El sábado 3 de Julio se llevó a cabo en el Centro Cultural Octubre la presentación del libro "Pan y Rosas. Pertenencia de género y antagonismo de clase en el capitalismo", de Andrea D’Atri, quien abrió el encuentro con una introducción acerca de la publicación, la importancia de la lucha que hemos dado las mujeres a lo largo de la historia por defender nuestros derechos de género pero también de clase.
Se hicieron presentes alrededor de cincuenta personas entre trabajadoras del Hospital Paroissiene de La Matanza (que se encuentra en lucha hace casi dos meses), trabajadoras de la salud que trabajan seis horas diarias y el Municipio les paga un Plan Trabajar
(miserables $150),docentes, jóvenes estudiantes, trabajadoras de diferentes sectores y feministas de la zona. El debate lo abrieron la compañera y el compañero de Pariendo, poniendo en cuestión que la lucha de clases y una lucha contra la opresión de las mujeres no pueden ir de la mano porque dividen la fuerza de la clase obrera. En el terreno de las dobles cadenas con las que vivimos las mujeres obreras, sabemos que la lucha por nuestras reivindicaciones más urgentes (como la legalización del aborto, igual salario por igual trabajo, mejores condiciones laborales así como guarderías en los lugares de trabajo) tiene que ir en el sentido de la unidad con nuestros compañeros de clase. Fue entonces cuando las enfermeras del Hospital Paroissiene nos contaron su experiencia de lucha por aumento salarial y en las condiciones laborales en las que se encuentran. Algunas hace siete meses que trabajan limpiando una salita como prestación obligatoria del Plan Trabajar (sin seguro, sin aportes, en negro). Decidimos poner en pie un comité por una campaña por la efectivización de las trabajadoras y trabajadores del Estado que hoy trabajan en estas condiciones y por un salario igual a la canasta familiar.
Por otra parte, y dado lo rico del debate en torno a la lucha de clases y género , también realizaremos el seminario sobre Clase y Género en la Casa Cultural Octubre dentro de quince días con la idea de poder reunirnos mujeres trabajadoras, ocupadas y desocupadas, estudiantes , amas de casa, jóvenes luchadoras de la zona.
El objetivo es que empecemos a buscar diferentes formas de debatir y comenzar a unirnos para dar juntas ésta y muchas peleas más por los derechos de las mujeres trabajadoras.
Porque desde nuestra agrupación no pedimos, exigimos el pan, pero también las rosas.

Liliana y María
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