejerciendo de “representante” de las multinacionales españolas y sus negocios personales en la Cumbre Iberoamericana, sancionaba la medida. Se aplicaba así uno de los artículos más bonapartistas de la Constitución del 78, junto con el estado de excepción y de sitio. ¿Alguien pensaba que el Régimen democrático no iba a volver a usar los viejos métodos franquistas para reventar las luchas? Con el decreto se anula una gran cantidad de derechos y otorga al Gobierno potestades como el poder obligar a incorporarse a sus funciones a los controladores para garantizar el servicio aéreo. En caso de que no lo hicieran, estarían cometiendo un delito de desobediencia a la autoridad militar y podrían acabar condenados hasta a 6 años de cárcel. Además al pasar a ser considerados personal militar sus derechos de reunión, manifestación e incluso libertad de expresión quedan casi anulados, si bien este último ya estaba siendo sistemáticamente recortado por los medios de comunicación.

Se trata de todo un “golpe militar” ordenado por ZP contra el derecho de huelga. Habíamos visto a este Gobierno desplegar miles de policías en las carreteras en 2008 para acabar con el paro de los transportistas, pero esta medida va mucho más allá. Se hace uso del ejército para liquidar una huelga de trabajadores, y además de las sanciones para el que incumpla la obligación de trabajar se anuncian procesos por el abandono del puesto de trabajo bajo la acusación de sedición. Los testimonios de muchos controladores son esclarecedores de los métodos de ZP. Muchos de ellos han vuelto a la actividad al ordenárselo miembros con metralletas de la Guardia Civil. Otros, después de recibir llamadas amenazantes en sus domicilios advirtiéndoles que de no hacerlo, iban a pasar la noche en prisiones militares y se les iba a embargar el domicilio familiar.
Solo a punta de pistola y amenaza el Gobierno del PSOE ha conseguido empezar a “normalizar” el tráfico aéreo, y aún con esto la persecución promete seguir como lo demuestran los expedientes abiertos a 442 controladores.

Toda la clase obrera debe rechazar este atropello bonapartista y sumarse a la lucha contra los planes de Zapatero Muchos medios comparan la actuación del Gobierno con la que realizó Reagan en EEUU en Agosto de 1981. En aquella ocasión se produjo una huelga total de los controladores del país, y el padre de la ofensiva neoliberal la resolvió dejando en la calle a todos los huelguistas (más de 11.000), sustituyéndolos por militares, deteniendo a los principales dirigentes sindicales y cerrando el sindicato. Sobre la derrota de aquella lucha Reagan pudo después avanzar sobre las conquistas y condiciones laborales del resto de los trabajadores estadounidenses. Tuvo el mismo efecto “precedente” que la derrota de la huelga minera por su amiga Margaret Tachert en Gran Bretaña.

El gobierno es consciente de posibles resistencias de los trabajadores contra sus próximos ataques. Lo que ha pasado recientemente en Francia (con la huelga indefinida de sectores como las refinerías, reventada con una medida similar al Estado de Alarma de aquí), la lucha de los jóvenes en Gran Bretaña e Italia, las movilizaciones en Irlanda contra el nuevo plan de ajuste de la UE y del FMI... pone en alerta al Gobierno y la patronal que se preparan para enfrentar con mano dura las movilizaciones que se puedan desatar.

Por eso el ataque contra la huelga de los controladores aéreos es un ataque para toda la clase trabajadora, y si pasa con el apoyo de la opinión pública sentará muy mal precedente para los combates que tenemos por delante. Además, la actitud de los dirigentes de CCOO y UGT es lamentable, limitándose a hacer responsable al Gobierno del caos aéreo, pero sin condenar abierta y contundentemente el operativo represivo.

Contra la campaña de criminalización y el Estado de Alarma es necesario que todas las organizaciones obreras se declaren públicamente solidarias con la lucha de los controladores, contra los expedientes abiertos y denuncien abiertamente este zarpazo militarista de ZP, organizando actos, asambleas, manifestaciones... Debemos exigir a las grandes centrales sindicales, CCOO y UGT, así como a la USO por el peso específico que tiene en el sector aéreo, que apoyen activamente la lucha contra la privatización y los recortes en AENA, convocando inmediatamente a la huelga al resto del personal del sector aéreo.

El Gobierno quiere convertir la huelga de los controladores en un arma contra los trabajadores, convirtámonos en lo contrario, en la punta de lanza de un proceso de movilizaciones obreras que no se detenga hasta tumbar todos los planes de ajuste del Gobierno del PSOE, que tenga como una de sus acciones centrales la convocatoria de una segunda Huelga general para recuperar el camino iniciado el 29S y criminalmente interrumpido por la vuelta a la paz social de Toxo y Méndez.

Abajo el Estado de Alarma y las sanciones Abajo el golpe de ZP contra el derecho de huelga. Fuera Militares de los Aeropuertos Abajo la privatización de AENA y el nuevo plan de ajuste.

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