Este martes 05/11 nos concentramos en la puerta del Tribunal Oral Federal de San Luis, al iniciarse el segundo juicio contra los genocidas de San Luis por su accionar durante la última dictadura cívico – militar.
Es un juicio enorme, ya que son 30 los acusados y se investigarán hechos ocurridos en Villa Mercedes, Luján, La Toma y la ciudad de San Luis, en perjuicio de 11 compañeros/as víctimas de desaparición forzada y asesinatos y 25 ex detenidos políticos, víctimas de privación ilegitima de la libertad seguida de tormentos y torturas.
El kirchnerismo, al inicio de su mandato y buscando legitimación social, votó la nulidad de las leyes, pero luego de que esa enorme traba para el juzgamiento fuera removida, dejó los juicios de lesa humanidad en manos de la corporación judicial, donde el 99% de sus integrantes están comprometidos, o con el genocidio directamente, o con su impunidad posterior. Así el plan intentó ser perfecto. Usando la bandera de los derechos humanos, se cubren la cara para preservar y re-prestigiar a las fuerzas genocidas, continuar con el gatillo fácil como método de terror contra la juventud y los sectores populares, usar la represión cuando les sea necesario, espiar a los activistas con el Proyecto X, sancionar la Ley Antiterrorista para criminalizar la protesta obrera y popular, pretender bajar la edad de imputabilidad a los menores, militarizar las villas y los barrios y designar a cargo del ejército a César Milani, milico vinculado a la última dictadura. Todo esto, con la complacencia y complicidad de todos los gobiernos provinciales, incluido el de San Luis, que mira para el otro lado y nada dice del último caso de gatillo fácil en el que Leandro Daniel Bustos recibiera un balazo por parte de un efectivo policial que estaba realizando un “operativo de vigilancia” y que promueve la política del olvido y el perdón realizando obras sobre los edificios que fueron centros clandestinos de detención durante la última dictadura.
A la política de “mano dura” del kirchnerismo, de los distintos gobiernos y de los partidos políticos tradicionales, hay que oponer un programa político y un plan de lucha para terminar con la miseria y degradación de los trabajadores y sectores populares.
El castigo a los genocidas no es cosa del pasado. Porque se reciclan, porque a Teresa Rodríguez, Jorge Julio López, los activistas de Diciembre del 2001 y del Puente Pueyrredón (Kosteki y Santillán), a todos ellos, los asesinaron milicos que pasaron por los centros clandestinos. Si logran una absolución o una condena menor, eso fortalece a las fuerzas represivas que todos los días detienen, torturan o asesinan mediante el gatillo fácil, el Proyecto X y la Ley Antiterrorista. Por eso, los que padecen el espionaje y la persecución policial, los trabajadores que enfrentan los atropellos patronales, los familiares de las víctimas, debemos luchar por que se condene a todos y cada uno de estos genocidas a cárcel perpetua, común y efectiva, a la vez que redoblamos la lucha porque los autores intelectuales del genocidio, los empresarios, la jerarquía eclesiástica y quienes propagandizaron la dictadura, sean juzgados por lo que son, autores de un genocidio contra los activistas, los luchadores, los trabajadores y el pueblo pobre.
Desde la Agrupación DESDE LAS BASES (Juventud PTS + Independientes) y el PTS San Luis, exigimos:
- Cárcel perpetua, común y efectiva a los genocidas;
– Desclasificación inmediata de los archivos de las dictaduras cívico-militares;
– Justicia por Nolasco Leyes, Domingo I. Chacón, Raúl S. Cobos, Rafael R. García, Vicente Rodríguez, Adolfo E. Pérez, Raimundo D. Bodo, Luis M. Früm, Santana Alcaraz, Graciela Fiochetti y Pedro V. Ledesma.

Compañeros/as detenidos/as – desaparecidos/as, ¡PRESENTES! ¡AHORA y SIEMPRE!