La semana pasada los trabajadores de Lan enrolados en APA le arrancamos a la patronal chilena una recomposición salarial de 300 pesos. Si bien el reclamo inicial superaba esta cifra, la asamblea votó aceptar esta propuesta entendiendo que se trata de un primer paso en una lucha que recién comienza.
El conflicto se inició con un contundente paro y luego devino (mientras duró la conciliación obligatoria) en un vigoroso proceso de reflexión obrera con asambleas cotidianas por sector y generales. Ese proceso tuvo la impronta de las bases, que mandataron y decidieron cada paso que los delegados llevamos a la mesa de negociación.
La astucia de los trabajadores consistió en dar vuelta la trampa que quería imponernos la patronal de negociar “plata por convenio”, criterio que ya habían impuesto para con otros sindicatos de la actividad. Lan, que viene de beneficiarse con el aumento tarifario, subsidios en el combustible y exenciones impositivas varias, pretendía que entregásemos nuestras conquistas a cambio de chirolas, intentando conciliar la necesidad de una recomposición salarial con los objetivos patronales de flexibilidad laboral. Finalmente se derrotó esta nefasta pretensión y los trabajadores salimos fortalecidos.

Un paso que nos fortalece para la pelea que se viene
Ahora los trabajadores nos aprestamos a negociar una paritaria con una de las empresas más denunciadas en el mundo por su atropello constante a los trabajadores y el ataque a las libertades sindicales propia de su origen pinochetista. Lan pretende flexibilizar y por esa vía reducir personal. Si hasta en sus pautas publicitarias, promociona el “fin del check-in” (uno de los sectores que más trabajo genera en las empresas aéreas), como si fuera beneficioso que en la Argentina haya menos trabajo.
Es necesario que los trabajadores mantengamos la guardia en alto y el estado de asamblea para defender las conquistas del convenio (que conquistamos en Lafsa) y generar nuevas y mejores condiciones convencionales. Para esto debemos combatir la idea de que tenemos que cambiar “convenio por plata” como hace correr la empresa intentando conciliar las necesidades de la empresa con las de los trabajadores. Nosotros no debemos negociar condiciones de trabajo a cambio de tener un salario que desde el vamos es el que nos corresponde. Tenemos que dar la pelea por el mejor convenio para los trabajadores junto a un verdadero aumento salarial (y no sólo recomposición), que lleve el básico a los $2.300 de la canasta familiar.