por Octavio Crivaro
Esta semana se hizo en Rosario una reunión de docentes de AMSAFE y auxiliares de ATE, a cargo de las cocinas en las escuelas santafesinas.
Reclamaban, entre otras cosas, una demanda tan importante como elemental: que se aumente la partida presupuestaria para la ración alimentaria en las escuelas. Para el peculiar socialismo del gobernador de Santa Fe, Bonfatti, y de Binner, alimentar un niño que va a la escuela cuesta, solamente, $3,10 diarios, y $1,04 la copa de leche. Es entendible esta postura ya que Binner y el PS se declaran amigos de los “socialistas” europeos que aplican brutales ajustes contra los trabajadores y la educación, a pedido de los organismos internacionales de crédito. Sin embargo, estimado lector: Binner y cía, encima, se ofrecen como amigables progresistas.

En esta reunión, uno de los presentes resumió de manera brutal el carácter del gobierno santafesino: Bonfatti destina menos presupuesto por niño que el mismísimo gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Macri, el cheto, el enemigo de los docentes, el amigo de la educación privada, tiene en las aulas alumnos mejor alimentados que “nuestros ejemplares socialistas”.

Si Binner y Bonfatti no usaran este injusto mote de socialista (referenciados en la versión pro capitalista y antiobrera de esta histórica y diversa corriente de pensamiento), no dedicaríamos más que tres o cuatro espacios. Tampoco merecerían más que un desprecio rudo si no hubiera conformistas, resignados y postrados dirigentes sindicales que apoyan a Binner como alternativa al kirchnerismo. Nos referimos a Victor De Gennaro, “padre” del espacio que dirige al gremio ATE a nivel nacional, líder de Pablo Micheli y Jorge Acedo.
Es curioso. Estos dirigentes apoyan y aplauden a Binner, mientras su gobierno (hoy con Bonfatti), persigue y cesantea a delegados y trabajadores afiliados a la CTA que ellos dirigen. Pablo Vallejo es congresal de CTERA por AMSAFE de Santa Fe Capital. Es cesanteado por su activa participación en los debates sobre la repudiada reforma curricular en secundaria impulsada por el Ministerio de Educación “socialista”. Su caso se suma a los de 7 trabajadoras de los equipos socioeducativos de Rosario, echadas por afiliarse al sindicato. La compañera auxiliar docente María Elsa Abip era delegada de ATE hasta que por “errores” del Ministerio quedo cesante. Estos casos, que seguramente también superan a los del “facho” Mauricio, se suman a los José Martínez, Javier Bolmaro y al del compañero Jorge Romero, que como delegado, militante y ex compañero de trabajo de Pocho Lepratti, fusilado en diciembre de 2001, impulsó una fuerte campaña reclamando justicia. Esto fue imperdonable para la ministra de Educación, que consideró que hizo un uso “excesivo” de su rol de delegado (sic). Para justificar esta acusación bien procesista, los “socialistas” usaron, claro, normativas del Proceso.

En las paritarias docentes, el gobierno del Frente Progresista, que comparten el PS de Binner y Bonfatti con la “renovadora” UCR, mostró que el “enano macrista” de los socialistas, se hacía día a día más alto. Al igual que Reutemann y Obeid, menemistas odiados por los docentes, amenazaron y ejecutaron descuentos de los días de paro (¡qué casualidad, igual que Macri!), como ariete para imponer una negociación salarial hostil a los trabajadores. Binner y el Tano De Gennaro sonríen con blancos dientes en actos electorales, mientras denuncian los índices truchos del INDEC. Y el gobierno santafesino que ellos integran, usan esos índices para que los docentes no tengan “reclamos desmedidos”.

Binner, Bonfatti y el PS no envidian nada a Cristina: tienen su propia “sintonía fina”. Para los trabajadores, los jóvenes, los docentes y los intelectuales socialistas, enfrentar a Binner y al Frente Amplio, es una tarea que debe hacerse con la misma fuerza con que repudiamos los ataques kirchneristas. El mote “socialistas” es una mascarada teatral que encubre la naturaleza capitalista de Binner y sus amigos.