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LUEGO DE LA REPRESIÓN Y EL ACUERDO CON CHEVRON

Pelear por la alianza de clases que pueda terminar con el régimen de las petroleras”

Entrevista a Raúl Godoy, dirigente del PTS y diputado provincial del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

PTS

5 de septiembre 2013

Pelear por la alianza de clases que pueda terminar con el régimen de las petroleras”

A una semana de la votación del acuerdo con Chevron y la represión en la Legislatura, ¿cuál es la situación política en la provincia?

El miércoles 28 fue un punto de inflexión que desnudó una gran crisis provincial. En primer lugar, existe un repudio generalizado al acuerdo con Chevron que votaron el MPN y los kirchneristas en la Legislatura, sumado al repudio a la brutal represión. Incluso lo que empezó como un rechazo al método del fracking por el alto nivel de contaminación, fue transformándose también en un sentimiento antiimperialista por la entrega de los recursos naturales a esta multinacional norteamericana. A muchos se les cayó la careta de ‘nacionales y populares’ o de ‘progres’, porque se alinearon en toda la línea con Chevron, y eso lo vieron miles.

Pero lo más importante, es que tanto por el acuerdo mismo con Chevron como por la manera en que lo votaron, es decir, entre gallos y medianoche, con la Legislatura sitiada y bajo una dura represión, se agudizó una crisis enorme dentro del MPN, el partido de gobierno, que todavía es difícil de saber hasta dónde puede llegar. Primero fue la derrota del sector del gobernador Sapag en la interna del propio MPN en las PASO contra el sector del Secretario General de Petroleros, Guillermo Pereyra, que es también Secretario Adjunto de la CGT de Moyano. Hizo campaña contra el acuerdo con Chevron y ganó inesperadamente la primaria del partido de gobierno. Y ahora es esta votación a un alto costo político. El mismo gobernador Sapag salió a decir este lunes 2 que ellos no sólo no piensan integrar la lista para octubre sino que además no piensan hacer campaña ni votar a los candidatos de su propio partido, algo inédito que profundiza la crisis.

¿Cuál fue la política de Pereyra y los petroleros frente al acuerdo con Chevron?

Pereyra hizo campaña diciendo que se oponía a este acuerdo, y con eso sacó más de 110.000 votos contra 86.000 de Ana Pechen, la vicegobernadora y candidata de Sapag. Por eso siempre dijimos que el acuerdo con Chevron ya había sido rechazado en las PASO por el 70% de los trabajadores y el pueblo de Neuquén, porque eso fue lo que sacamos los candidatos y partidos que nos opusimos a este acuerdo. Pero después de las elecciones, Pereyra literalmente se llamó a silencio y, más allá que su diputado ‘petrolero’ haya hecho un voto ‘testimonial’ en contra, no hizo absolutamente nada para evitar la entrega a Chevron. Si esos más de 100.000 que lo votaron pensaban que Pereyra se iba a oponer de verdad al acuerdo, después del 28 quedó claro para todos que fue puro discurso. Porque si el Sindicato Petrolero se decidía a poner esa fuerza social en movimiento, a los miles de trabajadores que mueven todos los días los pozos, la historia hoy sería otra. Los estatales enrolados en la CTA, los docentes de ATEN, los ceramistas, las comunidades mapuches, los estudiantes secundarios y universitarios paramos y nos movilizamos ese día, resistiendo incluso la represión del grupo especial de la policía durante ocho horas, lo cual generó un hecho político nacional mostrando una votación ilegítima, pero como siempre dijimos, era necesaria la alianza con esos trabajadores petroleros y de los grandes sindicatos industriales y de servicios, y atraer a su vez el apoyo de amplios sectores de las clases medias neuquinas que se oponen al acuerdo entreguista. Pero Pereyra se encargó particularmente de evitarlo. Incluso siendo Secretario Adjunto de la CGT de Moyano, no impulsó una sola medida nacional contra este acuerdo, y mucho menos un paro nacional. Si el paro del 20N abrió una crisis enorme al kirchnerismo, imaginate un paro nacional, con los petroleros de Neuquén a la cabeza.

¿Cómo sigue ahora la pelea contra Chevron?

Como señalan el mismo MPN y los kirchneristas, esta política de entrega de los recursos naturales a través de la YPF ‘nacional y popular’ empieza por Chevron pero no termina acá, esto es sólo el principio. Ya están hablando de traer a la mexicana PEMEX y a inversores chinos, entre otros. Es decir, el MPN asociado al kirchnerismo piensa profundizar su alianza con las petroleras, ataron su destino al negocio y al saqueo totalmente destructivo de los no convencionales. Pero esta alianza estratégica ya les significa un alto costo político, al punto de haber perdido una elección y quedarse sin candidato para octubre, llamando a no votar a su propio partido. Pero esto es sólo la parte visible de una crisis totalmente novedosa del MPN con su base histórica, cuya magnitud todavía está por verse.

En este contexto, se plantea un desafío enorme para quienes nos opusimos a este acuerdo desde una perspectiva de los trabajadores. Porque ya no son sólo los sindicatos estatales que históricamente estuvieron enfrentados al MPN, como la CTA o ATEN, los ceramistas o el movimiento estudiantil, que fueron los que se manifestaron activamente en las puertas de la Legislatura, los que rechazan esta política del gobierno de Sapag, sino que comenzó una ruptura de su base histórica y un sector estratégico como los petroleros. En octubre Pereyra irá en la boleta del MPN, pero este quiebre ya es un hecho. Y Sapag, sin re reelección posible, no tiene alternativa de sucesión a la vista.

Por eso es fundamental desde las organizaciones obreras y estudiantiles, pero también desde el propio Frente de Izquierda, que es una referencia política indiscutida para miles en la provincia, como quedó demostrado en las dos últimas elecciones y en el apoyo recibido frente a los ataques del gobierno a esta banca, levantemos una política independiente de los trabajadores, para unir ya no sólo los sindicatos y sectores históricamente opositores al MPN sino hacia los petroleros y los grandes sindicatos, en crisis con el gobierno. Esa es la fuerza social que puede derrotar al MPN y su alianza con Chevron y las petroleras, y plantear una salida estratégica como es la reestatización de toda la industria petrolera y gasífera, para ponerla a producir bajo el control de los trabajadores, junto a las comunidades mapuches y las organizaciones ambientalistas. Esta es una tarea fundamental, para el conjunto de la vanguardia de trabajadores y estudiantes que venimos resistiendo estos ataques. Nuestro horizonte estratégico es superar las resistencias parciales y poner como objetivo terminar con este régimen político de las petroleras, con la sumisión al imperialismo y avanzar en la conquista de nuestros derechos.

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