El apoyo de Kirchner al fallo de la justicia argentina culpando a Irán por el atentado a la AMIA, significa una subordinación total a la política de Bush, el Estado de Israel y sus agente locales, los sionistas-menemistas como Beraja, en momentos que Israel comete nuevas y peores masacres en Palestina. Este alineamiento de Kirchner con los Estados Unidos es compatible con el silencio cómplice alrededor del gravísimo hecho que significa la desaparición, de manos de la derecha fascista, de Jorge Julio López. El gobierno argentino cede a los grupos de tareas que secuestraron a López para frenar la lucha por el castigo a los militares golpistas que amenazaba extenderse a partir del fallo por genocidio en el juicio contra Etchecolatz. En oposición a este reclamo popular Kirchner adhiere a la campaña imperialista que, cínicamente, intenta acusar a Irán de crímenes de “lesa humanidad”, una acusación sin pruebas y basada en informes “secretos” de la CIA, el Mossad y la SIDE. ¿Cómo va a ser “defensor de los derechos humanos” un gobierno que apoya la campaña de los mayores terroristas del mundo, los EE.UU. y el Estado de Israel, contra Irán?
A dos meses de la desaparición de Julio López, decenas de miles confluimos en Plaza de Mayo y las principales ciudades del país convocados por los organismos de derechos humanos no oficialistas, sindicatos, centros de estudiantes combativos y los partidos de izquierda. Debemos dar un paso más y reunir todas estas fuerzas que se expresan contra la impunidad en una unificada Asamblea Nacional de Lucha que muestre una voluntad política nacional opuesta al ataque de los grupos ligados a los genocidas y al giro derechista del gobierno de Kirchner.

El "giro derechista" del gobierno