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Asamblea Constituyente revolucionaria - Gobierno obrero, campesino y originario

Bolivia: Para nacionalizar el gas ¡Asamblea Popular, ahora!

2 de junio 2005

Bolivia vive las vísperas de lo que podría convertirse en un nuevo Octubre

La extrema debilidad de Carlos Mesa, que se ha desenmascarado como abogado de las petroleras ante el pueblo trabajador pero que no conforma a la derecha empresarial, la crisis de un Parlamento odiado y sin legitimidad, crean un virtual “vacío de gobierno”, además, con malestar en la policía y todo esto bajo el cerco de decenas de miles en las calles, con las masas de El Alto a la vanguardia y la movilización comenzando a extenderse a nivel nacional.
Son los elementos de una crisis de proporciones revolucionarias, que puede durar días pero no prolongarse indefinidamente, por lo que no hay tiempo que perder. Se plantean urgentes tareas de movilización y organización para desarrollar la sublevación de masas, quebrar las desesperadas maniobras de la burguesía para abortarla, y avanzar hacia el triunfo, derrotando al Gobierno y al régimen y sus intentos de burlar la demanda de nacionalización del gas y la legítima aspiración democrática de una asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana.
¿Cómo hacer efectivas esas demandas? ¿Quién debe gobernar el país?
oda la situación plantea de hecho el problema del poder político, contra Mesa y el Congreso, agentes de los empresarios y las petroleras, representantes del viejo régimen que fue golpeado en Octubre pero que hasta hoy, perdida toda legitimidad, se mantiene en pie a contramano de la realidad social y política. Para responder a estas tareas de la movilización revolucionaria de masas, hay que poner en pie una Asamblea Popular y preparar la lucha por un Gobierno de las organizaciones obreras, campesinas, originarias y del pueblo pobre.

¡No a la trampa que “cocinan” en el Parlamento!

En este marco, sitiados por decenas de miles, un tambaleante Mesa, Vaca Diez y los “cívicos” tratan de superar sus diferencias y peleas, reunir el Congreso y negociar un “calendario electoral” que combine la elección de prefectos, el referéndum autonomista impuesto por la oligarquía cruceña y una Constituyente tramposa, de la cual no tengan nada que temer las transnacionales, los terratenientes y los empresarios.
Quieren armar una trampa “democrática” que desarme la movilización de los trabajadores y el pueblo (...).
Pero un “pacto de los de arriba” no alcanzaría, ni siquiera con la bendición de la Iglesia, la Embajada yanqui y los gobiernos vecinos, como Lula y Kirchner, abogados de las petroleras. Necesitan la “colaboración” de los dirigentes de más peso a nivel nacional, como Evo. Y el MAS está avalando y participando de las negociaciones en el Parlamento (...). Por eso, ninguna confianza en las promesas del Congreso ni en Mesa, ninguna confianza en el MAS y sus parlamentarios ¡Estar alertas contra toda traición que busque desmovilizar a cambio de nuevas promesas o leyes tramposas!

La Paz, tomada por el pueblo trabajador

El martes 31 en una gran jornada, El Alto bajó en masa, en la más imponente movilización desde el inicio del actual proceso, tomando el centro paceño, sitiando la plaza Murillo y desbordándose por los barrios céntricos, como Sopocachi y Miraflores. Innumerables columnas de juntas vecinales, maestros, campesinos llegados de diversas regiones, y otros sectores ocuparon toda el área central, hicieron desaparecer el tráfico y obligaron a cerrar negocios y oficinas. Sectores avanzados, entre los que se destacaron los estudiantes de la UPEA alteña, los maestros y los mineros de Huanuni chocaron una y otra vez con la policía en los alrededores de la Plaza Murillo, contestando con piedras y “cachorros” a los gases policiales. Los adoquines de la histórica Plaza San Francisco volvieron a servir para improvisar barricadas.
En la marea humana, con sus estandartes, sus pancartas rojas o blancas y cientos de wiphalas, con su combatividad y el alto grado de organización de cada junta, sindicato o sector, se expresaban avanzadas consignas por la nacionalización del gas, por una Asamblea Constituyente y contra Mesa y el Congreso, por un gobierno obrero y campesino. Se dieron también expresiones de un justo odio social contra los ricos: a los “bien trajeados” se los obligó en varias oportunidades a quitarse la corbata. En las aristocráticas plazas Abaroa o Isabel La Católica, algunas juntas vecinales improvisaron un momento de descanso: un “ajtapi”, que fue todo un gesto de desafío.
Si bien El Alto es la avanzada, también vienen creciendo las marchas, paros y bloqueos en Cochabamba, Oruro y Potosí. En el Altiplano hay más de 30 puntos de bloqueo sobre las carreteras a Oruro, Cochabamba y el Lago. En Santa Cruz, los maestros rurales, en su segunda semana de paro protagonizaron en esta misma jornada una gran marcha, tomando las oficinas de una AFP y del SEDUCA, mientras que los colonizadores y campesinos de San Julián y otras zonas se aprestan a salir al bloqueo. En Tarija los desocupados ocuparon la sede de la brigada parlamentaria exigiendo la nacionalización del gas. También se declaran en paro indefinido los trabajadores de salud y los choferes paceños paran por 48 hs. En muchos lados crece una consigna: hay que masificar más la lucha, hay que radicalizar las medidas y los paros, hay que multiplicar la fuerza en las marchas y extender a todo el país los bloqueos de caminos!

¡Parar el país con la huelga general política y el bloqueo de caminos!

El contundente paro cívico-laboral con movilización de El Alto, que entra en su segunda semana, muestra el camino. Entre los trabajadores y campesinos crece el sentimiento de unidad para la lucha y la disposición a radicalizar las medidas. Es necesario coordinar, profundizar y nacionalizar la movilización por el gas y el conjunto de las demandas de las masas y abrir el camino a una salida obrera y campesina a la crisis nacional. Y para esto, es necesario un nuevo salto en la movilización. Las organizaciones combativas, las juntas vecinales alteñas, los trabajadores mineros de Huanuni, el magisterio de La Paz y El Alto y otras, tienen que tomar la iniciativa, dando ya mismo pasos en la coordinación y exigiendo a la COB, CSUTCB, FEJUVE, etc. que unifiquen las acciones y preparen la paralización de todo el país, la producción, los transportes, etc., es decir, desarrollar la huelga general política con bloqueo nacional de caminos, con toma de campos y refinerías y de las “capitalizadas” por sus trabajadores, y organizando la autodefensa de masas, con piquetes de autodefensa para proteger la integridad de los trabajadores contra la represión, así como para prepararse contra cualquier conspiración golpista, en el camino de poner en pie las milicias obreras y campesinas!

¡Asamblea popular ahora! ¡Que la COB, la FEJUVE y COR alteña y las organizaciones en lucha la convoquen ya!

Mientras las masas imponen unidad para luchar en las calles y caminos, los dirigentes dividen y los acuerdos cupulares, como el “pacto por la unidad”, se han mostrado inútiles para unificar la lucha. Tampoco bastan los llamados desde arriba a la huelga general indefinida, sin preparación desde las bases, sin ninguna iniciativa para organizar a los trabajadores de las “capitalizadas”, ni para incorporar a las decenas de miles de obreros en fábricas, talleres y minas.
Es necesario y urgente que la COB, la COR y las juntas vecinales alteñas, la FSTMB, el magisterio de La Paz y demás organizaciones en lucha convoquen a una Asamblea Popular, compuesta por delegados de base y con mandato de cada fábrica, mina, barrio popular o comunidad, teniendo también representantes las corrientes políticas obreras, campesinas y originarias, para decidir cómo desarrollar efectivamente la movilización nacional unificada.
La Asamblea Popular podría erigirse en el frente único de todas las masas obreras, campesinas, populares y originarias, soldando la alianza entre los explotados del Occidente y el Oriente del país y oponiendo así un poder efectivo a los elementos de desintegración nacional que atiza la derecha cruceña. Permitiría también trabajar sobre la base del Ejército, para desbaratar las conspiraciones golpistas de los jefes y oficiales. Sería además, la forma de construir un poder de las masas trabajadoras de la ciudad y del campo, opuesto al debilitado poder estatal de la burguesía para abrir el camino a una salida revolucionaria, obrera y campesina. La Asamblea Popular puede comenzar a dar respuesta a la demanda que crece en sectores de vanguardia, al grito de poder popular, o gobierno obrero y campesino.

¡Demos los primeros pasos, con una Asamblea Popular alteña!

Esto no puede quedar como una consigna más. Este problema ya ha comenzado a ser discutido en algunos ampliados y reuniones sindicales, así, el 2° ampliado de emergencia de la COR, hace dos semanas, discutió conformar “las Asambleas Populares que organicen la toma del poder”. ¡Hay que poner manos a la obra!
Nada impide que se reúnan urgentemente en El Alto los representantes de todas las juntas vecinales, de todas las fábricas y talleres, del magisterio y los gremiales, de los estudiantes secundarios y universitarios, electos en la base y trayendo mandato de sus asambleas, contando con representantes las corrientes políticas obreras, campesinas y originarias, para decidir en común como seguir adelante con la lucha. Una Asamblea Popular alteña permitiría un gran salto en la organización y movilización y sería un gran ejemplo a nivel nacional. ¡Que las juntas vecinales, el magisterio alteño, la UPEA y otros sindicatos combativos tomen la iniciativa, votando en sus asambleas esta exigencia y cómo ponerla en pie! ¡Sigamos este mismo camino en Huanuni y en otros distritos!

¡Sólo un gobierno obrero, campesino y originario puede dar una salida a la crisis nacional!

No puede ser que la salida política a esta situación la impongan una vez más la clase dominante y sus partidos y representantes políticos a través de las negociaciones en el Parlamento o, si las mismas fracasan, reactivando la idea de adelantar elecciones, una nueva “sucesión constitucional” si Mesa cae o imponer una “solución de fuerza” golpista. Por eso, hay que levantar la lucha por un gobierno de las organizaciones obreras y campesinas que además, sería el único que podría garantizar una Asamblea Constituyente revolucionaria, es decir, verdaderamente libre y soberana, contra la autonomía reaccionaria que quieren imponer a toda costa los “cívicos” cruceños, y contra la asamblea tramposa que quieren negociar Mesa con ayuda del MAS. Una Asamblea que sea organizada según la voluntad de los trabajadores, campesinos y pueblos originarios, donde debatir una solución obrera y popular a los problemas nacionales, como la tierra y el territorio, la renacionalización del gas y las “capitalizadas”, el empleo y el salario, salud y educación y el no pago de la deuda externa.
La crisis política y la naturaleza misma de la movilización actual plantean de hecho el problema de quién ha de gobernar el país. A las maniobras burguesas y a todas las propuestas de colaboración de clase para apoyar a supuestos militares patriotas, abogadillos burgueses o curas “progresistas”, hay que oponer resueltamente la lucha por un gobierno obrero y campesino, el único que podrá imponer una solución progresiva a los problemas nacionales, derrotando a las transnacionales y a sus aliados, los empresarios y terratenientes locales y rompiendo con el imperialismo. En algunos sectores, como en la COR alteña, se comienza a abrir paso la consigna de “¡Viva el gobierno del pueblo de obreros y campesinos!” Es constituyendo la Asamblea Popular como podrá materializarse un Gobierno de la COB, FEJUVE, COR, CSUTCB, sindicatos y organizaciones originarias en lucha!

Los sectores combativos deben tomar en sus propias manos la coordinación

El MAS y otros dirigentes hacen cuanto pueden por “defender a la democracia” sosteniendo al gobierno y defendiendo al Congreso de la ira popular. Evo mismo ha declarado que “para unir al pueblo boliviano hay que unir las dos agendas, la de enero y la de Octubre” (lo mismo que dice Mesa y muchos parlamentarios de la burguesía) proponiendo que el referéndum autonomista que exige la oligarquía camba y la Constituyente se realicen en una misma fecha y de acuerdo a la legislación vigente. Es decir, pelea por la “letra chica” pero se juega a apoyar una salida política “consensuada” dentro del régimen burgués. Evo Morales ya ha traicionado la lucha por la nacionalización del gas aceptando la nueva Ley (aunque proponga modificaciones en el Congreso). Al avalar la trampa parlamentaria ayuda a estafar la legítima demanda de una Asamblea constituyente verdaderamente libre y soberana de amplios sectores populares, campesinos y originarios. ¡Del “consenso” en el Parlamento sólo podemos esperar trampas y traiciones! Siguiendo su estrategia reformista, el MAS actúa como “pata izquierda” del régimen.
A pesar de sus críticas, Jaime Solares y otros dirigentes no levantan una verdadera alternativa de clase. Defendemos a la COB de la reaccionaria campaña mediática y al compañero Solares de la persecución judicial lanzada contra él. Nos consideramos parte de la COB y creemos que podría jugar un gran papel si se decidiera a unificar y preparar política y organizativamente la movilización nacional y la lucha por la Asamblea Popular. Pero, lamentablemente, el compañero Solares reclama que se vaya Mesa y se cierre el Congreso, apelando al supuesto “patriotismo” de los militares y pidiendo una solución “cívico militar”, así apoyó a los dos oficiales dados de baja la semana pasada. Creemos que alimentar ilusiones en que las FF.AA o la Policía -que se han teñido las manos con la sangre de los mártires de Octubre-, puedan “ponerse del lado del pueblo”, sólo puede traer confusión y desarmar a los trabajadores contra cualquier amenaza represiva o golpista. Además, esta política funesta no ha sido discutida ni aprobada por las bases de la COB (...).
Sin embargo, hay miles de dirigentes combativos de las organizaciones de base y de luchadores dispuestos a hacer todo lo necesario para vencer, que se expresan en los ampliados de FEJUVE y en la COR, así como en otras reuniones sindicales donde participa la base. Son los llamados a reagruparse para dar esta pelea al interior de los sindicatos, imponiendo la más amplia democracia obrera, planteando propuestas para la movilización, tomando en sus manos la lucha por una Asamblea Popular y por un gobierno obrero y campesino. ¡Impulsemos un bloque para pelear por estas posiciones en las distintas instancias sindicales y de lucha! Este es el camino para comenzar a sentar las bases de una nueva dirección obrera revolucionaria, con un partido de los trabajadores, socialista y revolucionario. Desde Palabra Obrera, ponemos nuestras modestas fuerzas al servicio de esta tarea.

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Comunidad boliviana en Argentina
A los trabajadores y el pueblo boliviano

Apoyemos con todo la lucha de nuestros hermanos

Por Yuri Fernández, dirigente obrero del PTS y miembro de la Coordinadora Febrero Boliviano

Siguiendo el camino de sus predecesores, el gobierno de Mesa quiere imponer una ley de Hidrocarburos que sólo beneficia a las grandes transnacionales como Repsol, Shell o Petrobras. Y nuestro pueblo sigue postergado.Es por eso que los trabajadores y el pueblo salen a las calles a pelear por la nacionalización total de los hidrocarburos. El gobierno trata de mantener y defender los privilegios de las empresas, con el apoyo de los partidos tradicionales, el Ejército y la Policía.
La salida es la nacionalización sin pago de los hidrocarburos, y su industrialización, bajo control de los trabajadores, los únicos que pueden poner los servicios naturales al servicio del pueblo.
Un grupo minoritario, la oligarquía de Santa Cruz y Tarija, plantean la autonomía de su región, para satisfacer sus privilegios e intereses económicos, que llevan a una división que sólo fortalece a las oligarquías y los capitalistas.
Ante la crisis desatada, y ante el rol que están jugando las direcciones reformistas del MAS y otras organizaciones, hay que plantear una alternativa a los millones de compatriotas que están en las calles y caminos. Una asamblea popular que coordine a los trabajadores, campesinos y pueblos originarios que han salido a luchar, hasta que se vaya Mesa y sus cómplices, e imponer la nacionalización de nuestros recursos.
Kirchner, junto a Lula, apoyan a Mesa y están dispuestos a hacer lo que haga falta para defender los intereses de Repsol y Petrobras, que tienen inversiones en Bolivia.
Por esto, los trabajadores y vecinos de la comunidad boliviana tenemos que luchar por la unidad de los trabajadores y pueblos de Latinoamérica. Nos hemos declarado en estado de emergencia, hemos organizado asambleas y marchas, y queremos llegar a cada barrio y los lugares donde estamos asentados, para apoyar la lucha de nuestros hermanos. Porque la lucha es una sola y el enemigo es el mismo.
¡Viva la lucha de los trabajadores y campesinos de Bolivia!

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