Después de la patoteada de los matones de la intervención y de Alberto Fernández, el conflicto del Francés tomó una trascendencia pública enorme. Sin embargo el gobierno no ofreció nada distinto a la política que viene llevando la intervención: un fideicomiso que incluiría al BAPRO partícipe de la anterior conducción vaciadora, Nación y capitales franceses privados con el traslado compulsivo de trabajadores a dependencias públicas para de esa manera achicar el plantel del hospital. En cuanto al reclamo de los trabajadores (ingreso de los despedidos, pago inmediato de los sueldos, e insumos), lo deja supeditado a la aceptación de esta propuesta, que implicaría la continuidad de la intervención responsable de la crisis actual que envió a la patota K para golpear a trabajadores, familiares, periodistas y diputados. Peor aún, esta siguió chantajeando a los trabajadores para que levanten todas las medidas antes de sentarse a dialogar. Así lo hicieron los trabajadores, dando una tregua de 24 horas. Pero fueron burlados en su buena fe, ya que la oferta fue casi la misma que la semana pasada. Si los trabajadores aceptan el paquete les pagarían sólo una pequeña parte de los salarios atrasados. Al cierre de esta edición los trabajadores evaluaban la propuesta mientras ponen en pie una comisión de lucha que incluye la actual comisión interna ampliada a dos representantes votados por sector.

Hacer del Francés una causa nacional
Mas allá de los pasos tácticos que se den o los logros que se consigan, es evidente que el gobierno no está dispuesto a barrer con la intervención y mucho menos estatizar el hospital. Por lo tanto las salidas que puedan proponer serán en el mejor de los casos “pan para hoy, hambre para mañana” como dice Matías (ver reportaje).
Para lograr una salida de fondo, la lucha del Francés debe convertirse en una causa nacional como lo fue Aerolíneas Argentinas en el 2001. En primer lugar reafirmando el programa votado en la asamblea conjunta de trabajadores médicos, no médicos y afiliados del miércoles pasado: Reincorporación inmediata de los despedidos, pago de salarios, fuera la intervención, comisión de emergencia de trabajadores, afiliados y médicos para dirigir el hospital con los insumos y los fondos necesarios como primer paso hacia la estatización.
Para esto hay que lograr forjar una fuerte unidad con los sectores médicos que honestamente estén dispuestos a defender el hospital y que vienen siendo junto con los no médicos los únicos garantes de su funcionamiento. También hay que luchar contra el sector más patronal de los médicos que dirige a la gremial médica y lleva adelante la política del gobierno y anteriormente dejaron correr a los vaciadores . Del mismo modo hay que organizar a los miles de afiliados que se quedan sin prestaciones, muchos de ellos sin posibilidad de pasarse a otra prepaga por enfermedades crónicas preexistentes.
Ha sido un primer paso la conformación de la comisión de solidaridad. Tenemos planteado conquistar una coordinación efectiva como se dio en el Garrahan, Lafsa y Subte en el 2005 para lograr que la defensa del Hospital Francés se transforme en una causa nacional. Hay que redoblar esfuerzos, en primer lugar con los sectores combativos como subte, ferroviarios, docentes y en especial las internas antiburocráticas y delegados de la Sanidad y la Salud Pública para rodear de solidaridad efectiva y militante y poder llevar adelante la difusión y extensión del conflicto y el fondo de lucha.