El sábado 22 en el edificio de la UPEA, uno de los bastiones de la vanguardia combativa alteña, y bajo el lema de “Por una Asamblea Popular” se reunió un plenario abierto convocado en común por la Liga Obrera Revolucionaria y Barricada Roja, y URUS en Acción (agrupación universitaria de la UTO, ciudad de Oruro). Varias decenas de compañeros participaron, la amplia mayoría de ellos estudiantes alteños, algunos hijos de mineros, otros son inmigrantes aymaras de primera o segunda generación, parte de la vanguardia que se batió en primera fila durante octubre y algunos de ellos muy reconocidos en sus carreras.
A último momento, debido a que la noche anterior, hasta la madrugada, se realizó el escrutinio de las elecciones para la FUL orureña (ganó la lista unitaria de izquierda perdiendo la derecha que controlaba hasta ahora la organización estudiantil) , muchos compañeros de esa ciudad no pudieron asistir. No obstante se hizo presente una delegación de las principales compañeras dirigentes.
Asistieron también compañeros de la UMSA (la universidad estatal paceña).
Se sesionó bajo la presidencia honoraria de la resistencia del pueblo irakí contra los invasores y de los palestinos contra Israel, de los mártires obreros, campesinos y populares del levantamiento de septiembre-octubre y de los 7 caídos en la Huelga General de la República Dominicana.
Los principales puntos tratados fueron: a) Balance y perspectivas de Octubre y la campaña por una Asamblea Popular (y en este marco la necesidad de un nuevo partido revolucionario); y b) Por una corriente estudiantil revolucionaria de alcance nacional.
La discusión fue rica (reflejando la composición del mismo plenario) y muy política. Incluso al discutir la situación universitaria se vio la necesidad de organizarse más políticamente y no limitarse a los cuestiones sindicales, pese a que hay una crisis universitaria muy grande con muchos problemas muy sentidos.
Las resoluciones adoptadas fueron:
a) Impulsar la campaña por que la COB y las organizaciones sindicales convoquen a una Asamblea Popular.
b) Impulsar la conformación de una corriente estudiantil revolucionaria de alcance nacional, comenzando por la UTO, la UPEA y la UMSA, conformándose una comisión común para discutir un documento y los ejes programáticos.
c) A iniciativa espontánea de un joven compañero trabajador alteño se acordó iniciar la formación de una tendencia sindical revolucionaria (podemos comenzar a agrupar un pequeño núcleo o círculo entre El Alto y La Paz).
Hay además acuerdo en continuar la discusión sobre la necesidad de un nuevo partido revolucionario de trabajadores, socialista e internacionalista, que supere las limitaciones centristas del POR.
Es este un pequeño pero importante paso inicial en la campaña por una Asamblea Popular, y sobre todo, hacia el reagrupamiento revolucionario de un sector de la vanguardia estudiantil.