Hoy, miércoles 19 de septiembre comenzó el juicio por el asesinato de Sandra Ayala Gamboa. Ella era una joven pobre e inmigrante que llegó a La Plata desde Perú para estudiar medicina. En febrero de 2007 fue al ex Archivo del Ministerio de Economía (hoy ARBA) por una supuesta entrevista laboral, allí fue violada y asesinada.

En 5 años y 7 meses la Justicia y el Gobierno provincial no han avanzado en el esclarecimiento del FEMICIDIO de Sandra. No han sido condenados ninguno de los responsables materiales, intelectuales y políticos. A pesar de todas las pruebas, filmaciones y testimonios hay un solo imputado, Diego Cadícamo.

Durante el transcurso de la primera audiencia, cuando se iban a llevar adelante las declaraciones testimoniales claves, el Tribunal Oral Nro. 5 integrado por los jueces Carmen Palacio Arias, Alberto Nardo y Isabel Martiarena tomó la decisión de desalojar la sala, sin un argumento contundente.

Quienes estábamos presenciando el juicio éramos familiares, amigos, agrupaciones de mujeres, organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas que venimos luchando y acompañando a Nelly, la madre de Sandra.

Denunciamos y repudiamos activamente este hecho que perpetúa el encubrimiento y la impunidad con que el Estado y la Justicia han tratado este crimen desde sus inicios.

¿Acaso no se trata de un juicio oral y público? Parece ser que no, que siendo un caso emblemático de femicidio por el cual venimos luchando hace casi seis años exigiendo justicia y castigo a todos los responsables se nos priva el derecho de presenciar el juicio. Tal vez la justicia no tiene voluntad de que el juicio por la violación y femicidio de Sandra sea público. ¿De qué tienen miedo? ¿Temen, quizás, que salga a la luz el turbio entramado que hay detrás de todo esto?

Día a día, conocemos numerosos casos de femicidio, el último eslabón de una larga cadena de violencias...De eso sabemos las mujeres pobres, trabajadoras con laburos precarios, las inmigrantes que sufrimos la discriminación cotidianamente. Por eso, desde el primer momento en la exigencia de justicia nos unimos en el grito de “¡Todas somos Sandra!”.
El caso de Sandra es un claro ejemplo de cómo el Estado encubre, reproduce y legitima la violencia hacia las mujeres. El crimen fue en un edificio estatal, ninguna cerradura fue forzada, hay claros responsables políticos. La justicia mantiene completa impunidad. La sola presencia de Cadícamo en el banquillo no explica este crimen atroz.

POR UN JUICIO REALMENTE PÚBLICO!

¡JUSTICIA PARA SANDRA Y PARA TODAS LAS MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA!

¡BASTA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES! ¡NI UN FEMICIDIO MAS!

¡DESMANTELAMIENTO DE LAS REDES DE TRATA Y PROSTITUCIÓN!

Familiares de Sandra Ayala Gamboa

COB La Brecha