A una semana de las primarias que le dieron el triunfo a Cristina Kirchner, los candidatos de la oposición se debaten en medio de una crisis, con pases de facturas de un lado y del otro, mientras naufragan las tentativas de que Ricardo Alfonsín o Eduardo Duhalde se “bajen” para presentar una alternativa única contra el Frente para la Victoria. Para la patronal y los medios anti K, los comicios de octubre se han transformado en una suerte de “elección legislativa”, donde el desafío al que pueden aspirar consiste en evitar que el oficialismo retome el control de ambas cámaras.

El candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, poseedor de un caudal de más del 10% de los votos, que lo dejó relativamente airoso ante la desbandada de los otros opositores al gobierno, se postula, ayudado por el establishment, como la alternativa “respetable” de la desanimada oposición burguesa. Dime con quien andas y te diré quién eres. Binner acaba de recibir el apoyo de los partidarios de Cobos en Mendoza y de sectores del radicalismo de La Pampa en crisis por el resultado electoral de Alfonsín-De Narváez. Hasta Federico Pinedo del PRO que apoyó a Duhalde, se mostró a favor de Binner, si quedara como único candidato.

Al cierre de esta edición, el ex gobernador de Santa Fe participaba del Coloquio de Idea donde suele reunirse lo más distinguido de la gran patronal nacional y extranjera. Días antes en un acto en la Bolsa de Comercio de Rosario recibía un largo aplauso, tras calentar la tribuna con un discurso favorable a la liberalización de las exportaciones y contra el intervencionismo estatal en el mercado del trigo y el maíz. El “socialista” parece ser el “preferido”, en ese selecto ámbito, de cara a las presidenciales.

Binner cuenta con un extenso currículum capaz de dejar tranquilo a cualquier burgués. Lo demostró en Santa Fe, una de las provincias más importantes del país, con quien su partido gobierna junto a la UCR y el Partido Demócrata Progresista, que le puso intendentes y funcionarios a la dictadura, entre ellos, Carlos Favario, candidato en 2009 en las listas de Binner.

El candidato a presidente del FAP no es sólo un moderado y un conservador en su estilo, es un defensor de los intereses de los capitalistas de la soja y de las multinacionales aceiteras y cerealeras quienes hasta están eximidas de pagar impuestos mientras gozan de la privatización de los puertos de la provincia. Cuando el lockout agrario de 2008 tuvo oportunidad de dejar claras sus preferencias: “La Argentina ha salido de muchas crisis siempre con el campo, y nunca va a salir en contra del campo”. El socialista Rubén Giustiniani lo demostró con su voto “negativo” en aquella recordada sesión del Senado y días antes, el mismo Binner había acompañado, solidario, a San Nicolás, a los titulares de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, y de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías, citados por la Justicia por participar de un “piquete” en la ruta 9.

Mientras destila progresismo en sus discursos, flanqueado por Victoria Donda de Libres del Sur y Víctor De Gennaro de la CTA, es bueno recordar que Santa Fe, según un informe oficial de julio de 2011, se lleva las palmas con respecto a la informalidad laboral. En ciudades como Rosario y Santa Fe el trabajo en negro es del 33,2% y 37% respectivamente, mientras que en el interior de la provincia el índice asciende al 45,3%. No es el único récord.

Santa Fe tiene el “privilegio” de encabezar el ranking de accidentes laborales fatales, superando –con un 50%, la media nacional. Octavio Crivaro, trabajador de ANSES y candidato a Diputado Nacional por el PTS en el FIT de Santa Fe declaró cuando las elecciones primarias su indignación ante la muerte de un albañil de 19 años en una obra de Granadero Baigorria: “los accidentes y muertes laborales son la realidad en la Santa Fe del “falso socialista” Binner. Jornadas interminables, salarios de hambre y trabajo precario. Así se suceden miles de accidentes laborales al año, y casi 300 muertes de trabajadores en los últimos 3 años”.

Binner tiene experiencia también en períodos de “crisis”. Suele hablar con demagogia de “Pocho Lepratti” pero formó parte en diciembre de 2001, siendo intendente de Rosario, del comité de crisis –junto al gobernador Reutemann- que ordenó la represión contra los manifestantes, cuando cayó a manos de la policía brava de Santa Fe el “ángel de la bicicleta”. Hace menos de tres meses, en pleno gobierno “socialista”, fueron absueltos los cinco policías condenados por encubrimiento del crimen del militante social de la CTA.

El “socialismo” de Binner no significa ninguna amenaza la burguesía. El candidato del FAP milita en la Internacional Socialista cuyo presidente es el primer Ministro de Grecia, George Papandreu, el mismo que aplica medidas draconianas en su país para salvar a los banqueros. Irónicamente, vale la pena decir, que los docentes de Santa Fe van al paro este jueves 25 exigiendo su derecho a jubilarse con 25 años de antigüedad, sin límite de edad. Binner, en respuesta, dijo que esta demanda es insostenible, opuesta a lo que sucede en el resto del mundo, donde se eleva la edad jubilatoria. Debe referirse, seguramente, a gobiernos ajustadores y “socialistas” como el de Papandreu.

La única alternativa socialista en octubre es la que presenta el Frente de Izquierda y de los Trabajadores. A diferencia de los falsos progresistas como Binner, apoyado por Libres del Sur y De Gennaro, levantamos un programa de lucha contra los capitalistas, por la independencia política de la clase trabajadora del gobierno y de todos los bandos patronales.