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REFORMA MIGRATORIA : HISTORICO "DIA SIN INMIGRANTES"

Masivas marchas y boicot económico de los hispanos en Estados Unidos

2 de mayo 2006

Cerrado, 1° de mayo". El cartel estaba colgado ayer en la mayoría de las tiendas del centro de Los Angeles. En Argentina, a nadie le hubiera sorprendido. Pero los estadounidenses celebran su Día del Trabajador el primer lunes de setiembre. Es decir, el 1° de mayo en EE.UU. se trabaja normalmente. Ayer sin embargo fue una gran excepción, un día histórico.

Por primera vez, más de dos millones de personas respondieron ayer en Estados Unidos a la convocatoria de una huelga y un boicot económico, convocados por la comunidad hispana, en el "Día sin Inmigrantes", en reclamo de la legalización de los inmigrantes indocumentados. Un millón de personas marchó en Los Angeles, medio millón en Chicago y medio millón en Nue va York, según estimaciones de los organizadores, en marchas que abarcaron a un total de 60 ciudades. Muchos no fueron a trabajar ni enviaron a sus chicos a la escuela. Otros fueron a trabajar pero luego participaron de las masivas manifestaciones. El resultado no tiene precedentes.

En California adhirieron al boicot empresas como Supermercado Vallarta, Central de Abastos, Liborio Market, Tapia Brothers, Cerveza Miller, Marquez Brother, El Mexicano, la Asociación de Transportes portuarios y muchísimas otras que ayer decidieron cerrar sus puertas.

Si bien en los barrios más ricos de la ciudad, como Beverly Hills o Hollywood, las tiendas no adhirieron al boicot y mantuvieron sus puerta abiertas, en el centro de Los Angeles la gran mayoría de los negocios estaban cerrados. Las obras en construcción estaban totalmente desiertas. Más aún, a unos 50 kilómetros de Los Angeles allí donde se encuentran las granjas de verduras y frutas, nadie fue a trabajar.

"Yo trabajo en la construcción pero la empresa para la que trabajo decidió autorizar la huelga", dijo a Clarín Rubén, un obrero que participó en la marcha que comenzó en la Avenida Broadway en el Centro de Los Angeles a las 10 de la mañana.

En medio de un verdadero mar de gente, banderas estadounidenses y mexicanas, Rubén explicó que "PBK, es una empresa norteamericana. Pero no se atrevió a decirnos que no. Ellos saben perfectamente que somos ilegales, saben que los documen tos que les presentamos para poder conseguir un trabajo son falsos, por eso no se podían oponer. Si llegaban a hacerlo corrían el riesgo de quedarse sin trabajo. Si nosotros somos ilegales, ellos también".

"En el restaurante donde trabajo nos dieron el día libre. No nos van a pagar las horas de trabajo pero tampoco nos van a echar. Llegamos a un acuerdo", dijo María Elena. "Trabajo en el campo, en una granja de verduras. Somos todos mexicanos, todos ilegales. No nos podían decir que no", se sumó Carlos.

Sólo uno de la docena de trabajadores entrevistados por Clarín confesó que estaba arriesgando su trabajo. "Trabajo en un hotel del centro de Los Angeles. Nos pidieron que fuéramos a trabajar porque el hotel no puede cerrar la puerta. Yo decidí no ir a trabajar, no sé qué puede pasar mañana", señaló.

Debido a las divisiones que hubo entre las organizaciones de hispanos que estaban a favor del boicot y las que estaban en contra, muchos pensaron que iban a marchar por la calles de Los Angeles solo una minoría. Pero sin embargo las marchas de Los Angeles, Chicago, Denver, Nueva York, Nueva Orleans y otras ciudades, fueron multitudinarias

En Chicago la manifestación fue tan grande que muchos la compararon con las que había en la década del 60 cuando la comunidad afroamericana salió a luchar por sus derechos civiles.

"Yo también tengo un sueño", decía el cartel que llevaba Daniel un niño de 6 años. Su madre, María Games tenía otro cartel con las fotos de cinco miembros de su familia que pertenecen a las fuerzas armadas de Estados Unidos. "Estos son mis cuatro sobrinos: Vicente está en Afganistán, Adriana en Corea, Luis, aquí en Estados Unidos, Ramiro se quedó ciego en la Guerra del Golfo, y mi hijo, marine, está en Irak. Entonces cuando les conviene dicen que somos ilegales y cuando no les conviene los reclutan para ir a la guerra y luego les dan la ciudadana. Es un despropósito", cuenta.

Es difícil calcular cuál fue el impacto económico del boicot. La cadena CNN dijo que la "desaparición" de los inmigrantes podría costarle a Estados Unidos 1.300 millones de dólares por día. Aunque el boicot no fue homogéneo, según la CNN, los manifestantes lograron enviar "un mensaje económico" al gobierno.

En cambio, la conservadora cadena Fox citó a varios comentaristas económicos que dudaron de la incidencia del boicot, en un segmento que la televisora tituló: "¿Realmente los necesitamos?".

De acuerdo al Centro de Investigación Económica Selig, los hispanos constituyen actualmente un 15% de la fuerza laboral y su poder de compra el año pasado fue de 735.600 millones de dólares, lo que equivale a un 8,1 por ciento del total de Estados Unidos.


"Lo importante sin embargo está en el ritmo de crecimiento de la población hispana. La trayectoria es asombrosa", dijo Rakesh Kochchar del centro hispano "Pew". "El poder de compra de los hispanos aumentará entre el 2005 y el 2010 en un 48 por ciento mientras que en el resto de la población se incrementará solo un 28 por ciento", agregó.


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