Ante la pregunta de periodistas de por qué el Partido Obrero no integra el Frente de Izquierda (ver en www.ciudaduno.com), Jorge Altamira se incomoda y difama: “Les ofrecimos compartir el legislador pero ellos reclamaban más cartel. Ahora se dividieron los distritos y no se apoyan entre sí. Eso no es un frente, es una cosa espantosa (…) No vamos a enfrentar esta crisis mundial con grupos que se recelan entre sí”.

Luego que Altamira llamara a una “coalición anticapitalista” de signo y programa indefinido (salvo el programa inclaudicable de encabezar todas las candidaturas y “compartir el legislador”), ahora critica al único Frente de Izquierda y los Trabajadores, Anticapitalista y Socialista; el que formamos entre el PTS, el MAS e Izquierda Socialista, alrededor de un claro programa de independencia de clase, que presenta candidatos en base a esta plataforma común (a excepción de San Juan: ver Aclaración y delimitación, 30 de abril, en www.pts.org.ar).

No son novedosos los típicos ataques sectarios del Partido Obrero (ahora en su fase superior de anticapitalismo “testimonial”) contra los que se ubican a su izquierda. Pero lo que es verdaderamente un descaro, son las intrigas de una corriente que, sin ‘ningún recelo’, ha acordado frentes con el PCR y el MST de Ripoll, como en la FUBA y los centros de estudiantes, adaptando su programa a los acuerdos con corrientes oportunistas.