Si uno lee los diarios estos días, podría toparse con un noticia que bien calzaría como guión de una película de Martín Scorcese, por la imbricación de narcos, policía, matones y redes de trata, todo bajo el paraguas de impunidad del poder político. El jefe de la policía de Santa Fe, Hugo Tognoli, renuncia y se profuga en medio de conocerse escuchas que lo colocan como organizador del narco y protector de prostíbulos en esta "zona caliente" de las redes de trata. El gobierno “socialista” de Bonfatti amparando toda esta mafia.

Una verdadera “asociación ilícita” con paraguas gubernamental

Toda la concepción de que en las fuerzas policiales existen algunas pocas manzanas podridas cae por su propio peso. Es el propio jefe de la fuerza el que aparece organizando el tráfico de drogas. Tognoli, nada menos que ex jefe de Drogas Peligrosas, en diversas escuchas, aparece controlando los negocios, como mínimo, de los narcos Ignacio "Ojitos" Actis Caporales en Rosario, y "Vasco" Ascaini en Villa Cañás. Ante la pregunta de un dueño de un prostíbulo a un Comisario local sobre cómo meterse en la venta de cocaína, este responde sin ambagues: 30 mil pesos pagados a Tognoli. También aparece el ex Jefe de la policía, puesto en funciones por el Binner aliados con Barletta y la UCR, anoticiando a sus protegidos sobre operativos de otras fuerzas de seguridad o de otras ramas de la Santafesina que no responden a él, como el Comando Radioeléctrico. A este nivel de podredumbre llega esta trama donde se trenzan la policía, el narco y barras bravas. Es imposible que esto ocurra sin que el gobierno provincial no lo sepa.

Se equivoca, sin embargo, quien busque “bandos progresivos”: en esta interna policial, el subjefe Sola, ratificado por Lamberto y Bonfatti como Jefe interino, encabeza otra de las camarillas de esta mafia. Con Sola el Frente Progresista garantiza que continúe la maquinaria policial de narcotráfico y trata de mujeres. No perdamos de vista que en los últimos años, el narco-policial se cobró la vida de, al menos, 24 personas. El gobierno no puede “sorprenderse”: ya con el asesinato de Silvia Suppo se apresuró a descartar la hipótesis de una vendetta policial por ser testigo contra miembros de la Santafesina durante la dictadura, hecho que denuncian sus familiares. Binner desde el vamos defendió la hipótesis policial del robo perdiendo días clave para esclarecer el hecho.

Una enorme crisis política que golpea a Bonfatti y que mancha al peronismo

Cualquiera de las dos posibilidades que existen sobre el rol gubernamental, desnudan la responsabilidad política de Bonfatti y del Ministro de Seguridad Lamberto en esta enorme crisis: necesariamente esta trama organizada desde la alta cúpula policial se hace con el apoyo o el silencio del gobierno. ¿O el FAP debe reconocer que no controla ni conoce la actividad de la principal institución de “seguridad” de la provincia? En cualquier caso, la autoridad política de Bonfatti queda claramente cuestionada y la policía aparece mostrando su verdadera “función”.

La posición de Rossi, Eduardo Tognolli y el PJ es cínica: critican hipócritamente al PS y a Lamberto-Bonfatti por la excesiva “autonomía” de la policía, plantean reformas para “controlar” y propnen contar con múltiples fuerzas policiales. Sin embargo: ¿acaso la policía Santafesina no opera del mismo modo desde los gobiernos de Obeid y Reutemann? ¿No fue bajo el gobierno peronista de Lole cuando se fusiló a Pocho Lepratti y varios compañeros más el 20 de diciembre del 2001? ¿No fue asesinada Sandra Cabrera bajo el gobierno de Obeid? El kirchnerismo cacarea en Santa Fe, pero sostiene la labor de las “múltiples” policías Bonaerensas I y II, y de policías represoras en las provincias K, así como la de la Gendarmería del Proyecto X y la Policía Federal que asesinó a dos compañeros en el Parque Indoamericano, junto a la Metropolitana de Macri.

El brutal asesinato de los militantes del Frente Popular Darío Santillán Patom, Mono y Jere, en la que barras de Newells contaron con chalecos antibalas policiales, ametralladoras y armas de guerra, y la protección policial de Telettuby y los implicados, revelan un modus operandi apañado desde los gobiernos provinciales socialistas y peronistas.

El verdadero rol social de la policía, al desnudo

Numerosas organizaciones sindicales o de izquierda proponen la depuración o la reforma de esta policía. Sin embargo, ¿cuál es la función social de la Policía? Bajo el capitalismo, ser garante de los intereses de la clase dominante: controla los barrios, reprime a la juventud, ataca a la lucha de los trabajadores y sectores populares. La idea de una policía que “imparte orden” no es más que una farsa, un “dibujo” cada vez menos creíble.

El rol que las fuerzas de seguridad (policías, Gendarmería, Prefectura) comparten con las Fuerzas Armadas, el de garantizar los intereses de la clase capitalista, va de la mano con gestionar la podredumbre que las leyes declaran “ilegal”, pero que el Estado efectivamente organiza: el narcotráfico, la prostitución, etc. ¿De qué sirve, entonces, reformar esta policía? ¿Cómo se depuran algunos “miembros” de fuerzas cuyo rol de conjunto es decadente, corrupto y asesino? Las posiciones de la conducción de la CTA Micheli y de partidos de izquierda como el PCR, el MST e IS que apoyan el reclamo “salarial” de los policías, terminan presas de una política pacifista, de maquillar una institución que merece no existir. El planteo de sindicalizar los miembros de estas fuerzas, también es rengo: ahí tenemos a APROPOL el “sindicato policial” diferenciándose de Tognoli, pero para apoyar a la camarilla del Comando Radioeléctrico, que hace semanas hizo paro reclamando buenos salarios para jugar su rol represivo en marchas y barrios.

La salida de los socialistas revolucionarios

El conjunto de los sindicatos, activistas, partidos de izquierda, organismos de DDHH, debemos discutir un posicionamiento ante esta crisis política. Tenemos que exigir la cárcel a Tognoli, y cada jefe, comisario, policía o “dirigente político” involucrado en este escándalo, incluyendo al Ministro de Seguridad Lamberto. Denunciamos la responsabilidad política del PS desde el minuto 0: sostuvieron como jefe máximo a Tognoli, cuando éste ya había jugado un rol clave en el encubrimiento del crimen de Sandra Cabrera. El PTS propone que exijamos al gobierno la inmediata apertura de todos los archivos policiales que permita dilucidar los asesinatos de los pibes del FPDS, del 20 de diciembre, de Sandra Cabrera y Silvia Suppo, así como conocer los alcances de esta enorme actividad delictiva policial.

Cada vez que este Estado expresa su pus, es una oportunidad para que los explotados desarrollen sus propias formas de organización, alimentando la desconfianza en las instituciones de los capitalistas. No se puede reformarlas: los socialistas revolucionarios luchamos por la disolución de todas las fuerzas represivas. No buscamos la utopía reformista de controlar un estado al servicio de los empresarios, sino la política revolucionaria y realista de que en cada fábrica, en cada barrio en cada centro de estudio, sean los trabajadores, los pobres, los estudiantes los que organicen su autodefensa, su protección de bandas de lúmpenes policiales y de patotas sindicales, la autodefensa frente a la represión estatal y para estatal, en la perspectiva de construir un estado basado en consejos de trabajadores y del pueblo pobre, que termine con el capitalismo y sus instituciones. Es decir, un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

Partido de los Trabajadores Socialistas - Santa Fe

En el Frente de Izquierda y de los Trabajadores

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