El periódico del MAS sobre el balance de las elecciones en Capital, dice que “la cuestión de la construcción de un movimiento político de los trabajadores (revolucionario) se pone nuevamente a la orden del día, porque difícilmente logremos que por la sola evolución de nuestras organizaciones podamos dar una respuesta a la evidente necesidad de representación política de los trabajadores y los luchadores” (Socialismo o Barbarie N° 27)
Demás está decir que tenemos coincidencia con esta idea. En el actual proceso electoral el PTS agita como uno de los ejes centrales construir “un movimiento político de trabajadores”. Así consta en decenas de miles de afiches callejeros, folletos y en los spots televisivos, en los discursos de Celia Martínez, Christian Castillo y José Montes.
Sin duda esta campaña se hubiera potenciado de haber aceptado el MAS (y el PO) el Frente de Trabajadores que les propusimos, en principio, en Capital. El objetivo era golpear desde un polo de independencia de clase y agrupar a la vanguardia clasista, promoviendo a dirigentes y trabajadores de las principales luchas a la cabeza de las listas. Hubiera sido más eficaz para combatir el “voto útil” a la política aclasista de Zamora que actuó en el terreno de la izquierda y la adaptación completa al régimen burgués del MST aliado en IU al PS. Lamentablemente nuestra propuesta fue rechazada y la idea quedó en manos del PTS.
Tampoco el PO y el MST aceptaron en Neuquén un planteo de similar, no ya del PTS sino de un núcleo dirigente de los obreros de Zanon y el Sindicato ceramista, lo que hace más grave aún la negativa. En cuanto al MST, esto refleja su giro derechista siguiendo el derrotero del PC “de la izquierda a la centroizquierda”. Pero también el planteo de un movimiento político de trabajadores deberá enfrentar, dentro de la izquierda, la orientación de PO que formó un frente con IU en Neuquén y comparte en la ANT una alianza, que señalan como estratégica, con el colaboracionismo de clases del MTL-PC y el MIJD de Castells. La expulsión del FTC del Bloque Piquetero en momentos que eran calumniados por la burocracia de Luis D’Elía es una de las consecuencias de los lazos de la ANT con el Estado.
En Neuquén, aunque el frente para las elecciones no se concretó, en una declaración firmada por más de una decena de dirigentes obreros, la mayoría de los cuales no adhiere al PTS, se establece que el frente de trabajadores “Sería un primer paso para comenzar a construir una herramienta política de los trabajadores”. Por ello subsiste la idea de trabajar para la formación de esa “herramienta”, como ellos la han llamado, y ya se ha comenzado a discutir no sólo entre los ceramistas sino también en el MTD y otras organizaciones componentes de la Coordinadora del Alto Valle. La conclusión es que, tomado en las organizaciones obreras de lucha, el planteo va más allá de una táctica electoral o una campaña circunstancial.
Cuando impulsamos juntos en el mes de junio el Encuentro de Trabajadores Ocupados y Desocupados, en torno a la lucha de Brukman, el MAS propuso la constitución de una “tendencia clasista y anticapitalista”. Nosotros planteamos coordinadoras regionales y, a la vez, abrir la discusión en todas las organizaciones sobre la construcción de un movimiento o herramienta política de trabajadores. Aunque quedó sin resolverse, la discusión ha madurado: más allá de las diferencias que no vamos a ocultar, coincidimos ahora en impulsar un movimiento político de trabajadores.
En nuestra perspectiva, un movimiento por la independencia de clase debe estar ligado a un programa revolucionario y a la estrategia del poder de los trabajadores. Es para nosotros una política transicional hacia un gran partido de trabajadores revolucionario sobre lo cual también propusimos al MAS y al PO abrir el debate en agosto de 2002, sin obtener respuesta. Las condiciones actuales son distintas, impera un clima de conciliación de clases y de expectativas en Kirchner. Pero, como señala ahora el MAS, la tarea sigue estando “a la orden del día”.
Les proponemos, entonces, un polo político común para impulsarlo juntos en todos los ámbitos, en las organizaciones de desocupados y sindicatos combativos, tomando en cuenta, claro está, que importantes dirigentes de Zanon y el SOECN ya lo han planteado y partir de allí para realizar una campaña nacional de pronunciamientos y debates.