logo PTS

Actualidad

Para qué sirve la SIDE

21 de septiembre 2006

23 de abril del 2003: no habían pasado doce horas de la represión a los miles que nos manifestábamos para acompañar a las obreras y obreros de Brukman que intentaban retomar la fábrica ocupada por la Policía Federal, cuando el entonces Presidente Eduardo Duhalde, en uno de sus últimos importantes actos de gobierno, firma un decreto secreto otorgándole un adicional de 90 millones de pesos por sobre lo presupuestado a la SIDE. Cinco días después se sucedían las elecciones nacionales con las que terminó siendo ungido como Presidente la “criatura” de Duhalde, Néstor Kirchner.
Tener disponible esa plata urgía, como demuestra el testimonio de un lúmpen de la barra brava de Boca a la procesista revista Gente en su edición del 28 de octubre de 2003 : “Y te puedo contar otra: cuando en abril fue el quilombo de la fábrica Brukman, tomada por piqueteros, vino a la Bombonerita un ministro y le dio a Di Zeo 20 mil pesos para que llevara cien hombres e hicieran lío en una marcha. Fuimos, y como los piqueteros nos reconocieron, la marcha se disolvió a las tres cuadras. (...).”
A partir de una investigación basada en más testimonios, el medio www.lavaca.org afirmó que “la infiltración se concretó el 23 de abril de 2003, el día después del desalojo de la fábrica Brukman, en ocasión de la marcha de apoyo convocada por diferentes agrupaciones y que reunió a más de 25.000 personas que partieron desde Plaza Once.
Esa misma mañana, el entonces ministro del Interior Jorge Matzkin fue el encargado de concretar el contacto con Di Zeo. Fue hasta el garage de la Casa Amarilla, en la calle Balcarce, y sin bajarse nunca del auto, le entregó a Di Zeo el efectivo.
La ‘idea’ fue del entonces Subsecretario de la SIDE Oscar Rodríguez (marido de Mabel Muller, íntimos de Eduardo y Chiche Duhalde). El mismo que ya había puesto en práctica los montados ‘enfrentamientos entre manifestantes’ (...).”
En un escrito judicial de entonces, los abogados de las y los trabajadores de Brukman planteaban: (...) “habrá que investigar cuál fue la actuación que le cupo a los Servicios de Inteligencia de la Policía Federal y del Estado Nacional (SIDE), máxime si tenemos en cuenta que un alto funcionario que acompañaba al magistrado reconoció expresamente en una reunión con abogados, representantes de organizaciones gremiales, organismos de derechos humanos y diputados de la Ciudad de Buenos Aires, que las organizaciones políticas y gremiales que se expresaban durante el conflicto estaban infiltradas por agentes de inteligencia (...).

La respuesta de ellos
La respuesta fue nula, como no podía ser de otra manera en este Estado de los patrones que necesita tener un servicio secreto para espiar, infiltrar, provocar, crear intrigas, atentar a y en las organizaciones de los trabajadores, estudiantes y sectores populares.
Y también organizar, por ejemplo, el pago de coimas a los que votan contra los trabajadores, como fue en el escándalo de los senadores cuando votaron la Reforma Laboral de De la Rúa, que aún hoy mantiene toda su esencia.
La SIDE es un organismo que declara que gasta alrededor de 700 mil pesos diarios, unos 500 pesos por minuto. Oficialmente cuenta con una planta de 2.500 empleados y decenas de edificios en Capital y en todo el país, más todo tipo de departamentos de uno a tres ambientes para realizar sus ‘operaciones’.
Entre éstas se encuentra la pinchadura de teléfonos. La SIDE tiene hoy con una capacidad tecnológica de lograr escuchas de miles de teléfonos a la vez (Gerardo Young, “SIDE, La Argentina Secreta”). Por otra parte cuentan con cientos de periodistas de radio, TV y diarios, que reciben mes a mes un “sueldo” por difundir lo que necesita el poder de turno, como así también “producir” informaciones que les sirvan a los Servicios.
Su blanco es aquello que potencialmente pueda poner en riesgo los intereses de la gran patronal argentina y extranjera. Sus beneficiarios son los burgueses y sus partidos que, como el PJ y la UCR recibieron en los últimos 20 años sendos aportes por parte de la SIDE para sus campañas de distinta índole.

La respuesta necesaria
Las coimas en el Senado para votar una ley esclavista contra los trabajadores salieron de la SIDE. Este organismo maneja cientos de millones en “fondos reservados” que sólo son manejados por un puñado de gente del poder de turno. Los millones que atentan contra el pueblo y los trabajadores salen de sus propios bolsillos. Millones de pesos que podrían estar disponibles para hacer sendas obras públicas al servicio del interés popular.
La disolución de la SIDE y todos los organismos de inteligencia que tiene el Estado-Ejército, Marina, Aeronáutica, Policía, etc.- para atentar contra quienes se organizan para luchar por sus derechos, es una tarea pendiente para todos y todas quienes se reivindiquen demócratas.

Prensa

Virginia Rom 113103-4422

Elizabeth Lallana 113674-7357

Marcela Soler115470-9292

Temas relacionados: