¿Que pueden destacar de su visita a Zanon?

L: Bueno, la visita fue muy enriquecedora. A nivel del conflicto fue positivo porque pudimos empezar a nacionalizar más el conflicto, salimos en varios medios, en tres canales de televisión, en ocho programas de radio; juntamos plata para el fondo de lucha, pudimos comparar nuestra experiencia con la experiencia de ellos.

P: A mi me dio una alegría gigante, y lo que más me asombró y maravillo fue ver que son seres humanos como nosotros que lograron algo que parece tan imposible, tan idílico. Era gente como nosotros: algunos muy luchadores, como algunos de nosotros, y otros no tan luchadores, como otros de nosotros. Eso fue lo que a mí más me gustó: verme reflejada en ellos.

Además de salir en los medios, ¿pudieron obtener otro tipo de apoyo?

L: Cuando llegamos había gente de varios partidos, organizaciones de derechos humanos y las Abuelas de Neuquén.

P: Aparte del apoyo de Zanon, que cuando llegamos ya nos habían armado una conferencia de prensa, recibimos apoyo de la gente de la comunidad. Vimos que Neuquén es una comunidad muy luchadora.

¿Consiguieron algún aporte para el fondo de lucha?

P: Sí, aparte del apoyo de Zanon, y de las organizaciones que también habían llevado, se vendieron azulejos de Zanon y el pueblo mismo aportó al fondo de huelga.

En las experiencias que les contaron los compañeros de Zanon, ¿encuentran algún paralelo con la situación en la que están ustedes hoy?

P: Si, navidades pobres y mucho aguante. Resistir.

L: Y por ahí hay momentos clave en lo que ellos decidieron abocarse a lo que es la opinión pública, pasar Navidad luchando para que la gente vea los momentos que pasamos. Nosotros también le dimos un enfoque hacia la gente. Ambos conflictos son como cursos acelerados, son experiencias de vida que lo cambian totalmente a uno.

¿Alguna otra conclusión que hayan sacado?

L: Lo que yo veo es a futuro, si queremos recuperar el sindicato tenemos que actuar como lo hicieron ellos y realizar varias medidas para ganarnos el apoyo de la gente del país. Además, hay que lograr que nuestras conquistas no sean sólo políticas sino que también podamos derrochar solidaridad como la hace Zanon.

P: Si, toda la solidaridad que ellos no sólo dieron, sino también la que recibieron, como lo de los presos, que le daban la comida, o lo de la comunidad mapuche. Mucha solidaridad, recibida y dada.

¿Ustedes ven que hay algún tipo de contención, que hay una respuesta de la comunidad, que los trabajadores de Zanon se han ganado un respeto?

L: Si obvio, se nota mucho eso. Es lo que creo que tenemos que buscar nosotros en el futuro. Si queremos mantener el cuerpo de delegados, el convenio, ir por el sindicato, o la reducción de la jornada, tenemos que seguir apoyándonos en la sociedad.

¿Se puede tener un sindicato distinto a los que promueven Moyano o Amoroso? ¿Que experiencia vieron?

P: Se puede a full, y ¡lo que serviría! Teniendo control de los ingresos del sindicato pudieron donarnos mucha plata. Es mucho más fácil así. Se puede, porque existe en Neuquén.

L: Si, es muy diferente. Es diferente un sindicato manejado por trabajadores a un sindicato burocrático, de gente que esta todo el día en una oficina. Siguen trabajando y están orientados hacia los trabajadores, pero no solamente hacia ellos mismos sino hacia el todos los trabajadores del sindicato ceramista y hacia el resto de la clase trabajadora.

¿Estuvieron en alguna asamblea de Zanon? ¿Que les pareció?

P: Vimos una asamblea, estaban muchos de vacaciones. Igual estaba bueno ver el debate y lo que votaban. Las ventas, las producciones, todo se votaba. Eso me sorprendió muchísimo.

L: Se puede dar tranquilamente la discusión de si apoyar a otros sectores o no y no hay prejuicios, se nota el avance de conciencia.